Entrevista a Omar Tabacco, presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría

“Sólo el que vivió la época sin vacunas es capaz de entender su importancia”

El especialista las califica como una herramienta trascendental en la historia de la humanidad y recuerda cuando la meningitis hacía estragos sin agente inmunizante
domingo 31 de enero de 2021 | 6:05hs.
“Sólo el que vivió la época sin vacunas es capaz de entender su importancia”
“Sólo el que vivió la época sin vacunas es capaz de entender su importancia”

Para la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) las vacunas son una herramienta de salud pública tan importante en la historia de la humanidad como la potabilización del agua.

Desde el punto de vista sanitario, sostienen que no existen dudas de que las vacunas lograron resultados concretos en el control de las enfermedades infectocontagiosas. “Los programas de vacunación son de bajo costo en relación a los beneficios que logran y además son una herramienta de equidad, porque llegan a todos los niños de los diferentes estratos sociales”, sostienen y afirman que “son un elemento de solidaridad, porque cuando el individuo se vacuna, también reduce el riesgo para quienes interactúan con él, incluso los no vacunados. La persona no vacunada constituye un riesgo para sí mismo y para quienes la rodean”.

Para el presidente de la SAP, Omar Tabacco, la vacuna es una de las medidas de salud pública más importantes.

Su aparición, considera en diálogo con El Territorio, “cambió notablemente la expectativa de vida disminuyendo la mortalidad y la morbilidad por enfermedades infectocontagiosas que fueron pandémicas. La forma de generar defensas y anticuerpos a partir de la inoculación de gérmenes, bacterias y virus muertos y últimamente las vacunas obtenidas por ingeniería genética permitieron que los niños fundamentalmente, quienes nacen desprovistos de todas estas defensas, estén muy protegidos”.

Para el titular de la entidad que nuclea a los médicos pediatras de todo el país, “las vacunas son prácticamente homologables a la potabilización del agua o la disposición de residuos. Son hitos que cambiaron la historia, por eso las vacunas constituyen una herramienta fundamental en la protección de enfermedades infectocontagiosas”.

En el mundo, en los últimos años, comenzó a notarse la reaparición de enfermedades que estaban controladas y en algunos casos erradicadas en muchos países. Los especialistas atribuyen esos casos de sarampión o poliomielitis en zonas del primer mundo europeo o norteamericano a los movimientos antivacunas que sostienen la teoría, ya descartada, de que las vacunas pueden generar autismo.

En esa línea, Tabacco destacó que en el país los movimientos antivacunas no hayan generado “mucho impacto” y calificó a algunas de esas teorías como “absolutamente irracionales”. “Suponer que es preferible que todos adquiriéramos anticuerpos naturales a partir de enfermarnos traería acompañado una gran cantidad de muertes y una gran cantidad de secuelas. Estamos hablando de meningitis, neumonía, poliomielitis, sarampión, coqueluche, para todas esas enfermedades se vacuna a los niños fundamentalmente en el primer semestre de la vida”, señaló el especialista.

Y ejemplificó la situación con lo que vivió décadas atrás en el ejercicio de la pediatría. “Antes se morían muchos niños de todas esas enfermedades y los que no se morían quedaban con severas secuelas. A mí me tocó, como pediatra, vivir con la angustia de las meningitis 30 años atrás y hoy por hoy sabemos que en la inmensa mayoría de los casos los chicos están protegidos para las bacterias que producen meningitis. Sólo el que vivió la época sin vacunas es capaz de entender su importancia y lo que nos pasa ahora es la vida real sin vacunas”, sostuvo sobre la incertidumbre que generó el Covid-19 en todo el planeta al no tener tratamiento eficaz y al estar recién saliendo al mercado las primeras vacunas.

Buenos índices

Hoy los laboratorios que están en proceso de producción de la vacuna contra el Covid-19 en distintos países del mundo están trabajando a contrarreloj para poder cumplir con los pedidos de dosis que no dejan de llegar desde todo el planeta. Por eso muchos territorios aún ni siquiera tienen fecha cierta de cuándo empezarán a inmunizar y los países pobres, con escasos recursos para comprar el agente inmunizante, son quienes más preocupación generan.

En esa línea, Tabacco comentó que lograr buenos índices de vacunación contra el Covid-19 va a llevar tiempo. “Seguro todo este año para lograr que entre el 75% y el 80% esté protegido con la vacuna o haber contraído la enfermedad para que disminuya notablemente la circulación del virus y pueda comportarse como muchos otros virus respiratorios, sin estar en cifras de pandemia”, comentó en base a cómo se viene dando la vacunación en Argentina.

“Probablemente lleve todo este año por la logística necesaria y fundamentalmente el tiempo. No hay que olvidar que es un virus que recién estamos conociendo y es una vacuna que se diseñó en tiempo récord, normalmente lleva no menos de cinco años desarrollar una vacuna para conocer bien, a partir de la evidencia científica y con trabajos bien diseñados, su eficacia, eficiencia y seguridad. Pero acá se trabajó en tiempo récord porque todos los investigadores se alinearon detrás de este proyecto”, indicó.

Consultado sobre si esto marcará un antes y un después en la producción de otras vacunas para otras enfermedades, precisó: “Probablemente después volvamos a un ritmo no tan frenético en la producción de vacunas, pero sin lugar a dudas en los últimos años progresó notablemente la metodología. La biología molecular y la ingeniería genética permitieron en los últimos 20 años diseñar vacunas con los antígenos y las proteínas exactamente igual a los virus sin utilizar los virus, lo cual disminuye notablemente el riesgo porque no se inocula el virus atenuado sino que se inoculan las proteínas diseñadas en el laboratorio para que el organismo genere anticuerpos sobre ellas”.

Por último dejó en claro que toda vacuna puede tener algún efecto colateral, pero “son banales y transitorios y enormemente inferiores al riesgo de dejar de vacunarse”.

“Justamente la eficacia de una vacuna tiene que ver no sólo con la posibilidad de generar anticuerpos en el individuo sino también de no enfermarnos y cuando se aprueban las vacunas es porque se ponen en ambos platillos de la balanza las grandes ventajas de colocárselas frente a los mínimos riesgos de tener algún efecto colateral”, finalizó. 

 

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