La comunidad Yacutinga aún lamenta la pérdida de su referente

La joven comunidad mbya Yacutinga se instaló hace nueve meses en Colonia Nueva, Pozo Azul,  a cuatro kilómetros de la ruta provincial 20, en la actualidad uno de los corredores más calientes del contrabando de cigarrillos. Allí sus integrantes aún lamentan y sufren la pérdida física de uno de sus líderes, quien fue embestido por una camioneta que transportaba cigarrillos, dejando sin padre a tres menores y varios proyectos truncados.

Walter Villalba (30) representa una de las víctimas fatales que deja el tráfico de cigarrillo en la zona, donde las rutas provinciales 17 y 20 se presentan como corredores clave. Según detallan los conocedores, la mercadería ingresa desde Paraguay por la zona de Eldorado y se distribuye en el Norte de la provincia o llega a Brasil. 

Villalba, quien junto a cuatro familias se había mudado a Pozo Azul provenientes de la comunidad Pa’i Martínez de Fracrán, fue embestido por una camioneta Chevrolet Captiva el 20 de agosto del año pasado en el Portón Viejo de Pozo Azul. Luego del impacto los ocupantes huyeron y dejaron abandonadas 10 cajas de cigarrillos.

Según detallaron sus cercanos, la víctima hacía un trabajo activo por mejorar la calidad de vida de su comunidad, siendo un padre muy atento a sus tres hijos, uno de ellos con problemas de salud.

Ese día salió del asentamiento Tekoa, al mando de una motocicleta Corven Triax y, cuando intentó interponer la arteria provincial 20, a pocos metros del puente Piray Guazú, fue embestido. Perdió la vida en el acto.

“Nos duele mucho recordar ese momento, él era mi yerno, más que un lazo de familia representaba el alma motivadora de nuestra comunidad. Esa persona que le chocó causó un daño enorme, nos dejó a nosotros prácticamente sin rumbo y a tres hijos sin padre”, indicó con la voz entrecortada Epifanio Baez (41), referente de la comunidad, quien es padre de ocho hijos y ahora también debe hacerse cargo de sus tres nietos en medio de muchas necesidades básicas insatisfechas.

Hasta el momento la familia poco pudo saber y hacer para poder llegar a la verdad y luchar por justicia. No saben cómo va la investigación,  ni si avanzó sobre sospechosos. “No recibimos apoyo, somos nuevos en esta zona y no conocemos a las autoridades, nos cuesta salir de nuestro lugar para pedir se halle al culpable. Sentimos mucho su muerte y más nos indigna que haya ocurrido a consecuencia del tráfico de cigarrillo”, señaló Báez. 

El Territorio estuvo en Yacutinga, donde se puede observar en cada uno de sus integrantes el sabor amargo y el dolor que les genera hablar siniestro, sobre todo porque la víctima era una de los miembros que estaba intentando gestionar vínculos con las comunidades mbyá cercanas.

“Perdimos una pieza principal de nuestra comunidad, Walter era quien estaba llevando adelante las averiguaciones y pedidos de proyectos, como una escuela para nuestros niños, mejoras en las viviendas. Con esta tragedia yo y mi concubina convivimos con once chicos en la misma casa, que es muy pequeña.  Son muchas las necesidades que tenemos y con lo ocurrido nos quedamos sin rumbo”, se lamentó Báez.

Pese a estas necesidades, la comunidad demostró un gran avance producto de las ganas de establecerse en el lugar. En poco tiempo han limpiado y producido, destacándose las plantaciones anuales entre las humildes chozas. 

“Estamos con muchas necesidades, queremos y pedimos que la Dirección de Asuntos Guaraníes nos visite. Por distintas razones tuvimos que abandonar la otra comunidad en Fracrán, dejando atrás todo lo que teníamos y empezar acá de cero. Ahora nos tocó perder a un integrante clave para nosotros,  por quien pedimos justicia y que no por tratarse de un originario su muerte quede en la nada”, apuntó el referente.

Luego de lo ocurrido, las familias se quedaron con gran temor de circular por la arteria provincial,  algo que es necesario hacerlo para adquirir las prevenciones mínimas.

Sobre todo hay preocupación por los niños. “Después de lo que pasó evitamos salir, pero algunas veces es inevitable. Acá son 17 los niños, de ellos muchos están en edad escolar y tenemos mucho miedo de que vayan a la escuela, que queda a más de cuatro kilómetros. Justamente uno de los proyectos que tenía Walter era pedir un aula satélite y ahora más aún es una gran necesidad”, aseguró por su parte Albino Martínez, cuñado del fallecido Villalba.

Después del siniestro vial, la comunidad guaraní quedó a la espera de autoridades competentes que pudieran darles una mano en lo que respecta al seguimiento del sumario judicial, pero en ningún momento se acercaron, lo que desmotiva sobremanera. “No puede quedar así nomás, el conductor atropelló a un ser humano y lo dejó abandonado, es duro pensar en eso. Necesitamos justicia y que alguien nos venga a visitar y ayudar en ese sentido”, coincidieron las cuatro familias Tekoa.

Caso y contexto

En cuanto al caso, hasta el momento se desconoce la identidad del conductor y su acompañante. Tras el impacto ambos sufrieron heridas leves, las que dejaron manchas de sangre en el habitáculo.  Esta pista serviría para llegar a los responsables del hecho.

“Enviamos un informe respecto a las muestras de sangre halladas en la camioneta, también un informe sobre personas que tenían relación con otros casos de contrabando. Queda a criterio del juez solicitar un cotejo para ver coincidencias de ADN.  Son etapas que llevan su tiempo”, explicó Daniel Ouchuk, jefe de la Unidad Regional XIV de San Pedro.

La organización con la que se movilizan los contrabandistas se puso en evidencia con este trágico caso. Aún con heridas los ocupantes se dieron a la fuga, por lo se sospecha que fueron ser rescatados por alguien más pese a la distancia a la que se encontraban de la zona urbana de Pozo Azul o San Pedro y la escasa señal de telefonía para entablar algún tipo de comunicación.

Tal vez esa característica de entorno desolado tornó a la ruta provincial 20 en una de las preferidas de los cigarrilleros, pese a su realidad geográfica de serranías y curvas pronunciadas.  Con el poco tránsito, se torna una vía rápida para la circulación de autos menores, más aún teniendo en cuenta que el tránsito pesado que llegaba hasta Bernardo de Irigoyen se volcó a la recientemente terminada ruta nacional 14.

En los últimos cuatro meses del 2020 el personal policial dependiente de la Unidad Regional XIV secuestro allí 74 cajas de cigarrillos de las marcas Classic y Eight. El perjuicio para los contrabandistas fue calculado por la Policía de Misiones en 9 millones de pesos.

Esta mercadería en el 90 por ciento de los casos estaba siendo transportada en automóviles con denuncia de secuestro y en dos de las oportunidades los conductores evadieron los controles de ruta, dando inicio a persecuciones.

Uno de estos procedimientos ocurrió el 22 de septiembre, cuando en un seguimiento de Pozo Azul a San Pedro el patrullero policial terminó en la banquina y una camioneta ajena a la secuencia quedó dañada por un choque.

Todo ocurrió a partir de una brusca maniobra realizada por el contrabandista para abandonar la  ruta nacional 14 e ingresar en la zona urbana de San Pedro. En esa oportunidad,  por desperfectos mecánicos a consecuencia del choque, el automóvil con cigarrillos fue abandonado en barrio María Ana Mogas y el ocupante atrapado cuando intentó esconderse en un establecimiento educativo. Llevaba 30 cajas de cigarrillos.

Por lo general, los contrabandistas actúan de la misma manera, circulan a muy alta velocidad y no dudan al momento de realizar maniobras peligrosas que puedan poner en riesgo la vida de terceros. Es por eso que para evitar llegar a estas temerarias maniobras, los efectivos policiales trabajan siguiendo siempre datos obtenidos por la Brigada de Investigación. 

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