“Nos preparamos para la helada, pero nos arruinó la tormenta”

“En un minuto se perdió el trabajo de años. Es muy triste, como que dan ganas de bajar los brazos. Pero en la chacra es así: si no es la seca, es la helada o tormenta”, reflexionó Cecilia Giménez (51), productora de la localidad de Mártires que se vio seriamente afectada por las inclemencias climáticas del último miércoles.

La intensa tormenta de lluvia y viento que azotó la zona destruyó la cobertura de su huerta y afectó los cultivos, lo que se tradujo en un enorme daño económico.

Según estimó la propia damnificada, sólo en mediasombra tuvo un perjuicio que ronda los 100 mil pesos, sin contar las verduras que perdió.

A media mañana de ayer, mientras evaluaba los estragos que dejó el temporal, Giménez se mostró abatida y reconoció que no sabe si volverá a sembrar, aunque tampoco lo descartó de plano.

En diálogo con El Territorio, comentó que “uno sabe que depende de los caprichos del tiempo, pero le pone tantas ganas y tanto amor, que cuando pasa algo así te deja el ánimo por el piso. Aparte la pérdida es mucha, uno cuenta con esa platita de las verduras”.

La chacra de la familia se ubica sobre ruta provincial 103, lindera al cementerio de Mártires. En la huerta sembraron lechuga, acelga, repollo, rúcula, cebollita de verdeo y perejil que comercializaban en la feria franca local y el mercado concentrador de Oberá.

“Mi hija se encarga de la venta en el feria y yo en el mercado. Nuestras verduras siempre se venden bien porque son totalmente orgánicas y eso se siente en el sabor”, puntualizó con inocultable satisfacción.

Solidaridad, a pesar de todo

La imagen de la media sombra destruida sobre las verduras aplastadas genera impotencia, pero en las chacras están habituados a padecer este tipo de contingencias climáticas que en un abrir y cerrar de ojos sepultan el trabajo previo.

La paradoja del caso es que este año aún no se registraron heladas en la zona Centro, en previsión a lo cual colocaron la cobertura.

En tal sentido, la productora explicó que “la media sombra es buena para el sol del verano y para cubrir de las heladas en invierno, pero este año todavía no heló. Nos preparamos para las heladas, pero al final nos arruinó la tormenta”.

El temporal dañó la gran mayoría de los cultivos, sobre todo las verduras de hoja, como lechuga, acelga y rúcula.

Giménez y su esposo recolectaron lo que pudieron para el consumo propio, repartir con familiares y vecinos, como suele hacer la gente de la chacra, siempre solidaria a pesar de todo. El remanente será destinado a los animales.

“La intención es aprovechar lo máximo que se pueda, pero no quedó mucho que sirva. Y para vender poco y nada”, señaló.

Sacando cálculos en base a la inflación y los precios actuales, indicó que “para volver a colocar media sombra tendríamos que gastar unos cien mil pesos, que para nosotros es imposible. En su momento pudimos poner porque tuvimos ayuda del Ifai (Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial), porque de otra forma no podríamos”.

Además de la huerta, la familia cría algunos animales para consumo propio y venden leña, a la vera de la ruta.

“La verdad estoy pichada, pero como me dicen mis hijos: ‘mami, mañana seguro empezás de vuelta porque tu huerta es tu vida’, y la verdad que tienen razón. No puedo quedar quieta”, reconoció con una media sonrisa.