Antorcha de la esperanza litoraleña

Por los tiempos que corren, la idiosincrasia de la región expresada en el arte y la cultura viva encendieron esperanza y unión en un anfiteatro que despidió su fiesta
lunes 06 de diciembre de 2021 | 8:50hs.
Festival del Litoral
Festival del Litoral

La cultura más viva que nunca. La comunión que vivió el pueblo misionero esta última semana con la 52ª edición del Festival Nacional de la música del Litoral, en el mítico Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, encendió no sólo la llama festivalera sino además el corazón de todos los misioneros que añoraban ansiosos volver a celebrar los reencuentros con las raíces y los vecinos.

La apuesta avivó a todos y contó con gran participación del público y una enorme variedad de propuestas. Con una nutrida grilla de artistas que puso en escena a reconocidos locales como Rulo Grabovieski, Lira Verá, Los Menchos del Chamamé, la Guitarreada, los Encina y otros tantos, además de las estelares presentaciones de Chango Spasiuk, Los Núñez o Jorge Rojas.

La realización del evento convocó un encuentro con nuestras raíces también desde la danza, las comidas típicas y la vestimenta tradicional que este año se lució con más adeptos que en otras celebraciones.

Familias, amigos, grandes y chicos, todos se acercaron a las orillas del Paraná, en el mismo punto de encuentro de hace más de 50 ediciones, para renovar la esperanza de unión y fraternidad que ni las fronteras políticas pueden limitar. En ese sentido, el encendido de la antorcha litoraleña no sólo representa el comienzo de la fiesta; es también encender esa llama que reaviva el fuego de nuestra identidad.

Como en las anteriores lunas de la edición 2021, la última noche arrancó puntual, a las 20. Minutos antes, los visitantes comenzaban a colmar las gradas del anfiteatro. Pasadas las 21, el predio estaba repleto.

Los encargados de abrir la gran fiesta fueron los bailarines de la Escuela Superior de Danzas, con un cuadro que enalteció la esencia de la fiesta. Seguidamente, entró en escena el grupo Lunagua, que contagió su onda latina y supo llegar al corazón de los presentes.
Los Encina también pisaron el escenario principal. “Este es nuestro festival magno. Gracias a todos ustedes por venir y darle calor al festival, por celebrar nuestras raíces” , dijo el guitarrista del grupo del trío que compartió escenario con Adela Sosa y Alejandrino Vázquez, la pareja de bailarines consagrados revelación en la edición 2018 del festival.

Minutos más tarde, el acordeón de Cacho Barchuk despertó una seguidilla de sapucays y animó a las primeras parejas al escenario, que se despojaron de la timidez y bailaron algunos chamamés rastreros y otros movidos. “Es un regocijo al alma estar compartiendo este escenario con ustedes” dijo Barchuk llevándose el aplauso de todos.

Una misa que reviva las raíces

Con una impronta cargada de historia y emotividad, en un homenaje al gran Ariel Ramírez, el Coro estable del Parque del Conocimiento, un grupo de músicos y el Ballet folclórico del Parque se fusionaron para llevar a escena la Misa Criolla.

“Hacía mucho tiempo que queríamos convivir en conjunto en la misma obra, ya que nosotros también hicimos en algún momento la misa criolla pero la tenemos en otra versión musical”, explicó Luis Marinoni, director y maestro del ballet, refiriéndose a la obra Mater Lacrimosa, que presentaron en varias oportunidades.

Esta vez, con diferentes disciplinas artísticas ensambladas, y la obra en formato de coro, la Misa Criolla representa una poderosa puesta en escena.

La obra incluye en el escenario a unas 45 personas del coro -dirigidas por el maestro Emilio Rocholl-, además de un grupo de instrumentistas del parque y 20 trabajadores del ballet folclórico. La apuesta recupera la primera versión de misa criolla de Ariel Ramírez y es un homenaje al artista, considerando que este año se conmemora el 100 aniversario de su natalicio.

“Cuando alguien dice misa criolla automáticamente se enciende una luz en todo el mundo. No sé si habrá idioma en el que no se ha cantado. Se ha traducido en todos los idiomas que podemos pensar, en el mundo entero, y a partir de allí fue el disparador de muchas misas folclóricas que ese han viralizado en la cultura de los pueblos. La obra es un homenaje a este gran visionario”, explicó Marinoni.

En tanto, desde el punto de vista coreográfico, la presentación está encarada desde la sobria cristiandad de Roma. La protagonista de la puesta es la virgen dolorosa, “una madre que realmente está escuchando las plegarias y rezando por todos nosotros todo el tiempo y en todo momento”.

Al cierre de esta edición se esperaba la presentación de Soledad Pastorutti, pautada para las primeras horas del lunes, cerrando otra edición festivalera.

Antorcha de la esperanza litoraleña
FOTO: Marcelo Rodriguez
FOTO: Marcelo Rodriguez
FOTO: Marcelo Rodriguez
FOTO: Marcelo Rodriguez
FOTO: Sixto Fariña
FOTO: Sixto Fariña
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