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“Si quiere un campeón en la casa, vaya y entrénese”

domingo 02 de junio de 2019 | 6:00hs.
“Si quiere un campeón en la casa, vaya y entrénese”
“Si quiere un campeón en la casa, vaya y entrénese”
Se hace lo que se puede o uno va aprendiendo a prueba y error podrían ser las frases comunes, porque claramente no hay una regla absoluta para ser un gran padre o madre. Se podrá tener una guía, pero en definitiva cómo uno se comporta frente a los hijos puede resultar beneficioso o contraproducente, por eso es importante escuchar a los niños y acompañarlos sin ejercer presión en edades de crecimiento.
Un sentimiento de vergüenza y enojo ante un comportamiento de un referente en un ámbito deportivo debe ser una alarma de lo que se está generando en un niño.
Tras la conquista de la Copa Davis en el 2016, el entonces capitán del equipo equipo argentino, Daniel Orsanic, llegó Posadas para realizar una capacitación y testeo en el Cepard y llamó la atención su convocatoria para charlar con los padres de los jugadores que llegaron desde todo el NEA.
Allí Orsanic, que siempre apuntó al desarrollo del semillero del tenis, fue contundente sobre el rol de los padres y fue hasta el hueso. “El chico aprende en el entrenamiento; lo que no logró incorporar hasta ese momento, no va a aprenderlo por sus gritos al costado de la cancha en el momento de la competencia, por favor, no lo hagan”.
Además, destacó que “seguramente por acompañar a sus hijos ya saben mucho de tenis, pero eso no los hace entrenadores. Apoyar en el rol que le corresponde, no creerse ser entrenadores y dejarlos libres, eso es lo mejor que pueden hacer por sus hijos. Hay que apoyarlos sin exigirles ser números uno, que, convengamos, van a llegar unos pocos en el mundo, pero en el proceso van a ser mejores personas a través del deporte, más responsables en sus actividades cotidianas y personas saludables”.
Esa vez el capitán habló más de una hora ante los padres y hubo intercambio de opiniones enriquecedoras que seguramente a quienes recurrieron a esa charla hoy podrán (ojalá así sea) disfrutar de ver a sus hijos sin generar un malestar en un vínculo tan importante para un deportista.


Los padres entrenadores

La figura que se conoce como padre entrenador no aporta ningún beneficio al menor. Este es el rol que adoptan los padres cuando gritan desde la platea o al costado de la cancha o pileta, cuando motivan al niño a jugar como si fuera un profesional que se gana la vida con ello y cuando corrigen al niño incluso contradiciendo al entrenador.
Estas actitudes generan consecuencias negativas en el niño que hacen que el pequeño deje de disfrutar y abandone la práctica del deporte. Estas son:
• Crean confusión en el niño, ya que por un lado les llega la información de su entrenador (profesional) y por otro el de sus padres. Se da un conflicto de autoridad para el pequeño.
• Se genera cierta presión e inseguridad en el niño deja de tener claro que decisiones son oportunas tomar, disminuye su concentración que dificulta su toma de decisiones y su rendimiento.

El rol de padre entrenador es un papel de carácter negativo que surge en aquellos padres que no suelen ver cumplidas las expectativas que ellos esperan de sus hijos.
Además, no suelen tener ningún control sobre sus conductas, hasta el punto de no ser conscientes del problema que esto acarrea en los niños.
¿Qué se puede hacer?
Los padres entrenadores son adultos que no se dan cuenta de que se están equivocando. Encuentran en ese rol una zona de confort y no se quieren mover de ahí. Por ello, es difícil hacerles cambiar. Algunos consejos:
• El entrenador no debe castigar al niño. El niño sólo reacciona de una manera instintiva. Hay que hacerle comprender que el equipo lo forman los que están y los que están fuera sólo pueden animar.
• Dejar los roles claros. Explicarles lo mismo que a los niños, los padres no saben lo que se trabaja dentro del equipo y que su función es la de animar y no como entrenadores, ya que provocan la confusión de sus hijos.
• Si el padre entrenador no entra en razón y no sabe cuál es su rol, serán los responsables del club o el colegio donde el niño realice la actividad deportiva los que tomen las medidas correspondientes.