Caso Ariel Peña: testigo afirma que el vendedor asesinado fue víctima de un secuestro extorsivo

A cinco días de haberse sepultado los restos de quien se cree sería Ariel Antonio Peña, el vendedor informal de 38 años que desapareció a finales de diciembre pasado de Puerto Esperanza, la causa judicial que investiga las circunstancias del hecho mostró una última novedad de relevancia. Y es que según pudo saber este medio con fuentes de la pesquisa, desde la justicia ordinaria se requirió que el expediente continue siendo investigado por la Justicia Federal ya que recientemente surgieron nuevas hipótesis que apuntarían a un supuesto caso de secuestro extorsivo.

La presentación fue firmada por el juez civil Juan Francisco Vetter, quien por subrogación legal durante la feria judicial estuvo reemplazando a su par Martín Brites en el Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú.

Según se supo, la incorporación al expediente de la testimonial de un allegado a la víctima y que afirmó que lo ocurrido con Peña tuvo que ver con un supuesto secuestro, hizo que la Justicia ordinaria decidiera apartarse por cuestiones de competencia del caso. Esto implicaría que el expediente pueda ser investigado en el Juzgado Federal de Eldorado, a cargo del juez Miguel Ángel Guerrero, quien a su vez tiene la potestad de rechazar la competencia. Y por lo cual en los próximos días serán clave para conocer qué sucederá con la continuidad de la pesquisa.

Según reconstruyó El Territorio, Ariel se comunicó con su familia por última vez a las 19.12 del 28 de diciembre y esa fue su última conexión. El hombre, que se dedicaba a la venta informal de artículos, solía recorrer con su camioneta (Chevrolet S10 con patente paraguaya) la zona de Puerto Esperanza, Wanda y Comandante Andresito. Tenía domicilio en el barrio Alegre, de Esperanza, y era padre de un niño. Estaba separado de hecho de la madre del pequeño.

La búsqueda se intensificó en los primeros días del año, con comisiones policiales y gavillas de vecinos que recorrieron montes de distintas localidades y además buscaron trazar sin éxito el camino de Ariel mediante las cámaras de seguridad de la zona. También participaron perros entrenados de la fuerza provincial.

Finalmente el hallazgo se produjo el miércoles 24 de enero, en horas de la tarde. La camioneta estaba en un monte lindante a un pinar del kilómetro 13 de la ruta provincial 19, a la altura de Wanda.

Fuentes consultadas indicaron que el vehículo quedó totalmente incinerado, con las puertas delanteras abiertas. A un costado los huesos completaron la terrible escena que terminó por destruir las esperanzas de los familiares de encontrarlo con vida.

Por otro lado, lo que sí pudo establecer la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense en Posadas es que la víctima tenía tres disparos que ingresaron por el cráneo, lo que obviamente causó una muerte segura. Se trata de un hecho con sello mafioso por el que por el momento no se conoce que haya sospechosos.

"Que en paz descanses y Dios te tenga en su gloria Ariel. Hoy con mucha tristeza nos toca decirte hasta siempre". Ese fue uno de tantos mensajes de adiós para Ariel Peña (32), quien fue despedido el pasado sábado durante una sentida ceremonia que se hizo en Puerto Esperanza

Si bien, como informó este medio, no se pudo establecer científicamente su identidad, los restos fueron entregados a su familia para el velatorio e inhumación en la localidad de Puerto Esperanza. Y quienes acompañaron a la familia se reunieron en el playón del barrio Alegre de la localidad, su barrio, el último sábado por la mañana para luego trasladarlo rumbo al cementerio local.