Producir mejor y para vender, el desafío del sector agropecuario

domingo 29 de diciembre de 2019 | 6:00hs.
Oriozabala, ministro del Agro.
Oriozabala, ministro del Agro.
Roberto Maack

Por Roberto Maack politica@elterritorio.com.ar

El agro, y fundamentalmente la producción de alimentos, serán clave en los próximos años en la economía provincial. Aquel principio de una provincia autosustentable está más vigente que nunca y así lo manifiesta Sebastián Oriozabala, el ministro del Agro y la Producción de Misiones. Conocedor del sector productivo provincial, por haberlo recorrido y caminado de punta a punta, sabe que la materia prima está. Sólo le falta el último empujón: que los productos cumplan con reglamentaciones básicas para su comercialización, procesos de industrialización adecuados (aunque sea en pequeña escala) y la búsqueda de nuevos mercados o de ampliar los ya existentes.
“Queremos trabajar sobre tres ejes que son trasversales. Tenemos que extender en el territorio equipos técnicos para estar cerca de los productores y acompañar en el territorio a la producción. Además, trabajar sobre la agregación de valor y la industrialización. Y no tenemos que pensar en grandes industrias o grandes inversiones. En muchos casos son pequeñas inversiones que les permitan a los productores generar condiciones de producción bromatológicas sanitarias y le permite gestionar todas las habilitaciones correspondientes para pensar en futuros mercados”, dijo Oriozabala a Radioactiva.
Y menciona como ejemplo la sala de extracción apícola inaugurada en la localidad de 25 de Mayo y el predio para elaboración de azúcar rubia en El Soberbio, que tiene un mercado creciente en las grandes urbes.
La otra pata no menos importante es conseguir mercados. Para eso, cuenta Oriozabala, “la idea es buscar nuevos horizontes comerciales, abrir mercados en otras provincias, observar y analizar qué productos podemos ubicar en otros lugares y obviamente trabajar para que esos productos tengan condiciones de comercialización y aportar herramientas, apoyo técnico, financiero”.
La ganadería es otro sector donde hay mucho por hacer. Días atrás se presentó el plan ganadero provincial que tiene como objetivo, a corto plazo, evitar la fuga de ganado para engorde hacia otras provincias y a mediano y largo plazo, que la provincia sea autosustentable, es decir que se consuma la carne que se produce acá. Una cifra lo explica todo: por año se van a otras provincias 120 millones de dólares sólo en carne.

Balance sector por sector
La yerba. Ha tenido dos buenos años y está por empezar un 2020 con buenas proyecciones. Es el sector que más se destacó en términos de rentabilidad. Viene de un contexto de aumento del consumo interno de yerba y eso se da, en términos generales, porque cuando hay crisis económica, los parámetros de consumo se incrementan. Aumenta el consumo de mate cocido, que es una infusión muy atada al consumo básico.
“También se ha mantenido la exportación de yerba y algunas empresas la han aumentado. Hemos tenido algunas circunstancias o enfermedad como el mal de la tela que ha repercutido en una caída de la productividad de los yerbales en algunos casos. Todo eso lleva a que, obviamente, se equilibre el precio y hoy se esté pagando un precio por encima del oficial establecido. Todo eso es positivo para los productores”.
“Hemos trabajado fuerte en la construcción del sistema de las pymes y las cooperativas sobre todo en línea de créditos con intereses bajos y accesibles para que puedan justamente tener recursos financieros para poder pagar al productor y que esa buena situación de la yerba no se la terminen llevando o concentrando principalmente las grandes empresas sino que también las pymes puedan despegar y aprovechar ese buen momento. Ha sido un buen año para la yerba y estamos previendo un buen 2020 y un buen futuro”, refiere el ministro.
El tabaco. “Ha tenido conflictos a fin de año. La situación del sector es más compleja por la caída del consumo internacional del tabaco. Eso repercute en la recaudación y en el Fondo Especial del Tabaco (FET), que son los impuestos que vuelven a los productores. Justamente esa caída del consumo termina siendo directamente proporcional a la caída de la recaudación. Es un sector que termina más vulnerable, sobre todo para los pequeños productores”.
La forestoindustria. “El sector forestal maneja productos con precios internacionales y depende mucho del consumo interno. La caída de la construcción generó un impacto directo en el sector forestal y los madereros se vieron obligados a reconvertirse. Muchos de ellos han iniciado ventas de exportación, han salido a buscar el mercado internacional. Esto ha ido llevando a que puedan mantenerse en sus costos básicos. Es un sector que estimamos va a ir recuperando con la reactivación económica que propone Nación”, acotó.
El té. Un poco más compleja es la situación del sector tealero, que atraviesa consecuencias de muchas décadas atrás en las que ha habido un proceso de concentración de empresas. “Eso ayudó a que los eslabones más débiles, que son los pequeños productores, y también los procesos intermedios, como esas pymes que hacen té en rama y le tienen que vender su producción a las grandes empresas, se vean afectadas justamente en una dependencia dentro de la cadena de las empresas más grandes. Entonces, la idea ahí es empezar a generar algunas estrategias de desconcentración o fortalecimiento de las cooperativas como mecanismo justamente de ir generando un equilibro en la cadena y de todos los eslabones que participan de ella”.