Posadas, al rescate de sus sitios históricos

domingo 16 de diciembre de 2018 | 6:00hs.
La Cámara de Representantes fue refaccionada.
La Cámara de Representantes fue refaccionada.
“Lo que no se conoce, no se valora. Lo que no se valora, no se cuida. Ño que no se cuida, se pierde”, arranca diciendo Elvio Darío Ávila desde el área de Patrimonio Urbano de la Municipalidad de Posadas. “Es un tema importante porque tiene que ver con la sociedad, con la identidad”, agrega.
Si bien entiende que “no hay manual de cómo algo se declara patrimonio”, explica que tiene que ver con el interés histórico, cultural, que sea representativo de cómo se vivió una época y se sostiene “con la intención de preservar la imagen de una ciudad en el tiempo”.
Actualmente en Posadas hay 62 lugares declarados como patrimonio y, comparada con otras capitales nacionales, “es muy poquito como para considerar un casco histórico como tienen ciudades como Santa Fe, Rosario, Tucumán, Buenos Aires”.
En esa línea, lamenta que no haya una conciencia de patrimonio más estratégica.
Un lugar de patrimonio se destaca más allá del valor económico que tiene su construcción, de lo ostentoso que puede ser. El patrimonio no distingue el valor económico, sino el cultural, puede ser una capilla o una casa de madera. “No es únicamente lo que deslumbra, sino todo lo que deje testimonio de la ciudad, de nuestra historia como posadeños”, alega.

Bajo ordenanza
Actualmente, lo que regula y permite conservar algunos edificios con importancia histórica es la ordenanza III-179, que entró en vigencia en enero de 2017.
En su artículo 10 dice que todos los edificios anteriores a 1960 tienen que conservarse. Por eso, cualquier pedido de modificación o cambio debe pasar por el departamento de la ciudad correspondiente al patrimonio: Comisión Asesora sobre Preservación del Patrimonio Histórico Urbano y Arquitectónico de Posadas (Capphua).
Así, edificios como el Tribunal de Cuentas, en la avenida Roque Pérez y calle Buenos Aires, tuvo un pedido de demolición que se impidió gracias a esa ordenanza y ahora se está remodelando pero manteniendo ciertos aspectos como la fachada y el piso, entre otros.
“Hay mucha falta de información”, considera Ávila. “Además, no hay nada a cambio por declarar un edificio como patrimonio, no es que se desembolsa una gran inversión, sino que lo único que el municipio le reconoce es la excepción de los impuestos, que muchas veces a los empresarios no les importa mucho”, suma.
En este sentido, los intereses privados juegan un rol definitorio muchas veces ya que se ve la plusvalía del desarrollo inmobiliario. “Esa es la gran amenaza, el hecho de que no se vea que una casa antigua se puede transformar en un hotel, un hospedaje, en un espacio cultural”, plantean desde Capphua.
“Todos dicen que Posadas, que Misiones son muy jóvenes. Sí, como provincia, desde los años 50. Pero tenemos una historia muy larga más allá de eso, estuvo habitada primero por los aborígenes, después los jesuitas, los paraguayos. Fuimos parte de Corrientes, territorio nacional y finalmente provincia. La arquitectura obviamente tiene plasmado todos estos vaivenes, desde principios del siglo XX y familias como los Barthe, los Núñez, que aportaron mucho a la ciudad”, puntualiza Ávila.
Al mismo tiempo, reafirma la necesidad de concientizar sobre aspectos como la importancia del rescate arquitectónico, que si bien tuvo algunos intentos de reglamentación local, no prosperaron, porque “si no hoy tendríamos otra ciudad”, remata.