Es docente, pero trabaja en un centro de salud

De la incertidumbre al milagro de ser madre

Laura fue diagnosticada con cáncer a los 24 años y le dijeron que eran nulas las chances de gestar, algo que logró vencer
domingo 09 de abril de 2023 | 6:05hs.
De la incertidumbre al milagro de ser madre
De la incertidumbre al milagro de ser madre

Laura Muñoz (39) es profesora de Lengua y Literatura y desde los 24 años el cáncer le dio un giro a su vida. Tras unos 15 años de lucha contra esta enfermedad, en mayo del año pasado le dieron el alta y ahora sólo se hace controles.

Su tratamiento para curarse la llevó a trasladarse desde Montecarlo a la Capital Federal, donde vive actualmente y trabaja en el área administrativa del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, de la Universidad de Buenos Aires, donde la atendieron todo este tiempo. Allí en ocasiones hace de apoyo a familiares de enfermos, para los pacientes y también en algunas oportunidades es el nexo para conseguir algún turno.

Siempre con su fe puesta en Dios salió adelante y ganando todas las batallas logró tener una hija que hoy tiene 7 años y es su pequeño milagro.

Laura llegó al Roffo luego de que en dos oportunidades no la diagnosticaron correctamente. “En Misiones equivocaron dos veces de diagnóstico. La primera vez me dijeron que era benigno y la segunda, un carcinoma medular infiltrante. En realidad era un carcinoma ductal”, contó sobre el proceso para conocer el cuadro que atravesaba.

“Me derivaron a Buenos Aires para radioterapia. En ese tiempo no había acelerador lineal en Misiones. Y mi tumor estaba en el pecho izquierdo, entre corazón y pulmón. Me sacaron un pecho en el 2008, a los 24 años, a causa de un carcinoma, y en 2013 me sacaron el otro de manera preventiva, porque descubrieron que tenía un problema genético”, recordó sobre esos años.

Luego vinieron la quimioterapia y la radioterapia, medicación, el pelo que se cayó y volvió a crecer, pero la fe siempre estuvo intacta.

“Es larga esta lucha, casi interminable y encima, como si fuera poco, en el 2013 descubrieron que tenía una mutación genética que predispone a tener cáncer tanto de mama como de ovario”, relató.

En el medio del tratamiento le informaron que no tendría más el período menstrual y las chances de que fuera madre eran casi nulas.

“Cuando empecé con los tratamientos lo que más me dolió fue que me digan que no me iba a indisponer más, que iba a entrar como en una menopausia y mi sueño siempre fue ser madre”, dijo emocionada. “Pero yo siempre me puse en manos de Dios y no porque me considere una persona muy religiosa, sino porque me considero una persona de fe. Jamás dejé de confiar en él”, sostuvo.

Finalmente en el 2016 el milagro ocurrió y Laura cumplió su sueño de ser mamá, mientras seguía con sus tratamientos.

A pesar de pasar por incontables operaciones, largas recuperaciones, muchas veces alejada de su pequeña hija, nunca dejó de luchar.

“Hay gente que elige enojarse con la vida, con Dios. Yo creo que es elegir el vaso medio lleno lo que nos va a ayudar a estar más fuertes. Hay gente que pierde tiempo preguntándose ‘¿por qué a mí?’. Pienso que todo nos sucede por una razón, algo tenemos que aprender, que enseñar, que crecer, prefiero quedarme con eso”, cerró.

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