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“Volver a escuchar es volver a vivir”

Fabián Viera (48) perdió la audición de ambos oídos producto de una meningitis. El implante coclear le devolvió la plenitud

domingo 04 de diciembre de 2022 | 6:05hs.
“Volver a escuchar es volver a vivir”
Fabiàn compartiò su historia.
Fabiàn compartiò su historia.

“Por más que escuches poco y que andes con el aparatito en la cabeza, que llama la atención a muchos, no importa. Lo importante es volver a escuchar y a integrarte, es volver a vivir”.

Concreto, seguro, convencido. Fabián Viera estuvo en ambos lados, es decir, la mayor parte de su vida pudo escuchar con sus oídos sanos, pero en 2019 una grave infección hizo que perdiera la audición en ambos oídos y hoy se vale del implante coclear.

La historia de la pérdida de la audición de Fabián comienza como un accidente doméstico. Comiendo se tragó un pequeño hueso que le terminó perforando el esófago, situación de la que se dio cuenta una semana después cuando las molestias que tenía derivaron en una gran infección que lo trajeron desde Bernardo de Irigoyen -donde residía por su carrera militar- a Posadas donde estuvo internado inconsciente durante dos meses y otros tantos más para poder recuperarse.

“Cuando me interné en el IOT me hicieron una tomografía y al toque salió que tenía algo clavado, con una infección que comprometía todos mis órganos, menos el corazón. Vine en un estado malísimo el 12 de junio (de 2019). Cuando desperté ya era casi en agosto. Tuve muchas complicaciones: el hígado, el riñón, la vesícula. La pasé muy mal”, comenzó contando Fabián a El Territorio.

Dentro del centro médico contrajo además meningitis, que fue la causante de la pérdida de la capacidad de escuchar, que es una de las secuelas de la enfermedad. “A mí, me afectó los dos oídos así que de un día para el otro no escuché más. No escuchaba nada”, relató.

Confesó que el impacto que le produjo fue fuerte, difícil de asimilar, pero decidió tomarlo con tranquilidad porque al lado suyo tenía la contención de su esposa, sus dos hijos y toda su familia.

“Fue fuerte para mí, de un momento a otro perder todo y depender de todos; no poder escuchar, no poder tener una conversación, a mí que me gusta charlar y reírme, no poder escuchar a mis hijos hablar. Yo me sentaba a tomar mate en la ronda y me sentía como un florero porque no podía interactuar con ellos, así que fue un proceso difícil para mí”, compartió.

Es así que a su larga recuperación, que afectó mucho su estado físico (pesaba 84 kilos y salió con 44 kilos), tuvo que sumarle aprender un nuevo modo de comunicarse a la par de volver a caminar y valerse por sí mismo otra vez.

“Para hablar había aprendido, en parte, a leer los labios y por el teléfono, por whatsapp. Yo mi propia voz sí escuchaba, pero el que no escucha y habla, habla fuerte, alto”, dijo entre risas el hombre que actualmente vive en Garupá y presta servicios en el Comando Brigada Monte XII de Posadas.

Fue en septiembre del 2020, luego de una cantidad de estudios en sus oídos que le llegaron los dispositivos para colocarse los implantes cocleares, la única opción que le quedaba si quería volver a escuchar.

La cirugía demoró unas ocho horas, según relató, y aunque después de su accidente doméstico y todas las intervenciones quirúrgicas a las que tuvo que someterse para salvar su vida, confesó que esta última fue la más difícil que le tocó atravesar.

“Perdés la estabilidad neurológica porque tenés algo en la cabeza. Es un peso demás en la cabeza hasta que tu cuerpo se acomode, eso me llevó dos meses, o más, para poder estabilizarme y caminar seguro, sin problemas. Es algo extraño metido en el cuerpo, uno tiene que acostumbrarse a eso y lleva un proceso”, reconoció.

Sobre la diferencia entre escuchar con el implante y hacerlo con el oído sano, sostuvo que es mucha, sin embargo: “Creo que el que escuchó una vez y dejó de escuchar... poder recuperar aunque sea un poquito la audición, no tiene precio”.

La posibilidad de contar con los implantes le devolvió a Fabián la plenitud en la vida. Nada se compara con poder escuchar de nuevo la voz de sus hijos, regresar al trabajo y sentirse útil, compartir experiencias con su esposa, reforzar los vínculos con su familia.

Sobre el convivir en sociedad siendo una persona que tiene limitaciones para escuchar según el contexto, consideró: “Fue difícil también porque las personas no están acostumbradas o preparadas para recibir a alguien que no escucha. Encontras de todo en la sociedad, hay personas que te comprenden enseguida y otras a las que les cuesta entenderte o no están preparadas para tratar. A veces depende de cómo una persona modula o habla, o si hay ruido de ambiente, me cuesta entenderle y si preguntás dos o tres veces, se molesta. Ahí explicás que tenés el implante y entienden”.

Superar la hipoacusia y tejer vínculos Hasta cinco cirugías cada mes: “Hoy en día tenemos solución para todo” “No dejamos de sorprendernos cuando dice una nueva palabra” Herrera Ahuad volvió a oír gracias el implante coclear Un largo camino de imcomprensión hasta la llegada del implante Un siniestro vial lo dejó sordo y espera un giro en su vida "Un diagnóstico a tiempo permite el desarrollo del lenguaje"

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