Comedores no desisten

Uno de los espacios que sí están habilitados para permanecer abiertos durante esta cuarentena obligatoria son los comedores comunitarios. Así, en una de las zonas más carenciadas del oeste posadeño el comedor El Sol de Mercedes Ortega trabaja como lo hace habitualmente pero adoptaron medidas más restrictivas para los más de 200 comensales que dependen de ese almuerzo y merienda.
En otros puntos de la provincia la situación se repite, y hasta en algunos casos, como en Leandro N. Alem, la demanda del servicio aumenta.
Son más de 1.600 raciones que todos los mediodía se sirve en ocho comedores que posee la ciudad en ocho barrios marginales. También a medio millar de niños se les sirve una merienda en tres distintas locaciones, todo a través de la secretaría de acción y bienestar social del municipio.
El comedor comunitario Doña Pila de Candelaria, a cargo de Cristina Navarro, continúa cocinando para los chicos más necesitados y sus familias. Para evitar la aglomeración en el comedor implementaron la modalidad de que a las 12 retiren su ración.