Caso Candela y el presunto vínculo de una red de trata

Movilizado por la conmoción nacional que se generó a partir de la desaparición de Loan Peña (5) y de quien se sospecha pudo haber sido víctima de una red de trata que lo separó de su familia hace más de 40 días, Pablo Correas de Melo encontró a partir del caso del pequeño correntino un nuevo envión en su desesperado intento por saber qué sucedió con su hija, Candela Agustina. Esta última, con 16 años y cursando un embarazo, el 3 de febrero de 2018 fue vista por última vez en San Vicente, en donde vivía junto a su madre. Y, al igual que lo que ocurre en la vecina provincia, una de las principales sospechas que tiene la familia de la muchacha también apunta como presuntos responsables a una red dedicada a la trata.

En agosto, Candelaria cumpliría 21 años y luego de la visibilidad nacional que tuvo el caso de Loan, el padre de Candela mantuvo semanas atrás una reunión con distintos senadores provinciales a quienes pidió colaboración en la búsqueda de su hija. Y entre varias cuestiones, busca que el expediente que lleva seis años siendo investigado bajo la órbita de la Justicia Provincial ahora sea investigado por la Justicia Federal para que indague más sobre la cuestión de la trata.

Sobre el encuentro que mantuvo con los senadores en la Cámara de Representantes, Pablo Correas de Melo comentó: “Estuve frente a la cámara con la intención de que el caso de mi hija se siga investigando. Estos últimos tiempos la causa estuvo media parada y como no estuve en Argentina la causa cayó un poco y quedó en silencio. A través de la justicia quedó encajonado y con todo el caso del niño correntino Loan volvió a resurgir una vieja sospecha que teníamos. Luego, se contactaron conmigo para saber cómo se movía la causa y es por eso que hoy tuve la oportunidad de llegar y acercarse después de muchos años a exponer mi caso nuevamente”.

Puntualizó que el motivo de su visita fue “más que nada para saber qué pueden hacer para apoyarme y que resurja la causa. Y que el caso pase al juzgado federal. Yo que soy el padre de Candela sigo buscando incansablemente a mi hija, pero necesito el apoyo de todos los que están a cargo de la justicia, porque solo no puedo buscar y es por eso que hoy tuve una charla con el jefe del bloque radical y otros diputados para que el caso de mi hija vuelva a resurgir”.

En diálogo con El Territorio comentó que la hipótesis de la trata siempre estuvo presente, pero los primeros años no se encontraron elementos para sustentar esta cuestión. “Tanto yo como parte de mis hermanas pensamos que podía ser una red de trata la que pudo estar involucrada. Mi hija desapareció en San Vicente, a 50 kilómetros de la frontera y en un lugar estratégico porque hoy uno pasa muy fácil a otro país”.

Apuntó además que, durante el último tiempo, durante las distintas recorridas por comisarías y lugares en donde se sospechaba podría encontrarse un rastro de Candela, el hombre se fue convenciendo más de que faltó muchos aspectos por donde indagar. Y señaló: “El caso de mi hija y de Golemba son algunos de los casos más resonantes de la provincia, pero no tuvieron tanta repercusión como hoy se le da al caso de Loan en Corrientes”.

“Pidieron muchos teléfonos y hasta a mí me sacaron el celular y lo entiendo porque es parte de la investigación, pero considero que no investigó otros puntos quizás importantes”.

Sin avances en la pesquisa

En un tramo de la charla, Correas de Melo indicó que en el marco de su causa pudo mantener recientemente una charla con el fiscal del Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente y también con el juez Gerardo Casco, aunque comentó que no obtuvo novedades importantes sobre la desaparición de la menor.

“Yo siempre seguí buscando a mi hija como el primer día, yo estuve afuera, en otro país, pero donde voy llevo una carpeta con panfletos de mi hija, veo y charlo en las comisarías. Hace seis años y cinco meses que el día a día sigue siendo difícil para mí. Para mi sigue latente lo de la trata, pero como había tantas hipótesis siento que no se investigó lo suficiente y mi hija podría haber estado en la mira de gente dedicada a la trata de persona”, aseguró el entrevistado.

Por otro lado, manifestó: “Yo necesito saber qué pasó con mi hija, yo quiero saber quién fue el responsable de llevarse a mi hija, sea de mi familia o no y tengo mi derecho que se siga buscando. Necesito el apoyo de la justicia y del gobierno, de los periodistas, de todos”.

Por último, al ser consultado sobre la reunión, señaló: “Me fui con satisfacción ya que tuve más atención que en otras oportunidades, sentí mucho apoyo, pero les dije que no me mientan, que me digan si pueden o no ayudarme con esto. Yo no quiero llevarme una esperanza y que después quede en la nada. Yo no quiero que esto sea solo política y que todos los presidentes de bloque firmen. Cuando me reuní con ellos les dije que quería hablar de padre a padre para que sepan cómo yo vivo. Que no se saquen una foto solamente con el padre de Candela para figurar, yo quiero un cambio verdadero”.

Seis años sin Candela

Al momento de su desaparición, Candela vivía con su mamá, Nilda Galeano, en el paraje San Miguel, a unos 14 kilómetros del centro de San Vicente. Lo último que supo la progenitora es que la joven salió de la casa a las 22.30 de aquel 3 de febrero para encontrarse con su novio, que supuestamente la pasaría a buscar. El joven, que en ese entonces tenía 20 años, vivía en Picada Agroforestal, a casi 20 kilómetros de ese lugar.

La madre de Candela, en tanto, cuando fue citada declaró en sede policial sostuvo que su hija le dijo que estaba “embarazada de 11 semanas y que se iba a vivir con su novio”, para lo que “se llevó una mochila con ropa”.

Días después el novio fue detenido y en su declaración testimonial aseguró que no sabía nada de la adolescente y que nunca habían hablado sobre que tenía que pasar a buscarla. Fue liberado a los pocos días, pero nunca dejó de ser sospechoso.

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