“Es un logro importantísimo, nunca vi lo que está pasando”, remarcó

“Estamos en tiempos de crisis, pero cada vez hay más autos en pista”

Richard Issler es uno de los referentes del automovilismo, fue piloto consagrado y hoy es una pieza en el armado de autos de carrera que nota un ‘boom’ nunca visto
domingo 12 de febrero de 2023 | 6:05hs.
“Estamos en tiempos de crisis, pero cada vez hay más autos en pista”
“Estamos en tiempos de crisis, pero cada vez hay más autos en pista”

Richard Issler es manejado por la pasión. El rugido de los motores lo atrapó en su temprana adolescencia y fue música para sus oídos. A sus 47 años tiene un currículum todo terreno. Fue piloto consagrado y es hoy creador de sus ‘hijos’, como llama a los autos que arma para correr en las distintas categorías del automovilismo provincial.

Este mecánico ve con buenos ojos la actualidad del deporte fierrero en la tierra colorada e incluso le llama la atención. “Estamos en tiempos de crisis, pero cada vez hay más autos en pista”, dice con sorpresa incluso para él, que ya vivió altas y bajas de todo tipo.

“Hay que disfrutar y promover esto porque no es fácil hoy armar un auto, está entre 15 mil y 30 mil dólares y el parque sigue creciendo”, afirmó.

En su taller, Richard actualmente trabaja en el armado de ocho autos, siete de pista y otro de rally.

“Es un logro importantísimo, nunca vi lo que está pasando. Este ‘boom’ arrancó pospandemia, la gente se encontró con que no podía hacer nada, empezaron a invertir y a darse los gustos”, explicó. Y sabe que hay que disfrutar y potenciar el momento ya que “es cíclico, a veces sube y cae, pero siempre hay autos, pero nunca como ahora”.

Tal es así que este año para la Clase 1 se esperan “44 autos más o menos y entre los Fiat 600 otros 30 y pico”, se ilusiona.

Es que Richard es parte de esos autos que estarán en pista y que los conoce de punta a punta ya que los arma con mucho empeño.

“Soy una persona muy apasionada del automovilismo, hay muchos que me conocen por loco, soy muy temperamental y quiero que todo funcione. También colaboro con los otros equipos si veo que el auto tiene algo en la carrera. Pero hay un momento que no puedo superar y es cuando mis autos están fallando, me descompongo… me dan ganas de patalear”, explicó entre risas.

Es que él conoce a los autos tanto arriba como abajo. Como piloto fue campeón de karting pista y rally y ahora “me dedico a hacerlos funcionar, me considero un muy buen armador de autos”, dice orgulloso.

Es que si día a día es entre motores, los arma, los prueba y además hace de un poco de padre de los pilotos que rondan los 20 años “soy mecánico, armador y psicólogo”, detalló risueño.

Hay un capítulo en su vida fierrera que lo sacó literalmente de carrera, pero hoy es una anécdota con una consecuencia de lo mejor de su vida. Allá por el 2005 una pelea con otro piloto derivó en una severa sanción dejándolo sin poder competir por cinco años y desde allí su impronta la da con sus conocimientos de mecánica y sus ‘bebés’ los manejan otros.

“Pegué a otro piloto después de una carrera por una maniobra y me sancionaron, pero salió bien porque mi mamá -que ya falleció- en aquel tiempo fue a agradecer al otro piloto por la sanción porque sólo así pude hacerla abuela, antes ni tiempo tenía”, dijo riendo al recordar el episodio.

Hoy su taller es su templo, hace tres años se ‘largó solo’ y apunta a vivir plenamente de armar autos de carrera. Junto a otros cuatro ayudantes arman los autos y de a poco Richard está aprendiendo a delegar “porque a veces es mucho trabajo armar, ir al autódromo a ver cómo están los autos y probarlos, volver y en temporada estar durante días en carreras. A veces ni sé qué día es”, señaló.

Pero la tiene clara en cuanto a por qué, y por quién, lo hace “porque tengo a mi señora Natalia que es una capa. Si no tuviera su apoyo no podría hacer lo que hago. Ella nos acompaña, nos cocina también en las carreras, donde somos unas quince personas, es una gran compañera”.

Y por otro lado encuentra el equilibro en su hija Ikea, que “gracias a Dios no le gustan los autos -risas-. Le gusta la música, estudia y anda bien. Pero si tiene un sueño que heredó y es que a los 18 años quiere correr una carrera como copiloto mía de rally”.

Es así que aquel niño de 13 años que volvía del colegio para ir corriendo a un taller de la vuelta de su casa a ver como armaban autos, hoy es uno de los que arma piezas para la historia del deporte tuerca en Misiones.

“Me considero un bendecido en el automovilismo, lo que toco funciona porque lo armo con amor y pasión”, reflexionó.

Pero quien más que él sabe que a veces, para que algo no se rompa, hay que bajar la intensidad “y a veces tengo que levantar la pata porque soy faz tudo (hago todo), pero hay que aprovechar este momento que está muy bueno”. Y vaya si lo sabe Richard que hace 35 años está metido entre los fierros.

 

Informe de domingo

 

Automovilismo, otro motor de la economía misionera

El Turismo Carretera ya es ‘política de Estado’ para el sector turístico

Un sueño en el Alto Paraná que está camino a cumplirse

El presente es único y no conoce su techo en Misiones

La competencia interna es la herramienta del progreso

“Estamos en tiempos de crisis, pero cada vez hay más autos en pista”

Temas de esta nota
¿Que opinión tenés sobre esta nota?