Cuando la reinserción falla

Salir de la cárcel para volver a matar: dos casos recientes en Posadas

Roger Sanabria fue condenado por homicidio en 2002, por intento de homicidio en 2018 y volvió a caer en 2020. Franco Ramos es sospechosos de femicidios idénticos
domingo 09 de octubre de 2022 | 6:05hs.
Salir de la cárcel para volver a matar: dos casos recientes en Posadas
Salir de la cárcel para volver a matar: dos casos recientes en Posadas

No volver a la cárcel después de salir en libertad es uno de los objetivos, aunque también a veces es un reto. Sin embargo hay casos en los que se evidencia que los años en la cárcel no fueron reparadores para la vida en sociedad. En Misiones, dos de ellos son muy recientes y en ambos quedó señalado el rol de la Justicia.

Uno de ellos es el de la taxista Claudia Benítez (35), quien fue hallada asesinada en un pozo del barrio Nemesio Parma de Posadas el 18 de mayo. Por el femicidio permanecen con prisión preventiva su marido, Juan Andrés Rodríguez (39), y Franco Jesús Ramos (27), ambos imputados por homicidio calificado por el vínculo y alevosía y homicidio calificado por alevosía, respectivamente.

Sobre la situación de Ramos, una vez que se concretó su detención apareció un dato indignante. El hombre estaba en libertad a la espera de un juicio oral y público por un hecho de idénticas características de quien fue su pareja, Marina Da Silva, de 19 años.

El hecho se descubrió en diciembre de 2013, cuando el cuerpo fue hallado casi en similares características a lo sucedido con Benítez. Es decir, dentro de un pozo de agua en una olería de Campo Bauer, casi en la misma zona donde los pesquisas descubrieron el cadáver de la taxista.

En este caso, el vencimiento del plazo razonable de prisión preventiva fue el factor para que el hombre permaneciera en libertad.

Los otros implicados son Alejandro “Pili” Da Silva, amigo de Ramos; Juan Ángel Portal, supuesto amante de Marina, y Omar Rito Ramírez, dueño de una olería en la que trabajaban varios de los involucrados. Todos están en libertad y Ramírez murió este año.

Luego de cerrada la instrucción, el femicidio de Marina recaló en la sala de audiencias del Tribunal Penal Dos de Posadas y tuvo dos suspensiones. La primera en agosto de 2019 y la segunda el año pasado.

En ambas fechas resultó clave la cuestión de agenda del tribunal, como así también los imponderables problemas de reacomodamiento de fechas de otros juicios que trajo aparejado la pandemia por el Covid-19.

Roger Sanabria
En diciembre del 2020 lo que se cree que fue el cuerpo de Ramón Alberto “Monchi” Giménez (42) fue hallado totalmente carbonizado en el patio de una casa del barrio Cruz del Sur, adherido a los filamentos de acero de neumáticos con los que fue cubierto.

Por el caso fue detenido Arnaldo “Roger” Sanabria (41). Roger había ido a buscar a Monchi con su moto al barrio Tacurú a la mañana para invitarlo a comer un asado, lo que indicaría que se trató de un hecho premeditado.

Según confirmaron a El Territorio diferentes fuentes ligadas a la investigación, Ramón Giménez fue uno de los testigos en la causa de homicidio en grado de tentativa que terminó en una condena a cuatro años de prisión en 2018 para Sanabria.

Es que en 2015 el acusado le disparó a quemarropas a un vecino de Tacurú en el pecho, pero finalmente la víctima pudo sobrevivir.

Sanabria tiene además entre sus antecedentes una condena por homicidio en 2002 y sobre su último crimen emergieron dos hipótesis: una es la venganza por la mencionada testimonial y otra que podría develar la posibilidad de una tercera víctima.

Se trata de Matías Ezequiel Machado, desaparecido desde el 2014.

Lo que sucedió fue que en medio de la investigación por el crimen de Monchi surgió un testimonio que también vinculaba a Sanabria con el caso Machado. El dato era directo y apuntaba a que el sospechoso había asesinado y ocultado el cuerpo del joven en un pozo de su casa, aunque las búsquedas resultaron negativas.

“Una semana antes de que Monchi aparezca muerto él empezó a contar que Roger mató y picó en pedacitos a mi hermano, pero nadie le creyó porque él siempre andaba tomando”, dijo Gabriel Machado (27), hermano del muchacho desaparecido en una entrevista con este medio.

Y agregó entonces que “fue difícil de creer algo así y más porque durante estos años se dijeron miles de versiones sobre mi hermano, pero después de lo de Monchi todo el círculo cierra”.

 

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