El Decano y Candelaria, finalistas de la Liga

Finalmente el Torneo Clasificatorio de la Liga Posadeña de fútbol conoció ayer a sus dos finalistas: Atlético Posadas y Candelaria. El Decano igualó 1-1 con Jorge Gibson Brown, en su estadio, y gracias al 1-0 que cosechó en el partido de ida de semifinales logró abrochar el boleto a la gran definición.

Por otra parte, en el Tito Cucchiaroni de Rocamora, Candelaria aguantó el 0-0 como en la ida y dejó en el camino a Bartolomé Mitre desde los doce pasos. Fue 0-0 en el global y 4-3 en los penales.

 Atlético Posadas saborea su buen presente. Lucha hasta el minuto final; cuando está entero y puede, juega; y en momentos en que el físico le empieza a pasar factura, resiste. Así pasó a la final de la Liga tras igualar 1-1 con Brown.

 Ayer, como local, tuvo que bancarse que el Verdirrojo le tiró toda la munición que tenía a mano y si bien las variantes no oxigenaron lo suficiente, se puso en ventaja comenzado el complemento por intermedio de Juan Sanabria y puso en aprietos al Decano.

 Fue el momento en que la moneda fue lanzada al aire y no se sabía para qué lado caería. Porque Brown, con la desventaja de la ida, generó las mejores ocasiones y pudo haberse puesto en ventaja antes. Y cuando lo hizo parece que le despertó a su rival, que halló buena sintonía con los ingresos de Gastón Torres y Gerardo Francia (autor del gol en la ida).

 A partir de allí, el equipo que conduce Juan Eluchans empezó a insinuar con pelotas al espacio, fundamentalmente porque Brown tuvo que adelantar líneas y cambió el dibujo táctico, ya que por momentos defendió con tres en el complemento.

 Con las cartas jugadas, el que estuvo pícaro fue Alejandro López, quien desairó con el cuerpo a un rival y metió el centro-asistencia para Ortega Solís, quien estampó de cabeza el 1-1.

 A partir de ahí, el partido comenzó a romperse y se volvió más emotivo. Brown exigió a la defensa local y halló un par de remates de media distancia. Hasta hubo tiempo para la polémica cuando se reclamó mano dentro del área del Deca ante centro de Fesztein. Incluso, el propio delantero dejó a todos paralizados con una media vuelta que se fue muy cerca.

 Pero Atlético Posadas resistió. Juntó líneas y apostó a la contra hasta que las piernas dijeron basta. Empezó a mirar el reloj, su gente acompañó con cánticos y supo mantener la pelota en los instantes finales. Por eso el desahogo final, un festejo que se asemejó al de una final.

 La final tendrá partidos de ida y vuelta, el primero se jugará en Candelaria -el próximo domingo a las 16- y el segundo en la cancha del Deca -día y horario a confirmar-. Cabe resaltar que en caso de persistir la igualdad, el cetro se definirá desde los doce pasos.