Matías José Caldez : “La pasión y la perseverancia te llevan a cumplir objetivos”

A través de sus investigaciones sobre daño y regeneración hepática, Matías José Caldez ya trabajó en varias universidades y hospitales internacionales
lunes 17 de abril de 2023 | 3:00hs.
Matías José Caldez : “La pasión y la perseverancia  te llevan a cumplir objetivos”
Matías José Caldez : “La pasión y la perseverancia te llevan a cumplir objetivos”

Matías José Caldez es un investigador graduado de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (Unam). Oriundo de Marcos Juárez, provincia de Córdoba, hizo un gran esfuerzo para conseguir su doctorado en Singapur y una especialización en Osaka, Japón.

Su próximo destino será la ciudad de Ginebra, Suiza, como Gerente de Recursos Científicos para Asuntos Regulatorios en una compañía internacional. Pero antes de irse, visitó la tierra colorada en pos de las bondades que le brindó, por invitación de la doctora Daiana Sanabria de la Agencia Misionera de Innovación.

En diálogo con El Territorio contó que “Misiones tiene algo que muchos tratan de hacer y no pueden. Singapur paga salarios extremadamente altos a los recursos humanos para que vayan y se queden, la retención del recurso humano es difícil, pero Misiones, particularmente Posadas, nos formó a todos nosotros y siempre queremos volver, sin necesidad de tener algún beneficio.

Según relató el egresado, más allá de todos los conocimientos, la universidad le brindó un montón de habilidades blandas que después le permitieron desarrollarse como profesional. Sobretodo en cuanto al manejo de la frustración y cómo sobrellevar la adversidad.  Además destacó que la gente tiene un carisma muy particular, que siempre lo  hace sentir bienvenido.

“Soy del interior de Córdoba, de Marcos Juárez. Me mudé a Posadas y de ahí a Singapur, a Osaka y ahora a Ginebra. Gracias al entrenamiento que tuve con la Unam pude hacer eso”, expresó.

El inicio de todo fue en el año 2005, cuando comenzó la carrera de Licenciatura en Genética. Quería estudiar una carrera de ciencias biológicas porque quería generar ingresos. Por ese motivo,  se mudó a Posadas ya que su mamá y su papá no podían pagarle la universidad privada. El esfuerzo de instalarse en otra provincia, no fue solamente financiero, sino también emocional, sostuvo el genetista.

“Hice los cursos en seis años y tuve un año más de tesis, terminé a principios de 2012”, recapituló el investigador. A su vez, comentó que la beca realizada en Singapur tenía el criterio de ser estudiante, por lo que ya había empezado a presentar sus papeles en noviembre de 2011.

“El 10 de abril es el día del investigador científico, yo me gradué en Genética esa fecha y de doctor en el misma día  también, con cinco años de diferencia”, agregó. Dos días después de presentar su tesis, Matías emprendió viaje con destino a Singapur. Era inicialmente una pasantía becada que le había dado una agencia de promoción científica.

Se trata de una beca predoctoral para que los estudiantes viajen seis meses y después apliquen a otra beca, en conjunto, para hacer el doctorado. “En realidad son premios, porque las becas hay que devolverlas con un sistema de dinero o de trabajo, pero este era un premio que no tenía ese tipo de devolución. En ese momento, también me habían ofrecido irme a Hong Kong y decidí irme a vivir a Singapur”, puntualizó.

Luego de finalizar su doctorado sobre nuevas vías metabólicas de regeneración hepática en el año 2018, fue designado como investigador  contratado por la Universidad Nacional de Osaka, Japón. Allí  trabajó con un reconocido inmunólogo, el profesor Shizuo Akira.

“Consistía en dos partes, una era para descubrir cosas nuevas y, con esos descubrimientos, desarrollar una terapia para resolver un problema de salud. Trabajaba un poco en la universidad y un poco en el hospital, con los pacientes. Las terapias que desarrollamos eran para fibrosis en hígado graso”, detalló el genetista cordobés.

En relación a su nuevo destino, en la ciudad de Ginebra, manifestó: “Es algo distinto. Pensé que iba a ser científico toda mi vida. El trabajo del científico requiere mucho tiempo en el laboratorio y yo creo que tenemos muchísimas otras habilidades que se podrían explotar para generar mayor impacto fuera del laboratorio”.

Por eso,  hizo una introspección y decidió que era hora de darle el lugar a otra persona para que haga el  trabajo y empezar otra etapa. En este trabajo gerencial sostiene que puede  explotar más el manejo de recursos humanos, la escritura y la publicación de recursos científicos que es lo que más me gusta hacer.

En este marco, aprovechó la oportunidad para dar un mensaje a los estudiantes universitarios. “Si una persona con mis características, proviniendo de una familia con recursos muy limitados, porque mi mamá es maestra y mi papá es gomero, pudo llegar a explotar el potencial, cualquier otro estudiante lo puede hacer. Lo que sí tienen que reforzar, es la resiliencia, no darse por vencidos y tener objetivos claros”.

Los objetivos deben ir junto con la perseverancia.  Hay que acostumbrarse diariamente a lo mismo y generar una rutina que va a ayudar a cumplirlos, aconsejó el graduado.

Asimismo, recalcó la importancia de trabajar para alcanzar su potencial. “Generar perseverancia y tratar de desarrollar el máximo potencial obteniendo el mayor beneficio sobre el menor esfuerzo, buscando la pasión; eso te da muchos beneficios con un esfuerzo mínimo”.

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