Los dueños del show

Los Juegos Olímpicos de Tokio, tras su reprogramación por la pandemia de Covid-19, tuvieron un gran impacto por la inclusión, por primera vez, del skate en el calendario oficial. Los skaters revolucionaron las jornadas deportivas, sobre todo porque muchos de los deportistas eran jóvenes y representaron a un deporte urbano con gran recorrido histórico.

 A partir de ese momento comenzó desde el Comité Olímpico Internacional (COI) una institucionalización del deporte, con el fin de incluirlo en los diferentes calendarios de torneos internacionales y este año los skaters hicieron su debut en los Juegos Evita en Mar del Plata.

Ruth Feldick, Luciano Basile y Gabriel Barsotti son los representantes de la Tierra Colorada que llegaron a La Feliz para desplegar su repertorio de saltos, al compás del trap.

 Al costado de la histórica playa Bristol de Mar del Plata, los chicos misioneros cautivaron con sus saltos y trucos en una competencia que tuvo mucho de camaradería entre los participantes.

 Fricciones que hacen crecer

 El movimiento del skateboarding comenzó entre las décadas del 60 y 70, junto a otros deportes considerados en ese momento como extremos. Con el tiempo se convirtió en una filosofía de vida, pero dentro de ese movimiento muchos consideraban que era necesario que se lo reconozca como deporte.

 Con la inclusión en el calendario olímpico todo fue vertiginoso. Desde el COI para abajo todos debieron empezar a incorporar al skate a sus asociaciones y federaciones y los deportistas obtuvieron un lugar, aunque buscan ganar más terreno.

 “En Misiones desde 2013 se empezaron a construir las primeras pistas o skate parks para poder practicar de manera segura y que están pensados arquitectónicamente para ser atractivos. Es lo básico que necesitamos para que los chicos puedan practicar. Ahora tuvimos un selectivo y por primera vez estamos en los Juegos Evita”, contó Jorge Hernando, profesor a cargo de la delegación de la Tierra Colorada.

 Pero como todo lo nuevo, muchas veces las decisiones de arriba (en este caso del COI) no se condicen con el día a día y es en esos casos en los que se producen las discusiones por los lugares a ocupar por cada grupo. Al skate lo incluyeron dentro de la Confederación Argentina de Patinaje (CAP) y ahí empezaron los roces para que los skaters tuviesen sus espacios.

 “Están buenas las fricciones, porque producen los cambios. En el mundo del skate hay una parte que dice ‘esto es más que un deporte, es un estilo de vida’ y otra parte que busca competir, que fue la que reconoció el Comité Olímpico y que debutó en Tokio. Creo que esas fricciones van ayudando”, analizó Hernando.

 “Hoy los skaters podemos decir que el skate es un deporte y hacer una carrera y la sociedad va entendiendo que son deportes urbanos, en algunos aspectos diferentes a los deportes ya institucionalizados”, agregó el profesor y explicó que en ese sentido que ”en el skate siempre se busca compartir y la competencia suele ser con uno mismo, más que contra el oponente”.

 Con sus trucos y saltos, los chicos cautivaron a quienes pasaban por la Bristol y para ellos esa fue la gran victoria. Que los curiosos vean un deporte distinto, que poco a poco se gana su lugar.