Entrevista con Darío Sztajnszrajber en la antesala de su visita a Posadas

"Algo de la narración se fue perdiendo y también hizo que perdiéramos todo ese aspecto más creativo"

El filósofo presentará junto a la periodista Soledad Barruti “Recital de Mitos”, el miércoles 15 en el Montoya. El espectáculo se nutre de milenarias historias y de la reflexión filosófica para llevar por un espacio de sentidos más allá de la vorágine de la sociedad actual
jueves 09 de mayo de 2024 | 16:43hs.
Darío Sztajnszrajber y Soledad Barruti presentarán en Posadas "Recital de Mitos".
Darío Sztajnszrajber y Soledad Barruti presentarán en Posadas "Recital de Mitos".

Darío Sztajnszrajber y Soledad Barruti presentarán en Posadas "Recital de Mitos", un espectáculo que invita a viajar en el tiempo con antiguos relatos que llevar por la belleza, el humor y el rescate de algunas preguntas trascendentales del ser que suelen quedar relegadas ante la vorágine del presente. El show tendrá lugar el miércoles 15 de mayo a las 21.30 en el auditorio del Instituto Montoya, en calle Ayacucho 1962. 

De esta manera, el filósofo y la periodista y escritora (reconocida por sus publicaciones que cuestionan la industria alimentaria) pondrán en escena una propuesta que pone en valor la palabra y la voz y que se nutre de la tradición oral de culturas milenarias y la reflexión filosófica. 

Antes de esta cita en la capital misionera,  Sztajnszrajber habló con el programa Acá te lo contamos de Radioactiva 100.7 y detalló que este "recital" no está compuesto de canciones sino de narraciones que buscan rescatar aquel hábito un poco dejado de lado en estos tiempos de contar y contarnos historias y de detenernos a pensar y a sentir. 

Sztajnszrajber y Barruti además del escenario comparten la vida y se encuentran de gira por el país con "Recital de Mitos".            

¿Cómo surge este espectáculo? 

Con Sole venimos desde dos lugares muy distintos, yo hago filosofía, soy docente, me gusta acercar las ideas de la filosofía a un público más amplio, hay temas de la filosofía que me interesan más particularmente, y uno de los cuales vengo trabajando hace rato es la cuestión de la otredad, quién es nuestro otro, cómo nos relacionamos con lo otro diferente a nosotros. En esa búsqueda me la cruce a Sole, que claramente en su cuestionamiento a la industria alimentaria viene  buscando otras formas de construcción de sentido que no sean las de nuestra sociedad, una sociedad demasiado por ahí preocupada en el rendimiento, lo utilitario, la productividad. Y a partir de ahí encontramos en los mitos un lugar común.

¿Cuál es la importancia de rescatar estos mitos? 

Los mitos, los relatos ancestrales, originarios, están tocando las fibras de algo demasiado humano, que nos pone frontalmente con nuestra condición originaria, con lo que nos hace humanos. Y realmente los dos creemos que en esta recuperación de los viejos relatos griegos, bíblicos, encontramos preguntas que lamentablemente fueron dejadas de lado y que tienen que ver con nuestra relación con el mundo, con el sentido, con el otro, con nosotros mismos. Y esta es un poco la propuesta, volver a estos relatos que muchos ya los  conocemos porque son relatos muy famosos y que siguen vigentes. 

¿Cuál sería un ejemplo? 

El famoso mito del minotauro, que por algo tiene tanta vigencia, por algo lo seguimos escuchando y nos sigue generando una zozobra, una conmoción, ¿qué es este individuo mitad toro y mitad persona incomprendido en el mundo? De alguna manera cuando vas relatando el mito o vas escuchando el relato te vas dando cuenta que también tenés algo de mitad. El minotauro termina representando algo de lo que quizás los seres humanos intentamos negar: que no somos un continuo, que no somos una unidad. Y este mito reverbera en otro lugar que no es solo lo mental sino que nos conmueve y de algún modo posibilita (si nos abrimos a la escucha de lo que el mito trae), nos habilita a pensarnos desde un lugar distintos que el de ser meros números o usuarios de esta cultura tecnocrática en la que vivimos.      

¿De alguna manera intentaron reeditar lo que fueron los antiguos rapsodas? 

Lo que buscamos es recuperar algo mucho más inmediato, que es esa sensación de ser niños y que  antes de irnos a dormir nos cuenten cuentos. Y estos cuentos que siempre quedan por la mitad, porque cuando eras niño te dormías antes del final probablemente, algo de esa información empezaba a ingresar y reaparecía en sueños, reaparecía de modos que uno nos los puede definir tan racionalmente pero que por algún motivo nos conmovía, nos hacía pensar desde otro lugar. Hay algo de ese relato que viene de la antigüedad que es muy distinto al tipo de razonamiento que terminó triunfando en nuestra cultura occidental que hace del cuento, del mito, medio una pavada, como un jueguito, que no incide en nuestra identidad. 

Recuperar la presencia de los relatos en lo cotidiano… 

Nosotros intentamos rescatar esos relatos, porque en la antigüedad eran fundamentales para la construcción de la identidad. Hay algo de la narración que se fue perdiendo y que también hizo que perdiéramos todo ese aspecto más creativo. Hay un filósofo que se llama Byung-Chul Han que en su libro “La crisis de la narración”, dice que uno de los síntomas de nuestra crisis existencial de este tiempo es que dejamos de contar historias y ¿por qué dejamos de contar historias, qué fue lo que reemplazó el acto de contar historias?, dice Byung-Chul Han muy provocativamente: “postear stories”. O sea en esa diferencia entre estar frenéticamente subiendo data, imágenes frontales que no dejan lugar ni al misterio ni a la magia ni al tiempo ni a la demora de lo que es un relato con el que te quedás pensando qué quiso decir y hay algo que te moviliza. Es que básicamente somos hijos de los relatos, y todo relato tiene también lecturas distintas. Por eso además recuperamos en este show algunas historias paralelas, tangenciales, marginales como la de Lilith, esa primera mujer de Adán, ese primer hombre del relato bíblico. En esas historias paralelas a la de Adán y Eva aparece Lilith que era una mujer muy distinta a la forma en que se terminó constituyendo el ideal sumiso de la mujer como complemento. 

¿Qué reflexión tenés sobre este momento angustiante que vivimos como país, con miles de despidos, con caída del salario, con tanta incertidumbre?  

Te puedo decir esto, el otro día en Capital (CABA) en la marcha en defensa de la educación pública nos cruzábamos distintos docentes de distintas instituciones, como decís, es un tiempo muy particular… Simplemente te diría que el rescate de la convicción en lo que hacemos a mí me parece fundamental, en mi caso hacer filosofía por ejemplo. Siempre la filosofía fue denostada porque siempre fue vista como un saber inútil, un saber improductivo. Yo creo que hay algo de la defensa del espacio del pensamiento crítico en primer y único lugar que resulta fundamental, porque de otra forma uno termina creyéndose que realmente tiene que dejar de lado este tipo de vocación y alienarse con el sentido común de época que te exige por ejemplo estar todo el tiempo pendiente de las redes, entrar en peleas que no tienen sentido, ser agresivo con el otro, estar más pendiente de la producción de contenidos efímeros. Desde ese lugar, en nuestra propuesta “Recital de Mitos” con Sole rescatamos estar dos horas contando mitos que tienen 3000 años de antigüedad donde lo que hay son palabras. Yo comencé un curso de filosofía en el Konex y con muchas personas pasamos dos horas analizando una frase Heráclito, es decir, todo lo que hoy se nos dice que no tiene sentido, que no tiene lugar, que es una pérdida de tiempo. Yo por lo menos desde mi lugar que es haciendo filosofía ratificó y más que nunca la necesidad de seguir sosteniendo este tipo de disciplina, de actividad, como algo que puede mostrarse diferente a lo que el sentido común de nuestro tiempo quiere imponer como única verdad.  

"Algo de la narración se fue perdiendo y también hizo que perdiéramos todo ese aspecto más creativo"
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