Ayer acto de restitución en San Ignacio

Justicia patrimonial, el Frontis 2 volvió a casa

Con autoridades nacionales, provinciales y locales se oficializó la devolución de esta pieza fundamental de las reducciones, que desde 1901 estaba resguardada en Buenos Aires con el ánimo de ‘preservarla y acercarla al mundo civilizado’
jueves 21 de septiembre de 2023 | 5:30hs.
Justicia patrimonial, el Frontis 2 volvió a casa
Justicia patrimonial, el Frontis 2 volvió a casa

El raconto histórico detallado y sin desperdicio alguno que dio Esteban Snihur sobre las peripecias que transitó esta reliquia es digno de una película que combina acción, sacrílego saqueo y que despierta, a su vez, sentimientos de impunidad, ironía e indignación. “Una tragedia que padeció esa placa en más de un siglo”, según comenzó graficando Snihur.

La idea primigenia de sacarla de su lugar original se remonta a 1882, cuando desde el gobierno nacional se solicitó extraer las dos placas de la fachada del templo de San Ignacio para llevarlas a una feria continental de industria, de la que participaban diversos países, y exponerlas ante el mundo. Sin estudio de su peso, composición ni nada por el estilo, al arrancarla del templo en diciembre de 1882, se quiebra irremediablemente y queda, así como se ve actualmente, partida, tirada entre escombros. Luego, en 1887 llega a Misiones Adolfo de Bourgoing con la misión de recolectar todas las obras de arte que pudiera para llevarlas al Museo de Ciencias Naturales de La Plata.

“Textualmente el instructivo decía  -y esto es importante remarcarlo para entender el porqué estas piezas fueron a terminar en Buenos Aires- que había que rescatar esas obras de arte del marco salvaje de la selva y del contexto de una población inculta y llevarlas a los grandes centros urbanos en donde el hombre civilizado podría apreciarlas correctamente. Así se fundamentó esa partida de la placa y de otros objetos”, sentenció Snihur.

La reliquia ya se expone en el Museo de la Misión Jesuítica de San Ignacio Miní. Fotos: víctor hugo paniagua

Aunque De Bourgoing no pudo asirse de este Frontis ya extraído, por lo que implicaba su traslado de acuerdo a su dimensión y peso, sí se llevó  otra placa que estaba sobre la puerta de la sacristía y que hoy continúa figurando entre los objetos del Museo de La Plata. En su paso por San Ignacio, Apóstoles, Concepción de la Sierra, San Javier, Mártires el enviado de La Plata se llevó un total de 34 piezas de Misiones, a pesar de la resistencia activa que puso en ese momento el pueblo del territorio.

Finalmente, como marca la historia más recientemente divulgada, en 1901 con los recursos acordes y la dirección de Carlos Pellegrini, el Frontis 2 se traslada a la Capital Federal. En ese mismo proyecto, según recordó Snihur se planteaba extraer y trasladar la placa que tiene la imagen del bautismo de Jesús y se encuentra sobre el baptisterio, como así también “cortar” la puerta de la sacristía para poder rearmarla en la gran ciudad. “Aún podemos ver los golpes y el intento de despegar la placa del baptisterio que terminó destruyendo la imagen prácticamente”, explicó el historiador.

El claro análisis de Snihur profundizó en que el valor simbólico no era objeto de observación. Siempre “bajo ese típico concepto de civilización y barbarie, la pieza era valorada exclusivamente como objeto de arte sin ver allí la mano del guaraní o esa experiencia jesuita guaraní”. Por eso, remarcó con énfasis que el hecho de que la placa finalmente esté de nuevo en Tierra Colorada, implica “reintegrarle el valor original que tuvo, verla ya no sólo como una obra de arte sino como una obra de las manos de esos guaraníes que habitaron esta reducción. Guaraníes que la tallaron y que hoy están sepultados aquí en el cementerio de la reducción”, cerró invitando a que este sea el primer paso de muchas otras restituciones.

Con este marco histórico, en un día en que la sensación térmica escaló más que las emociones, el pueblo y los funcionarios parecieron quedar a la par bajo el mismo incendiario sol de poética justicia social. Aunque, en el escalafón más vulnerable, los escolares a cargo de las banderas de ceremonia fueron víctimas del agobiante clima.

Tras los discursos de diferentes referentes estatales como Joselo Schuap -detrás de este insistente pedido de devolución que finalmente dio su fruto, después de muchos intentos previos-, el gobernador Oscar Herrera Ahuad y el ministro de Cultura de Nación, Tristán Bauer, el mensaje resonante es que esto marque un precedente e inicio.

Tras concretar este hecho histórico que superó escollos legales, administrativos, políticos y demás, se busca poder rescatar otros objetos de gran valor como por ejemplo la primera imprenta tipográfica del país, construida en la reducción de Loreto en 1700 y actualmente ubicada en el Museo Histórico Nacional del Cabildo.

Retomando el mensaje de Snihur sobre el hecho de que las Misiones Jesuíticas le dieron una alternativa distinta y más digna al guaraní dentro del mundo colonial, Bauer recalcó la importancia de construir un futuro justo y federal, sobre la base de la historia y la memoria.

“Todos los días tenemos que luchar contra el colonialismo cultural. Pero tenemos que responder con la diversidad y no puede haber diversidad cultural sin federalismo”, marcó al destacar en principio que  la restitución “significa un acto de justicia”.

“Este pasado muestra lo que somos capaces de hacer. Y en esa memoria y desde esa memoria es como podemos construir futuro. Atahualpa Yupanqui lo decía de manera muy hermosa: ‘En nosotros nuestros muertos, para que nadie quede atrás’. Por supuesto que lo que queremos es futuro y esperanza, pero con esta memoria, con la memoria de la Esma (cuyo museo recordó previamente fue proclamado anteayer Patrimonio de la Humanidad) y con las memorias luminosas que tiene este país”.

Bajo históricos ecos que revalorizan la identidad, ayer finalmente quedó oficializado el emplazamiento de la piedra con el emblema de Jesús Salvador en el Museo de San Ignacio Miní. Su traslado desde el Museo Histórico Nacional -donde permanecía desde hace años- al taller de restauración y finalmente a Misiones debió hacerse con riguroso cuidado, cada una de las cinco piezas que hacen a la imagen fueron dispuestas por separado en compartimentos especiales. Además, el equipo de restauradores nacionales y locales puso a punto la selección de una variedad de elementos que se exhiben actualmente en ese espacio, junto al recientemente recuperado Frontis.

Un hito en la construcción del federalismo argentino. 

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