En barrio Palomar, al lado de la iglesia Espíritu Santo

Un refugio que alberga el amor y la memoria de María Morínigo

Fue creado en el 2017 y resguarda el legado de una mujer que consagró su vida al servicio y la caridad. Fotos, objeos, muebles, documentos y testimonios de su inmensa labor
domingo 15 de agosto de 2021 | 6:05hs.
Un refugio que alberga el amor  y la memoria de María Morínigo
Un refugio que alberga el amor y la memoria de María Morínigo

En un edificio cerrado -que se usaba antes para llevar adelante los talleres de la iglesia Espíritu Santo- funciona desde 2017 el Museo María de la Cruz Morínigo.Un espacio reacondicionado y puesto en funcionamiento por “sus hijos del corazón”, como se hacen llamar todos aquellos hoy adultos que cuando niños contaron con la ayuda desmedida de María.

Allí se exhiben algunos muebles, archivos, vestidos, trofeos, vestimenta y objetos que materializan la historia de la mujer que cambió la vida de muchos niños y jóvenes en la región, desde 1948 -cuando comenzó con su destacable tarea- hasta 1993, cuando falleció. Además, como el espacio es pequeño, el resto del material histórico permanece al cuidado de Sebastián Osorio, presidente del Club de Palomas Espíritu Santo, creado por María.

“Aquí vive el alma de María, aquí está su esencia, su espíritu. Ella salva, cura y produce milagros”, expresó Roberto Acosta, vicepresidente del club, al abrir las puertas del museo para iniciar el recorrido. En ese marco, recordó que desde hace 14 años vienen luchando (presentaron un libro de 14 tomos con archivo, documentos, testimonios, entrevistas y más) para su beatificación.

Al ingreso, por un largo y blanco pasillo, se pueden observar varias fotografías, que exhiben el accionar de la Señorita María, como la llamaban. En una habitación cerrada, más adelante, se exhiben diferentes objetos y materiales que pertenecían a la mujer. Por un lado, trofeos, copas de campeonatos, recortes periodísticos de diarios y revistas a los equipos de fútbol que ella dirigía, cartas, notas de pedidos de donaciones, fotografías de los equipos y material sobre las siete categorías del semillero que logró formar: Ángeles de cara limpia, Picaflor, Cerro Porteño, Piedra Brillante, Real Madrid y el más conocido Palomas del Espíritu Santo, campeón provincial y nacional en los juegos Evita y Hombre Nuevo de 1975.

“Ella se encargaba de conseguir zapatillas, camisetas y shorts para todos los niños, de todas las categorías. Y, luego de cada partido, se llevaban los uniformes a lavar a su casa, sita en el mismo predio donde estaba el club, Trincheras de San José 473.

Por otro lado, hay fotografías de casamientos, comuniones, fiestas de 15 y otros tantos eventos sociales: “María organizaba todos los años una fiesta grande para todas las chicas que cumplían 15 y no podían festejar. Se encargaba de conseguir vestidos para cada una, de la comida, de la decoración y hasta la mejor banda u orquesta de música del momento. Ella lo conseguía todo. Estaba siempre en los detalles y ayudando de corazón a mucha gente”, agregó Acosta.

Además de las fotografías, también los cuadros, los marcos y hasta algunos muebles en los que reposan esos archivos pertenecían a María yacen en el museo. El juego de comedor de su hogar -una mesa y sillas de plástico-, sus zapatos, su ropa, los vestidos y trajes que conseguía para los jóvenes que iban a casarse o las quinceañeras, hasta su capelina blanca permanecen en perfecto estado y son resguardados por “sus hijos”.

“No sólo sus cosas y recuerdos permanecen aquí guardados, sino también su memoria viva porque quienes vienen a visitar el museo dejan registrado en el libro de actas su visita. Escriben mensajes de la experiencia que vivieron con ella en vida o del recuerdo hermoso que les queda de ella, y eso también hace a este espacio”, explicó el presidente del club Palomas del Espíritu Santo.

 

Para agendar

Reserva previa
El museo es atendido por los miembros del Club que cumple un nuevo aniversario este 17 de agosto- y se abre con visitas programadas. Más info: 376-4678725 (Sebastián Osorio) o 3764-838021 (Roberto Acosta).

 

El afán de ser testigos de la historia Un espacio que evidencia las transformaciones en salud La Guerra de Malvinas en primera persona Un espacio para rememorar historias Un lugar para conocer la lucha mbya por la tierra y su cultura Más de 100 años de vocación de servicio Un hobby que se magnificó hasta ser un futuro museo

Temas de esta nota
¿Que opinión tenés sobre esta nota?