Los ricos son muy ricos y el resto se las rebusca en Qatar

Qatar muestra sus lujos al mundo. Sus grandes edificios y a Doha como el epicentro de un país millonario. Pero la desigualdad está presente todo el tiempo en la península del Medio Oriente. Los ricos son muy ricos y el resto se la rebusca para sobrevivir en un país caro.

Hasta que en Qatar se descubrieron reservas de petróleo y gas, el país fue simplemente un protectorado pobre del Reino Unido, muchas veces sometido a las decisiones de Arabia Saudita, su único vecino. Por eso la mala relación.

Lejos de los lujos, los extranjeros se las rebuscan en Qatar, un país caro. Fotos: Diego Vain

La independencia de Qatar llegó a través del dinero. El dinero les dio poder y el poder hace que, muchas veces, los sometidos pasen a ser los sometedores. Eso sucedió en el emirato ubicado a las orillas del mar Arábigo.

La expansión comenzó, pero hubo un quiebre. En 2010 Qatar fue elegido como sede de la Copa del Mundo 2022. Según sus propios datos, en ese momento la población era de 1,8 millones y en 2021 era de 2,9 millones. Pero la cantidad de qataríes no aumentó. El crecimiento se dio a partir de los inmigrantes que llegaron al país para trabajar en distintas áreas, sobre todo en construcción.

Los locales, como se los conoce, son los menos, pero los que más tienen. Menos del 15 por ciento de la población concentra la mayor parte de la riqueza. Un modelo que se repite alrededor del mundo con diferentes variantes, pero con la misma fórmula: el que más tiene, tiene mucho y el resto a veces está a la suerte del destino.

Indios, bengalíes, nepaleses, tailandeses, filipinos, pakistaníes y otras muchas naciones conforman la mayor parte de la población de Qatar. Son los que manejan los Uber, los que limpian las calles, los que te atienden en los supermercados y negocios. Son los que trabajan en el turismo y te llevan a conocer el desierto. Son los que hacen el trabajo que los dueños del país no quieren hacer.

Los extranjeros se cuidan mucho en lo que a sus condiciones laborales se refiere, pero de todas maneras dejan entrever las inmensas diferencias. “Acá no vamos a vivir nunca nosotros”, cuenta Abul, quien llegó desde India para manejar un Uber en Doha y sus alrededores. El barrio es imponente, autos y casas de lujo. Todos qataríes, claro.

“Yo comparto mi departamento con otras tres personas. Puedo ahorrar un poco y mandárselo a mi familia en India”, confió el chofer, que llegó hace poco más de diez meses a Qatar y que todavía pelea para que su inglés sea entendible.

Abul aclara que el nivel de vida y las condiciones que tiene en Qatar no las tendría en su país, pero tiene muy claro que jamás pertenecerá a ese círculo selecto de dueños de la tierra. De los que reciben las ganancias de los petrodólares.

Es muy complicado saber, con datos duros, cuántas personas trabajan de manera formal e informal en Qatar, ya que el país no entrega esos números a las organizaciones que, alrededor del mundo, realizan ese tipo de estadísticas. Por eso la cantidad de trabajadores muertos en todas las obras que se hicieron para el Mundial es incierto. Algunos dicen cientos, otros miles. Con uno basta para que sea un escándalo, pero en el medio hay muchos negocios.

La Copa del Mundo significó para muchos inmigrantes como Abul una posibilidad de hacer dinero y darle a su familia un poco más. Todo cambiará tras el Mundial, porque la atención ya no estará puesta en Medio Oriente y las desigualdades continuarán en el desierto qatarí.

Maradona y Messi, presentes en Doha

La Exposición de Fútbol, Bellas Artes y Coleccionismo, que recorre la historia de los mundiales desde Uruguay 1930 hasta Qatar 2022, es una de las grandes atracciones para los amantes de la pelota y las grandes reliquias de este deporte, con Diego Maradona, Lionel Messi y otras estrellas argentinas como protagonistas.

Maradona y Messi son dos de los grandes embajadores del fútbol argentino que están presentes en el centro Cultural Katara Foundation, en una muestra que estará abierta hasta el próximo 19 de diciembre y que ya recibió a miles de visitantes. Un cartel con Diego, Pelé y Ronaldo aparece en la puerta de acceso sobre las paredes laterales, en la zona del Anfiteatro de Katara, en el pabellón 18, uno de los lugares más emblemáticos de la capital de Qatar, donde se mezclan un shopping selecto con construcciones tradicionales, para desembocar en una plaza. Entre los argentinos está también Gabriel Batistuta y Javier “Pupi” Zanetti, quienes  tienen su espacio junto a otras leyendas argentinas.