El negocio de matar

Con la frontera paraguayo-brasileña como epicentro, el sicariato también extiende en ocasiones sus tentáculos más allá de esos límites. Sus características, la opinión de los expertos y los casos más emblemáticos en la historia criminal de la región
domingo 14 de agosto de 2022 | 6:06hs.
El negocio de matar
El negocio de matar

Desentrañar quiénes planifican y posteriormente llevan a cabo un crimen por encargo representa una de las apuestas más fuertes y complicadas para quienes se desenvuelven dentro del ámbito investigativo policial y judicial. Por lo general, quienes se vuelcan a tan clandestina profesión a cambio de dinero con el único fin de tachar un nombre de una lista son profesionales entrenados para no dejar huellas, rastros ni testigos de su rápido accionar. No obstante, lo que más preocupa y engloba a la mayoría de los numerosos expedientes en los que aparecen involucrados los denominados sicarios es la sensación de impunidad que dejan el ambiente, como así también en familiares y allegados de sus víctimas.

“El sicariato es una dinámica que se concentra principalmente en la frontera paraguaya/brasileña, es decir, Brasil como un país que tiene una práctica de sicariato bastante arraigada la traslada a sus países vecinos”, explicó a El Territorio el experto Juan Alberto Martens Molas.

El prestigioso doctor en Criminología e investigador paraguayo dio su visión después de muchos años de tarea de campo en los que pudo conocer al detalle cómo se mueven, qué persiguen y hacia dónde avanzan las organizaciones criminales que operan en Paraguay, Brasil y Argentina.

Es por ello que, desde su óptica, después de décadas de investigar al crimen organizado y los delitos relacionados, Martens Molas insistió de manera categórica en que “donde hay crimen organizado, el sicariato tarde o temprano llega, porque tarde o temprano aparecen los problemas y la forma en que estas bandas resuelven sus problemas es ejecutando a través de asesinos pagos que muchas veces son contratados o directamente forman parte del brazo armado”.

Durante las últimas dos décadas Misiones no escapó al registro de casos en los que los asesinatos a sueldo fueron protagonistas de las principales páginas de los medios provinciales.

El repaso de alguno de los casos más relevantes que propone este matutino nos lleva a Posadas el 17 de marzo de 1999. Allí fue asesinado en su vivienda y de cinco disparos el contador Gerardo Oviedo (41), un profesional que había trabajado en la entonces DGI y había estado relacionado con una estafa millonaria que también involucró al empresario Pedro “Pity” Arrúa.

El caso, que conmocionó a la sociedad posadeña, nunca se esclareció más allá de que en un principio hubo varios sospechosos en la mira.

Por otro lado, en este informe se reconstruirán los hechos que tuvieron como epicentro a Bernardo de Irigoyen, zona que, posiblemente por tener una frontera en la que se puede desaparecer atravesando en simple cordón cuneta y la evidente facilidad de contratar la mano de obra en el vecino país Brasil, registra varios hechos de sicariato.

En lo que respecta al año pasado, vecinos de esa localidad se vieron conmocionados con los crímenes de Juan María López (50) y Rafael Antúnez de Olivera (45).

Ambos ocurrieron en pleno casco urbano y fueron ejecutados por delincuentes en motocicleta que inmediatamente escaparon hacia el límite con Brasil, donde desaparecieron. Fueron ataques certeros en los que la víctima no tuvo ninguna chance.

Además, el conteo de casos también lleva al nombre de Cristian Javier Díaz (31), un comerciante y vecino del barrio Yohasá, de la capital provincial, que durante la madrugada del pasado 8 de mayo fue acribillado a balazos dentro de su propiedad.

El móvil de un asesinato a sueldo basado en distintas investigaciones hechas por la Policía de Misiones permitió llegar a los dos presuntos sicarios responsables del crimen, David Wesley D. O. S. (22) y Gabriel G. D. S. (20), ambos de nacionalidad brasileña, que hoy en día están con prisión preventiva.

En tanto, el último caso a mencionar se registró el pasado 2 de agosto en el barrio 1° de Mayo de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón, donde la víctima fue el empresario y referente político Leonardo César Faviero (38), quien sobrevivió.

Los delincuentes se movilizaban en una moto cross y dispararon siete veces contra la camioneta de Faviero, hecho inédito en el ámbito de la zona Centro.

 

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