Falta de herramientas para la contención familiar

miércoles 21 de febrero de 2024 | 6:04hs.

Mucho se lee en los medios sobre el acompañamiento de los padres cuyos hijos padecen obesidad. Pero poco se habla sobre el entorno familiar que convive y asiste a un adulto de más de 130 kilos.

“En nuestro caso hay una gran disfuncionalidad, implica que nuestro padre, Santiago, se duerma sentado en la mesa familiar, en especial después de comer. Al dormirse tan profundamente se ha caído y lesionado el rostro y los brazos”, relató Lautaro, cuyo padre de 73 años padece de obesidad mórbida hace 15 años.

La madre del joven es quien carga con la mayor parte de las responsabilidades de cuidado. Santiago no puede vestirse sin asistencia de otra persona. Necesita quien le coloque y le ate los zapatos, suba los pantalones, los golpes constantes por caerse hacen que su movilidad se vea reducida.

“Hablo de disfuncionalidad porque, además de la asistencia constante, sus alteraciones del sueño le provocan un fuerte estado de irritabilidad. Es allí donde surgen los atracones alimenticios y las discusiones cuando tratamos de evitar que coma de más”, agregó.

La obesidad de Santiago viene acompañada de patologías como dificultades para respirar, apnea del sueño, hipertensión, colesterol y diabetes, para todas ellas vive constantemente medicado. Sus limitaciones también se hacen evidentes a la hora de necesitar algún servicio médico. Por ejemplo, meses atrás necesitó realizarse una resonancia magnética, pero se encontraron con la barrera de que los centros de diagnóstico permiten el ingreso de pacientes hasta 100 o 110 kilos.

“Eso fue como un shock para el que vino acompañado de una profunda depresión, que luego se tradujo en mayor ingesta de alimentos”, sostuvo.

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