El seleccionado misionero llega a este primer partido en el Argentino de selecciones con números no muy alentadores. Su última participación fue hace dos años, en el Campeonato que se desarrolló en Santa Fe y que tuvo al dueño de casa como campeón.
En esa 82° edición del “Más Argentino de los Campeonatos”, el equipo entonces dirigido por Lucas Zurita perdió sus cinco encuentros y rápidamente perdió la categoría, lo que lo marginó del torneo que se disputó el año pasado en Neuquén.
No obstante, un año antes, en Tucumán 2015, Misiones ganó su grupo frente a La Rioja y al campeón defensor Corrientes, pero luego perdió en semifinales ante el dueño de casa y terminó siendo 4° tras caer ante Entre Ríos en el duelo por el 3° puesto.
Así de ciclotímico es el Argentino. Un día tocas el cielo con las manos y al otro te caes del precipicio. O viceversa.
En este sentido, el desafío de Cabeza Santa Cruz y sus dirigidos es justamente tocar el cielo por primera vez y poner el nombre de Misiones en el archivo grande del básquet argentino.
¿Y cómo hacerlo? Misiones tendrá varios puntos a favor.
Primero, el hecho de haber trabajado durante dos semanas ininterrumpidas con casi la totalidad del plantel es algo que ninguna de las restantes once selecciones pudo hacer, por lo que hay una ventaja en cuanto a la conformación de un grupo.
Segundo, haber entrenado y practicado en doble turno durante cinco días seguidos en el Finito Gerhmann permite a los jugadores tener un mayor conocimiento de la cancha, sus medidas, la altura del aro y otros factores que posiblemente resulten decisivos en algunos detalles.
Tercero, después de mucho tiempo Misiones encontró una muy buena respuesta de jugadores que, motivados por dirigentes serios como Nicolás Fulquet (presidente de la Asociación Posadeña de básque) y Román Queiroz (titular de la Federación), no dudaron en sumarse a la causa y conformar un equipo, cuanto menos, competitivo.
Cuarto, la totalidad del plantel misionero viene con ritmo de juego, en plena actividad, un punto que también puede resultar decisivo con el correr de los partidos.
Si esto alcanzará para pelearle a selecciones consagradas como Santa Fe y Buenos Aires, y en menor medida Corrientes –campeón en 2014-, es imposible saberlo. Pero adentro del rectángulo de juego se verán los pingos.

Con el quinteto casi definido
Si bien Santa Cruz probó un sinfín de alternativas pensando en cada partido, todo indica que el entrenador misionero ya tendría en mente la formación inicial que arrancaría ante Formosa. Lucas Gornatti y Alejo Montes en la conducción, Lisandro Gómez Quinteros y Franco Benítez en posición de 3 y José Fabio en la pintura le darían forma a un quinteto que mezcla experiencia y frialdad con juventud y dinámica, velocidad y determinación con potencia y sabiduría.
Esto sin dejar de lado la buena efectividad en lanzamientos perimetrales que pueden ofrecer los propios Gornatti y Montes, además de jugadores como Stéfano Pierotti y Daniel Tabia, entre otros.
Santa Cruz pudo conformar un buen equipo sin una figura descollante, y a diferencias de otros torneos, hay un recambio importante que le permitirá al entrenador buscar distintas opciones con diferentes jugadores.
El primer paso, esta noche frente a Formosa, será clave para alimentar el sueño misionero. Ojalá el pueblo así lo entienda y pueda ser parte de una fiesta merecida. 

El campeón sale al ruedo en el Alto Paraná

Por la zona A, del Argentino, la actividad en el polideportivo Municipal Universitario de Eldorado se abrirá con Mendoza-Córdoba desde las 16 y proseguirá con Tucumán-Entre Ríos a las 18.30.
La gran jornada de inicio culminará con el cruce entre el campeón defensor Neuquén y Chaco, a las 21.
La expectativa de cara a un nuevo Campeonato Argentino de básquet es grande, luego de la recordada coronación en el Ruca Che del año pasado. Pablo Romero, el entrenador de la selección de Neuquén, analizó cómo llega el elenco local y destacó que, pese a ser campeones, tienen “los pies sobre la tierra”.
Si bien opta por ser cauto, el entrenador tiene una meta clara: “Tenemos fe y vamos a buscar el campeonato, ese es el objetivo, pero sabemos que tenemos que ir partido a partido. Así fue en el título anterior y seguramente será así en esta edición”. Los rivales de este certamen que se llevará adelante en Misiones inspiran respeto al entrenador, al igual que en 2017. “Nos tocó una zona compleja con equipos como Mendoza, Tucumán, Chaco, Córdoba y Entre Ríos, que tienen jugadores por doquier”, resaltó.