Volver al mercado externo

Cristian Gruber, presidente de la Asociación Maderera y Afines del Alto Paraná (Amayadap), dio a conocer la situación en que se encuentra el sector tanto en el mercado interno como externo. En cuanto a ventas en el mercado local, “bajaron bastante”, sostuvo, y afirmó que también se observaron algunos síntomas ligados a la actual situación, como “la extensión de plazos de pagos y un volumen mayor de cheques rechazados”.
Afirmó que la situación afecta más a las pequeñas y medianas empresas (pymes) en cuanto a caída de ventas y clientes en el mercado local, y no tanto a las empresas que ya se encuentran exportando.
Afirmó sobre estas últimas que ya lograron mantener vínculos y contactos, además de conocimiento en cuanto a exportación. Por eso, consideró que tienen más allanado el camino con estos cambios.
El titular de la Amayadap consignó que la cadena de la construcción a raíz del actual panorama está “con un freno”.
En cuanto a los productos muebleros, “se observó una retracción porque las cadenas de crédito se han reducido por las (altas) tasas de interés”, sumadas a la baja del poder adquisitivo para la compra de muebles.
Afirmó que es lo que está sucediendo con el mercado nacional y que todo ello, repercute en las pymes.

Mercado externo
Añadió por lo tanto que la situación en el mercado internacional, es diferente y el tipo de cambio genera expectativas entre los asociados a la entidad maderera de la zona Norte.
Afirmó Gruber que desde que el dólar se cotizó sobre los 28 pesos, devolvió un poco de competitividad, en especial a las que lograron mantener las ventas al exterior.
“Con el tipo de cambio actual están buscando recuperar algunos clientes”, acotó.
También admite que un avance de la devaluación podría provocar un efecto adverso al mercado interno.

Mirando al exterior
“Por ahora, los exportadores necesitan de la competitividad cambiaria para poder acomodarse en el escenario regional y contemplar las competencias de otros países, como Brasil”.
Para volver al mercado externo, afirmó que desde Amayadap “se trabaja en asesorar nuevamente a los socios en el comercio exterior”.
Recordó que muchos habían dejado de incursionar desde 2006.
En consecuencia, deben “volver a realizar los contactos, instalar los productos y analizar las demandas”.
Lo cierto es que están trabajando desde el sector para darle un nuevo impulso, para que los asociados busquen nuevos mercados.
Además, también están tratando de optimizar la cuestión de traslado de la producción hacia los puertos de Rosario o Buenos Aires, hasta que se habilite el de Posadas.