Nutrición por sonda, clave en los pacientes críticos

Una persona hospitalizada y con una inadecuada ingesta alimentaria presenta un mayor riesgo de complicaciones como alteraciones de la inmunidad, retraso en la curación de heridas, disminución de la función muscular y un aumento de los tiempos de hospitalización, con el consiguiente perjuicio para el paciente y su familia y con mayores costos para el sistema sanitario.

En la Semana de la Concientización de la Alimentación por Sonda, que finaliza hoy, los especialistas subrayan la importancia de que todos los profesionales de la salud contemplen esta modalidad de alimentación no solo para los casos críticos y que puedan comunicarla correctamente a los pacientes y su entorno, resaltando su contribución a una mejor y más rápida recuperación.

Este último punto es particularmente importante porque suelen presentarse porcentajes elevados de malnutrición hospitalaria.

Visibilizar

En ese sentido, la médica clínica y especialista en soporte nutricional del Hospital Madariaga, Analia Molina, señaló que  “nos sumamos a visibilizar la importancia de la alimentación por sonda y transmitir a la población general, también a la comunidad profesional, la cantidad de beneficios que puede aportar en muchas enfermedades y situaciones médicas en cualquier etapa de la vida”.

Al tiempo que explicó qué es la alimentación por sonda y para qué se usa.

“Consiste en administrar nutrientes al tracto gastrointestinal a través de sonda u ostomía, distal a la cavidad oral, para aportar nutrientes necesarios para cubrir sus requerimientos nutricionales diarios”, explicó.

Asimismo, nombró qué pacientes pueden requerirla. “Se trata de personas con imposibilidad de utilizar la vía oral, con trastornos en la masticación, deglución y transporte a estómago”, comentó.

En la misma línea, la profesional de la salud precisó las patologías de base que tienen estos pacientes.

“Tenemos casos de alteración en el estado de conciencia, trastorno neurológicos por Accidentes Cerebrovasculares (ACV), enfermedad de Parkinson, Alzheimer, tumores cavidad oral, faríngea, esófago, malformaciones orales, pacientes con desnutrición, postoperatorios complicados, posterior a internación en terapia intensiva, cáncer esofágicos y gástricos, estados depresivos, tratamiento quimioterapia, grandes quemados, entre otros”.

Integral

Tras brindar datos sobre las patologías que pueden requerir un soporte nutricional por sonda, la profesional resaltó la importancia de un abordaje integral. “Es considerada una medida terapéutica llevada a cabo por un equipo de soporte nutricional, encargado del diagnóstico, indicación, monitoreo y seguimiento”, dijo.

En la misma línea sostuvo que el trabajo se hace en conjunto con un equipo multidisciplinario entre los que están médicos, nutricionistas, enfermeros, farmacéuticos y la familia “que representa un desafío en este proceso de alimentación distinta a la habitual, que genera una carga emocional importante”.

En este sentido, agregó que es “una necesidad de adaptación y manejo de la administración que se inicia en el hospital y muchas veces continúa en el domicilio, sumamente necesaria para su proceso de recuperación, garantizando un correcto aporte de nutrientes, para así evitar la desnutrición y con educación nutricional continua”.