Hoy son más de 40 los integrantes de Mixed
El fútbol mixto gana adeptos y continúa en pleno crecimiento
En diciembre de 2018, un grupo decidió juntarse, alquilar una cancha e ir a jugar al fútbol. Como suele suceder en este tipo de historias, un amigo trajo a otro amigo. Una amiga trajo a otra amiga y se formó Mixed, un grupo de fútbol mixto, en el que los géneros quedan de lado y sólo importa disfrutar con la redonda.
“Empezamos un grupo de conocidos, de diversos ámbitos, que decidimos juntarnos, pagar la cancha y empezar a jugar. En ese momento no era tan conocido el fútbol mixto y se fueron sumando personas de diferentes ámbitos como la facultad, la danza y el teatro”, recordó Lucía Fretes, una de las organizadoras del grupo.
Hace algunos años las canchas de fútbol 5 eran, prácticamente, propiedad de los hombres. Poco a poco eso fue y aún continúa en constante cambio. Ya no hay un género dueño de un espacio y eso vinieron a dejar en claro quienes se juntar para jugar un partido de fútbol mixto.
“El fútbol es un ambiente ameno. Sí venían a ver a veces, porque era un poco raro. Algunos tenían algunos prejuicios, pero se armó un grupo muy lindo. Algunos se fueron, otros llegaron y hoy somos casi 40 en el grupo”, expresó Fretes.
Los prejuicios venían de afuera, no era algo interno del grupo. Quienes se apostaban a ver como en una misma cancha había diferentes géneros disputando una pelota, gritando un gol y desplegando la mucha o poca técnica que tienen, se fueron acostumbrando.
Pero el fútbol de amigos no solamente tiene que ver con lo que pasa en la cancha. De hecho, el fútbol de amigos es una simple excusa para juntarse y dejar, al menos por un rato, los problemas de la rutina. Sacar lo malo y después encarar de otra manera la vida.
“La idea era venir, jugar, compartir, siempre con respeto y tratando de que sea un espacio para relajarse y divertirse”, sintetizó Fretes.
Una sociedad más justa
El fútbol ha dado muestras a lo largo de la historia de que es un deporte, pero también un espacio, en el que muchas barreras quedan de lado.
El Negro Fontanarrosa y Eduardo Galeano han escrito varios cuentos haciendo referencia a las epopeyas de los que menos tenían ante los poderosos. De los triunfos de las minorías en el campo de juego.
El fútbol mixto deja en claro también que, más allá de la diferencia que se vive día a día entre los géneros, en el fútbol hay un espacio más justo.
“Son espacios en los que los géneros se distienden y vemos una sociedad más justa. Eso pasa dentro de la cancha porque ahí somos todos iguales, las reglas del fútbol son las mismas y es todo parejo”, analizó Fretes, desde su rol de antropóloga.
“Respetamos siempre la paridad y el equilibrio de género en todo momento dentro de la cancha. Somos todos iguales, siempre con respeto. Nunca jugamos por un lado varones y por el otro las mujeres. Todos mezclados. Y hay gente de diferentes géneros también”, agregó.
Mixed significa para muchos de sus integrantes un espacio en el que pueden divertirse sin pensar en qué tan bien o mal llevan la pelota en la cancha. En el que no importa el género, sino las personas y en el que el fútbol es la excusa para integrarse.
Pensando a futuro
Por ahora no hay torneos de fútbol mixto en la ciudad, pero desde Mixed están seguros de que no va a pasar mucho tiempo antes de que aparezcan y ahí estarán, listos para conquistar también ese espacio para que sea más justo.
Con esa premisa se creó el grupo y, según sus integrantes, continuará siendo la base para lo que viene. Pero también apuntan a sumar adeptos, siempre y cuando ponderen más el grupo que la competencia.
Más allá de eso y como el deporte plantea, en general, una competencia con uno mismo, pero también con otros, ya armaron su propio torneo interno.
“Un día éramos 20, alquilamos dos canchas y formamos cuatro equipos. Jugamos entre nosotros, pero como experiencia estuvo bueno”, contó Oscar Balanda, otro de los organizadores de Mixed.
Además de incluir a todos los géneros, en Mixed se jactan de haber tenido presencia internacional. “Yo recibo en casa a mucha gente de intercambio y siempre los traigo a jugar”, confesó Lucía Fretes. “Ya tuvimos jugadores de Venezuela, de Alemania y también de Inglaterra”, aseguró.
Una vez terminada la hora de fútbol 5, cada uno volverá a su rutina, regresarán las desigualdades propias de la sociedad en la que vivimos, pero, al menos por un rato, la redonda fue la excusa perfecta para que no hay distinciones dentro de un campo de juego.
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