La moto está restaurada y forma parte del Museo de Motos y Biciclos

Tras 15 años, Don Cáceres se reencontró con su vieja compañera de aventuras

Hace mucho tiempo, Damián Cáceres le vendió su Siambretta 53 a Omar Ocampos -responsable del espacio y de la restauración-. Ahora, totalmente recuperada, el reconocido vecino de Eldorado visitó el museo y pudo volver a subirse a su motoneta
martes 16 de mayo de 2023 | 4:30hs.
Tras 15 años, Don Cáceres se reencontró con su vieja compañera de aventuras
Tras 15 años, Don Cáceres se reencontró con su vieja compañera de aventuras

Damián Cáceres es un reconocido personaje de Eldorado. Conocido en todos los rincones de la Capital del Trabajo como Don Cáceres, sus historias y aventuras lo convierten en una leyenda del pueblo. Vive en la ciudad desde siempre y es muy querido por los vecinos.

Y el pasado fin de semana Don Cáceres visitó el Museo de Motos y Biciclos y allí, para su sorpresa, se reencontró con su gran amiga y compañera de aventuras, su legendaria motoneta. Se trata de una Siambretta de carga modelo 1953 con la que recorrió incontables veces tanto Eldorado como Colonia Mado y Victoria, y a la que no veía desde hacía unos 15 años.

Es que, luego de haber vendido su vehículo a Omar Ocampos -encargado del museo y restaurador de motocicletas- Don Cáceres no volvió a ver su motoneta. “En varias oportunidades intenté comprársela para restaurarla y ponerla nuevamente en pie, ya que se encontraba abandonada y bastante deteriorada. También le expliqué que la moto no iba a ser usada sino que estaría exhibida en el museo; pero nada lograba convencerlo”, dijo Ocampos en diálogo con El Territorio, destacando que le llevó mucho tiempo convencer al dueño de desprenderse del vehículo.

Finalmente, hace unos 15 años, Don Cáceres accedió a vender su preciada moto y Ocampos se encargó de llevar adelante un largo proceso de restauración y puesta en valor. “Tras un tiempo de intentar el negocio, decidió venderme el vehículo porque la moto seguía deteriorándose, le ocupaba espacio y se estaba echando a perder. Y Don Cáceres tampoco quería que su querida moto terminara de esa manera”, explicó Ocampos. Y agregó: “Así comenzó el trabajo de restauración que fue bastante arduo porque se trataba de un vehículo antiguo, con poco mantenimiento, y además le faltaban muchas piezas”.

La Siambretta estaba podrida en algunos sectores, bastante corroída, tenía el motor partido, y estaba sin caja de cambios. “Estaba en muy malas condiciones en general, ni hablar de pintura y detalles”, describió el reparador sobre el vehículo que hoy es una de las estrellas exhibidas en el museo y tiene además una breve reseña que cuenta toda la historia de la moto.

El reencuentro
Don Cáceres dice tener más de 100 años de vida, aunque no lo prueba con su documento. También asegura que a lo largo de tanta experiencia lleva un sinfín de anécdotas en su memoria. Y a pesar del paso del tiempo, continúa activo y muy lúcido y es común verlo recorriendo las calles de la zona oeste, realizando compras a pie.

En uno de esos paseos, grande fue su alegría al reencontrarse con su querida moto, sobre todo, porque también pudo volver a subirse al vehículo, reviviendo toda una vida de recuerdos.

“Yo era carpintero y recorría la zona de Mado y Victoria en la motoneta ya que allí llevaba mis herramientas de trabajo”, dijo recordando que la usaba todos los días. “También en una época la utilicé para repartir garrafas de gas o hacer otros trabajos, es una batallera. Incluso la usaba para ir a pescar y más tarde vendía y repartía pescados con ella”, agregó el vecino destacando que en ese momento también tenía un auto, pero prefería utilizar la motoneta. “Estoy muy contento de que esté en el museo, porque encima quedó muy bien y linda”, deslizó con alegre nostalgia.

Es que el vehículo lo acompañó durante muchos años de su vida. Asimismo, en varias ocasiones debieron separarse, ya que Don Cáceres vendió su moto en tres oportunidades -antes de dejarla en el museo-. Pero siempre volvió a recuperarla.

Por eso, el vehículo cuenta con una breve reseña que se exhibe al lado de donde yace expuesta, describiendo la historia de la moto y su dueño, dos inseparables a pesar de las circunstancias.

“Don Cáceres tiene muchísimas anécdotas con su motoneta. Pero lo que más llama la atención es las veces que vendió el vehículo y las veces que volvió a recuperarlo. En tres ocasiones tuvo que vender la moto pero lo curioso es que volvió a comprarla otras tres veces porque sus nuevos dueños decían que no la podían manejar o quizás porque él la aprecia mucho”, dijo Ocampos destacando que entre idas y vueltas, la Siambretta siempre estuvo en la vida de Don Cáceres.

Y ahora, el vecino puede pasar las veces que quiera por el museo para visitar a su vieja amiga, exhibida con todos los chiches, bien cuidada y a la vista de los ojos de todo el pueblo, que se maravilla con el vehículo.

El Museo de Motos y Biciclos de Eldorado se encuentra ubicado sobre la Avenida San Martín, en el km. 2 de la ciudad. Está abierto a la comunidad y puede visitarse en horario comercial.

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