No tiene sede propia

La familia es marca registrada en Aguará

El club de rugby jardinense proyecta gracias al aporte de personas que se ponen la camiseta ante las adversidades
domingo 07 de enero de 2024 | 6:05hs.
La familia es  marca registrada  en Aguará
La familia es marca registrada en Aguará

Un club tiene gente que aporta su labor cotidiano, algunos desde hace mucho tiempo y otros hace no tanto, pero siempre con el mismo compromiso de seguir adelante.

Alicia Valenzuela es sin dudas un pilar en Aguará Rugby Club de Jardín América. Apasionada de tal deporte, empezó a asistir al club junto a su esposo e hija mayor Clarice Kraus y hoy en día forma parte de la comisión. “Siempre decimos que es la fans número uno de Aguará”, señalaron Rodolfo Poleri, presidente de la institución, y Ricardo Barrionuevo, entrenador del plantel femenino.

Prueba de ello es que sus dos hijas más chicas, Alicia y Fabiana, empezaron a jugar de pequeñas y ya están en categorías juveniles.

“Mi historia en el club inició en el 2016. Llevé a Clarice primero para acompañarla y de a poco me encariñé con Aguará, con todos los jugadores tanto varones como mujeres. Entrenaban todos juntos, les llevaba agua, después me invitaron a cocinar para el plantel e incluso a veces preparé la comida sola pero siempre con mucha alegría por servir”, le dijo Alicia a El Territorio.

Así sus tres hijas empezaron a dar sus primeros pasos en el club, creciendo y jugando juntas al rugby. Alicia mientras tanto no sólo las apoyaba, sino que también brindaba su acompañamiento a otros jugadores para que no bajen los brazos y de a poco se ganó el cariño de cada uno.

Además, con el correr del tiempo se incorporaron las categorías, tanto infantiles como juveniles y mayores, se arrancó con los entrenamientos por separado para una mejor atención a cada uno y Alicia se mostró al lado para que tanto chicos como chicas puedan jugar al rugby y tener todo lo que necesitaban. 

Pero, ¿cómo surgió el gusto por este deporte? Ella contestó que fue por su esposo, que antes era jugador, miraba los partidos con él por tele y cuando quedó embarazada de su primera hija siguieron uno de los mundiales juntos. Eso le encantó y entonces se emocionaba al seguir a Los Pumas. Por lo tanto, le quedó el gusto por esta rama deportiva y sus tres chicas eligieron el rugby por el papá, y ella ahora acompaña a los cuatro en esta pasión por la ovalada.

“Somos un club muy pequeño, pero las chicas en Aguará la verdad dieron la nota por todo el sacrificio que hacen. Hace pocos años trajeron la Copa de Oro en el Nacional de Clubes”.

“Es un equipo que no tiene cancha propia, no tenemos lugar para entrenar, la Municipalidad nos presta para que los jugadores tengan un espacio, por eso estamos luchando para que se pueda concretar tal anhelado sueño que tenemos”, dijo la madre de las tres rugbiers.

El club tampoco tiene sede  social propia, por lo tanto las reuniones se hacen en la casa del presidente y el deseo que tienen es contar con un espacio físico que sea exclusivo de la institución deportiva.

Para los viajes a distintos torneos, como los que participaron en Córdoba y Resistencia, Alicia también está siempre presente para juntar fondos, a la par de los padres de otros jugadores.

“Yo amasé fideos para vender y juntar dinero, hice tortas y se hizo una ayuda mutua entre todos”, dijo y añadió: “Ojalá esto pueda ser una vía para que nos den una mano y concretemos el predio que necesitamos para la vida de muchachos y chicas que se esfuerzan diariamente para jugar”.

Por último, dijo que Aguará es parte de su vida, dará todo por el club como lo viene haciendo desde que empezó y se mostró agradecida por el acompañamiento que reciben sus hijas como jugadoras.

“Yo invitaría a más jóvenes a que se sumen, algunos piensan que es un deporte agresivo y no lo es, mis hijas juegan desde chicas y si bien tuvieron alguna lesión pero las apoyamos para que se recuperen y sigan, porque prefiero que ellas estén ahí en una actividad que les sirva en la vida”, cerró. 

 

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