Las repercusiones de la suspensión de las clases

Perder la rutina: incertidumbre y enojo en los niños y adolescentes

Estudiantes y padres marcaron que más allá del aprendizaje, las escuelas cerradas impactaron en los vínculos sociales, el humor de los chicos y trastornos para dormir

domingo 06 de diciembre de 2020 | 6:00hs.

Del cierre del ciclo lectivo se desprenden, al menos, dos lecturas: por un lado, los chicos no se enfermaron, señalaron en reiteradas oportunidades infectólogos y pediatras. Por otro, perdieron su rutina escolar, lo cual no es menor porque a ellos les significa la vida en comunidad.

Incertidumbre, tristeza, angustia y aburrimiento son los sentimientos que invadieron a estudiantes de diferentes niveles en este año pandémico. Así lo reveló la encuesta llevada a cabo por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) en todas las provincias, durante en septiembre. El total de la muestra fue de 4.562 y las edades de la población encuestada fue de entre 6 y 18 años de edad. La filial Misiones participó de la muestra y remitió a nivel nacional las respuestas de Posadas, Puerto Iguazú y Eldorado.

El 77% de los chicos manifestó “enojo por algo” en lo que fue este año, marcado por el drama que representa perder el aula, no sólo por la instancia de aprendizaje sino por los vínculos.

“Las tareas escolares y otras actividades curriculares constituyen la respuesta más frecuente -respecto a los motivos del enojo-: 45% global, con un predominio en los menores de 14 años (48%). Mientras que, de acuerdo a la encuesta, “medidas derivadas de la cuarentena, como el encierro, uso de barbijo, constituyen el enojo de los niños especialmente para el grupo de 6 a 9 años.

También se señala en las conclusiones del relevamiento “las críticas a los adultos por incumplimiento de las medidas de cuarentena, lo cual se manifiesta particularmente en el grupo de 15 y 18 años”.

El relevamiento Percepciones y Sentimientos de Niños Argentinos frente a la Cuarentena Covid-19 que, como su nombre lo indica, se concentró en la etapa más estricta del confinamiento, contempló a niños y adolescentes de entre 6 y 18 años, a su vez, se dividió en tres grupos etarios, de 6 a 9, de 10 a 13 y de 14 a 18. La consigna fue un mínimo de diez encuestas por cada grupo.

Yamila Coutinho, directora del Área de Salud de los Hogares de Día en la provincia, reflexionó sobre cómo impactó en niños y adolescentes la suspensión de la presencialidad en la escuela. “Impactó muchísimo en el aprendizaje y más allá. Nos cuesta entender la magnitud de esta enfermedad. Al perder esta rutina escolar los niños perdieron contacto con el docente y con sus compañeros. Esto hizo que sea una situación muy difícil tanto para los niños y adolescentes como para los adultos. Se produjo una ruptura en los vínculos sociales. El confinamiento puso a prueba la tolerancia y la paciencia que fueron palabras muy usadas en este tiempo”, explicó en diálogo con El Territorio. “Hubo una modificación en la rutina de los patrones de sueño”, destacó Coutinho.

Tener un plan
Consultada sobre qué se debe hacer por los niños y adolescentes a partir de ahora ¿cómo guiarlos? Respondió “nos toca a los adultos acompañar, sostener y guiar desde el amor y la tolerancia, ya que es un momento difícil para todas las familias. Es importante ayudar a los niños a sentirse seguros, mantener las rutinas saludables y fomentar resiliencia”.

Por su parte, Amalia Faut, representante en Misiones del colectivo de padres que pretenden el retorno de las clases presenciales y para eso encaran una petición con firmas argumentó la iniciativa. “Entendemos que no se perdieron líneas de clases, aunque la realidad no es la misma para todos, pero sí se perdieron cosas sustanciales en la educación y solo se puede dar en el aula, que son los vínculos y las relaciones humanas. No solamente con sus compañeros sino con sus maestros”, dijo Faut en diálogo con Radioactiva 100.7

“Nadie niega que exista el coronavirus, pero debemos tener un plan, no podemos quedar esperando una solución mágica sino que debemos trabajar para volver a la vida”, señaló, al tiempo que se mostró de acuerdo en un sistema mixto de dictado de clases. “Pero que al menos dos o tres veces por semana vayan a la escuela, tenemos que pensar en los chicos en el aula”, sostuvo.

La solución parece simple pero no lo es: recuperar el espacio físico para restablecer los vínculos. El semáforo epidemiológico y la vacunación contra el Covid-19 son factores clave de cara al inicio del ciclo lectivo 2021. Si bien se anunció que será con 50% de presencialidad falta aún la respuesta más importante: ¿cómo?