El traslado y los viajes, talón de aquiles para los clubes misioneros

Cuando el handball es el motor para superar las barreras

Ezequiel Tydezke juega en Los Jaguares de Jardín América y espera vender las suficientes rifas para representar a Misiones en el Argentino de Selecciones
domingo 23 de julio de 2023 | 6:05hs.
Cuando el handball es el motor para superar las barreras
Cuando el handball es el motor para superar las barreras

El esfuerzo y las ganas de seguir adelante se ven reflejados en Ezequiel Tydezke (15) un adolescente de Jardín América que juega handball y camina casi una hora para ir a entrenar.

Su entusiasmo por este deporte hace que, a pesar de carecer de recursos económicos, le ponga empeño a todo lo que hace y aún más sabiendo que necesita seguir recaudando dinero para disputar el torneo Argentino de Selecciones -categoría cadetes- que se desarrollará del 7 a 11 de agosto en Mendoza.

Por el momento Ezequiel juntó una cierta cantidad de dinero, pero aún le restan 45 mil pesos para poder decir presente en el certamen.

“Vendo las rifas que me dieron desde la federación misionera de handball para cubrir los gastos. Ofrezco a gente conocida con el apoyo de mis padres y tíos que también me ayudan a vender”, dijo.

El adolescente, estudiante de la Epet N° 7 de Jardín América, tiene clases a doble turno y al salir por la tarde del establecimiento educativo regresa a casa un rato para luego emprender la caminata de tres kilómetros hacia el polideportivo municipal.

“Mi papá es camionero y mamá trabaja de limpieza en una iglesia, siempre están predispuestos a ayudarme”, precisó.

Ezequiel forma parte del club Los Jaguares de Jardín América y detalló que el par de zapatillas que utiliza para jugar es lo más caro que se compró. Así también dijo que cuenta con el sustento de sus padres con el objetivo de adquirir todo lo necesario para integrar el equipo.

Ahora, con la posibilidad de ponerse la camiseta de la selección misionera, no quiere desaprovechar la oportunidad y finalmente juntar el monto que le falta.

Ezequiel empezó a jugar a los once años en la escuela y explicó que eligió este deporte “porque me llamó la atención cuando jugaba mi hermano Franco y quise probar”.

“Siempre vamos los dos, a las 20 debemos estar en el polideportivo así que caminamos casi una hora antes. Las prácticas las finalizamos a las 22, por lo tanto, llegamos a casa casi a las 11 de la noche”.

Juan Imbarrato -izquierda- espera renovar arcos y redes para su equipo.

Por último, Tydezke mencionó que sería un sueño estar en Mendoza y anticipó que quiere vender los 125 bonos que recibió para lograrlo. Las ganas y empeño que pone lo reflejan en la cancha y quiere estar presente vistiendo los colores de la provincia.

Los Jaguares buscan su lugar

Precisamente uno de los entrenadores de Los Jaguares, Juan Imbarrato, describió el esfuerzo diario para seguir adelante, valoró la voluntad de los jugadores y anhela contar con un predio propio para poder practicar la disciplina deportiva.

“La valentía que ponen los muchachos es notable; lastimosamente no contamos con todos los recursos necesarios para que el entrenamiento sea de la mejor manera”, enfatizó.

El equipo jardinense se reúne en el polideportivo municipal de la localidad, aunque las dimensiones de la cancha no son las reglamentarias, por ende, comentó que precisan de un campo de juego: “Faltarían ocho metros de largo, de ancho está bien, pero no podemos traer acá un partido oficial de la federación por esa cuestión”.

Otro factor, además del campo del juego, es contar con todo lo necesario para la práctica de este deporte. Las redes que tienen ambos arcos están rotas, y para reemplazarlas habría que contar con al menos 25 mil pesos. A su vez, respecto de las pelotas, el entrenador especificó que una sola de ellas ronda el mismo precio que las redes, por ende, si deben adquirir los elementos indispensables, la suma asciende a más de 50 mil pesos.

El club pasó por varios sitios, la indumentaria no se cobró a los jugadores y los profesores pagaron de su bolsillo. “Se hizo la adquisición de las camisetas como inversión inicial, pero nunca se recuperó el dinero”, mencionó Imbarrato.

A su vez acotó que empezaron en un predio baldío desde 2011 hasta 2015, luego en el club Jardín América, posteriormente en el Germano Argentino de la localidad y desde 2019 en el polideportivo municipal, en donde se concentran actualmente. “Nosotros requerimos de otro lugar, ojalá en algún momento se nos pueda dar”, remarcó.

Los viajes también son otra cuestión, los chicos golpean puertas para vender los talonarios de rifas y así cubrir los gastos. El profesor explicó que es muy poco el apoyo que cuentan desde el gobierno provincial al recibir los ‘Deporbonos’, por lo que a la hora de emprender la salida a otra provincia para un torneo, deben solventar el traslado con fondos propios.

“El último viaje a Mendoza que fue en el mes de junio, el colectivo nos salió más de un millón y medio de pesos y con la venta de las rifas tuvimos que cubrir todo”, detalló.

A su vez comentó que fue el seleccionado que más kilómetros hizo porque, por ejemplo, Tierra del Fuego se trasladó en avión. En aquel torneo Misiones concluyó segundo perdiendo la final por muy pocos puntos ante Chubut.

Los Jaguares buscan su lugar en el mapa para crecer definitivamente.


Los costos del handball con un foco marcado

Si bien ya está aclarado que el precio de las redes de cada arco y la pelota rondan los 50 mil pesos ($25.000 cada uno), generalmente son los clubes los que cubren los elementos de cada práctica con la cuota societaria que va de $500 a $2.500 por mes.

Cada practicante de handball debe costearse unas zapatillas para piso como en cualquier deporte colectivo indoor. Pero los grandes gastos aparecen cuando una persona quiere dar el salto al semiprofesionalismo y generalmente son los viajes de competencia los que se llevan gran parte del dinero invertido.

Para asociarse a la federación misionera (FMH) cada deportista debe pagar $5.000 por año -$416 por mes-.

Los costos de traslado dentro de la provincia dependen de cada club -no cubre la federación- y esto varía dependiendo del ingenio de cada equipo. “Sin dudas es la parte más cara y la que genera discordia”, remarcó el presidente de la FMH, Jorge Ferreyra.

“El viaje a Mendoza de junio de este año para el Nacional de Menores fue por una semana y cada jugador tuvo que costearse $95.000, en agosto le tocó a los Cadetes y cada uno pagó $120.000”, cerró.

 

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