Se conocieron los argumentos del fallo contra expolicías

Tras sentencia, claves de la nueva hipótesis por el crimen de Carmen

Para el Tribunal Penal Dos, Carmen Mirta Rosa (47) fue asesinada luego de que Villalba y Rotela la abandonaran y se fueran. El testimonio de Chinito, central
viernes 08 de septiembre de 2023 | 11:45hs.
Tras sentencia, claves de la nueva hipótesis por el crimen de Carmen
Tras sentencia, claves de la nueva hipótesis por el crimen de Carmen

El Tribunal Penal Dos de Posadas dio a conocer los argumentos de la sentencia contra los expolicías Gabriel Villalba (36) y Luis Albino Rotela (44), acusados de abandonar a Carmen Mirta Rosa (47), quien fue hallada sin vida en una cancha del barrio Los Potrillos, de Garupá, en febrero del 2013.

 La misma se dictó tras el juicio oral y público el 23 de agosto y condenó a los imputados a penas de 4 y 2 años de prisión, respectivamente, aunque seguirán en libertad y la cumplirán cuando quede firme. A ambos se los acusa de abandono de persona, mientras que Villalba también sumó falsedad ideológica.

Como se sabe, los dos trabajaban en la Comisaría Quinta de Garupá al momento que ocurrieron los hechos. Al respecto, el paso de los años hizo que se declarase la prescripción de la acción penal en relación al delito de incumplimiento de los deberes del funcionario público, según el documento al que tuvo acceso El Territorio.

 Entre los elementos más destacados de la sentencia, el Tribunal consideró que Carmen fue asesinada. (...) “la causa de muerte de la señora Carmen Mirta Rosa de Zarza, se corresponde a una muerte violenta, no siendo materialmente posible que el trauma que la misma presentaba en el rostro fuese a razón de una caída, al igual que el trauma vesical, es decir se descarta en toda medida la hipótesis de una muerte natural”, señaló el juez Gregorio Busse en su voto, al cual sus pares César Yaya y Fernando Verón adhirieron.

Esta afirmación podría considerarse lógica, pero pone aún más en evidencia que no se investigaron hipótesis alternativas o los verdaderos responsables de esa muerte.

 Tampoco hace diez años se determinó que investigue otra fuerza, tal y como ocurre cuando policías están sospechados y como también lo pidió la familia.

Al respecto de estas heridas, Busse señaló que no pueden atribuirse a los imputados. “Habiéndose probado que quienes habrían dado muerte a la víctima no son los aquí juzgados, no habría razón para presumir que los imputados tuvieran intención de disimular tales heridas, puesto que ellos no las habrían cometido”, zanjó.

 Si bien la imputación inicial contemplaba un crimen, eso fue descartado por el fallo de un Tribunal meses después. Por esta razón Rotela y Villalba no llegaron a debates acusados del asesinato de la mujer, sino de abandonarla, aunque tampoco se avanzó a quienes lo hicieron. Hasta ahora.

 Como se sabe, el Tribunal accedió al pedido del fiscal Vladimir Glinka y  dispuso que se remita la causa a su origen para investigar a tres uniformados que pertenecían a la Brigada de Investigaciones en aquel momento por “homicidio calificado criminis causa, tortura e incumplimiento de los deberes públicos y falsedad ideológica”.

 Quienes aparecen en escena ahora son José María Bernal, Emilio Broemser y Adrián Borda. Ellos declararon en el juicio como testigos y entraron en muchas contradicciones. Las actuaciones judiciales serán giradas al Juzgado de Instrucción Siete, donde diez años después se iniciará todo otra vez.

 Para el Tribunal -que consideró que para las defensas y fiscalía también- no hay dudas que Rotela y Villalba subieron a Carmen al patrullero luego de que una familia los requiriera al decir que había llegado a su casa desorientada y cansada para sentarse a hablar sin más en la galería.

 Luego salieron en dirección a la ruta nacional 12, donde finalmente la dejaron.

 Ambos acusados lo confirmaron en la sexta jornada del juicio.

 “La señora se subió a la camioneta, se cerró la puerta, salimos por Santo Pipó lento para ir dialogando con la señora. Ella me respondía tranquilamente”, expresó Villalba. Entonces, aseguró que llegando a una colectora la víctima le dijo que en esa zona vivía una cuñada o hermana -no recordaba-. “¿Me puedo bajar?”, pidió Carmen según su relato, por lo que decidió dejarla ir.

 Secuencia incompleta

 A partir de ese punto es donde se deberá concentrar la nueva investigación. Lo que señalaron los imputados -y confirman varios testigos- es que cuando volvían a la base se cruzaron con la Brigada de Investigaciones. Es decir, muy probablemente ese trío de policías también se cruzó en el camino de la víctima. 

 Así lo reconstruye el Tribunal: “En tales circunstancias, es abandonada. En ese lugar que ella ya le tenía desconfianza desde antes, tal como manifestara su esposo ante este tribunal. Minutos después, nos dice Chinito, aparece una mujer que se acerca al vehículo de la Brigada, momento en el que hipotéticamente la brigada le estaba solicitando mediante golpes al nombrado que diera información de donde se encontraban elementos que habían sido sustraídos.

 Esa mujer, sería la víctima, ya que “habiendo sido abandonada por los aquí juzgados, la misma no camina con dirección a lo de su cuñada, es decir, con destino a la Avenida de las Américas, sino que vuelve sobre la calle Luis Dellepiane, para salir nuevamente a la ruta. Recordemos que el vehículo de la brigada ya no se encontraba en frente al domicilio de la señora Miranda Gladis Mabel, preguntándole al hermano si no le había comprado un equipo de música a Chinito, sino que estaba en la curva del hogar/instituto Belén, es así que la señora Mirta Rosa, debía pasar por allí para poder salir del barrio al que tanto temía.  Es en ese momento donde se acerca al vehículo de la brigada, con todo lo dicho anteriormente”, detalló Busse.

 El magistrado dejó en claro  respecto a Bernal, Broemser y  Borda que “deliberadamente la mención a lo dicho por los mismos ha sido omitida en esta pieza procesal toda vez que como hemos visto, el señor Fiscal del Tribunal, solicito la remisión de copias certificadas de las actuaciones como de la presente sentencia para ser enviadas a la instrucción, a efectos de que se proceda a continuar la investigación y acusación en relación a los nombrados por la supuesta comisión de diversos delitos inherentes a las circunstancias en que se dio la muerte de la Sra. Carmen Mirta Rosa de Zarza. Por ello no siendo materia litigiosa del presente debate, considerando, que una vez indagados han de encontrarse amparados por el derecho a no autoincriminarse, y entendiendo que sus testimonios en medida alguna son necesarios para resolver la presente, es que se procediera en tal manera”.

 Qué dijo Chinito

 Volviendo a lo que pudo haber ocurrido con Carmen luego de que los uniformados la dejaran en la colectora, los jueces se apoyaron sobre todo en la declaración de Walter Velázquez, conocido como Chinito.

 Se comprobó en el juicio el día del hecho del hecho estaba detenido en la Quinta y fue sacado de su celda por los uniformados de la Brigada.

 Chinito también refirió al momento en el cual se cruzaron con los efectivos de la Quinta en la mencionada calle angosta y expresó que luego “los de la Brigada detuvieron el auto y me empezaron a pegar”, a lo que cinco minutos después apareció una mujer, quien les preguntó a los efectivos el motivo por el cuál lo golpeaban.

 Entonces “Borda le dijo ‘cállese la boca señora, váyase de acá. Usted no sabe nada’ y se pusieron a discutir con ella”.

 Chinito acompañó su declaración señalando un mapa que le facilitó el fiscal Glinka y expresó que no pudo ver a la persona que fue a preguntar por qué le pegaban debido a que Bernal le agarró la cabeza y lo mantuvo dentro del Chevrolet Corsa en el cuál se movilizaban.

 Los que se bajaron fueron Broemser y Borda, para seguir discutiendo con la mujer.

 “Se quedaron a discutir un rato y después no escuché más nada”, declaró el testigo, agregando que “15 minutos después volvieron al auto y no me golpearon más, ni nada y me llevaron a la comisaría”.

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