Carlos Kosik, miembro de productores autoconvocados

“Que se quiera recurrir a las armas es por desesperación”

Carlos Kosik se refirió al panorama de los delitos rurales e instó a confiar en las autoridades para la solución de conflictos
domingo 14 de febrero de 2021 | 6:05hs.

A lo largo de los últimos años la inseguridad en las chacras misioneras registró un notorio crecimiento a nivel estadístico que sin duda alguna se vio expresado en la innumerable cantidad de denuncias por parte de productores -a lo largo y ancho de la provincia- que se vieron perjudicados con el hurto de grandes cosechas de yerba mate, té y animales vacunos. Todos estos, recursos indispensables para la subsistencia de muchos misioneros dentro del sistema productivo.

La conformación del grupo de productores autoconvocados, creado el año pasado con la misión de hacer frente a problemáticas como la inseguridad, la intrusión y la falsificación de títulos de propiedad, es uno de los tantos espacios que en la actualidad abordan la difícil situación de los daños y perjuicios que sufren muchos trabajadores rurales a causa de los delitos rurales.

Carlos Kosik, uno de los miembros titulares de la mesa chica de productores autoconvocados, dialogó con El Territorio y dio un pantallazo de la realidad que se vive en torno a la inseguridad en las chacras.

El abogado de 58 años, ex integrante de la Federación de Cooperativas Agrícolas de la Provincia y de la Sociedad Rural, remarcó que el tema del hurto de yerba mate en Misiones se diluyó un poco en los últimos meses en virtud de los controles en ruta que realiza la Policía de Misiones junto al Instituto Nacional de Yerba Mate (Inym).

Al respecto, comentó que “se está verificando la yerba en tránsito, también hubo acción directa de los productores autoconvocados sobre las playas de acopio donde llegaba la yerba ilegal. Pero se ha detectado una modificación en la ejecución del delito. Ahora los camiones se mueven dentro de las colonias. Camiones grandes que dicen ‘venite hasta tal lugar’ y ahí cargan una determinada cantidad y se siguen moviendo. Sigue habiendo hurtos de yerba, pero cambió un poco la modalidad”.

Para entender un poco por qué es rentable el hurto de yerba, Kosik dio un ejemplo concreto y explicó que si se tiene en cuenta que por una ponchada de hoja verde robada se pueden obtener 2.000 pesos, ese valor supera a lo que un trabajador rural puede obtener por lo general en un solo día de trabajo: es decir jornales que van desde los 1.300 a los 1.700 pesos, aproximadamente.

Y añadió que “cuando de una vaca, novillo o ternero uno puede obtener 50.000 pesos se torna más que atractivo este ilícito”

Al referirse a la formación de los autoconvocados, el entrevistado describió como “un fenómeno muy interesante” y comentó que en su largo tiempo como gremialismo rural es la primera vez que se observa tanta llegada. Explicó que esto se debe a que en la actualidad hay grandes grupos de WhatsApp en donde se le sugiere a los compañeros estar muy alerta ante la visita de delincuentes en sus chacras. “Los productores están notando que esta interacción entre ellos va dando resultado. También hay mucha ansiedad, muchos están enojados porque no se ven resultados inmediatos, por ahí la gente quiere soluciones mágicas”, agregó el abogado.

Productores armados

El asesinato del productor Rodolfo “Rudy” Weber (61), quien fue ultimado de un disparo en la cabeza en marzo del año pasado por cuatreros que ingresaron a robar ganado a su chacra en Santiago de Liniers, sumado a otros ataques similares, generaron que muchos ganaderos misioneros tomaran la decisión de armarse para evitar hechos similares.

Sobre esto, Kosik sostuvo que la recomendación que se da es no responder al ilícito con alguna acción de la cual uno se pueda arrepentir el día de mañana.

“Que se quiera recurrir a las armas es por desesperación, yo no obstante recomiendo que sean cuidadosos y si ven movimientos sospechosos es preferible que se retiren y avisen a los grupos. La solución está en que todos los mecanismos institucionales puedan funcionar bien, que la Policía tenga suficientes medios y que, en caso de denuncias, pueda concurrir rápidamente al lugar para detener al ladrón. Y que éste no sea cazado antes por los dueños porque sería dramático si llegamos a eso”, recomendó y alertó a la vez.

Por otro lado, sostuvo que en cada reunión que se tiene se marca como principal preocupación el seguimiento judicial que se le da a cada denuncia por algún delito rural. La principal queja es el tiempo en carácter de detenido que tiene el implicado y la facilidad con la que son devueltos los vehículos y los elementos que se utilizan para la comisión del delito.

Ante esto, contó que se mantuvo una reunión con la presidenta del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Misiones, quien “nos manifestó que cada juzgado va tener un secretario de seguimiento de expedientes de esas características y que los expedientes de los considerados delitos chicos tengan una condena”.

Además, consideró que es importante y necesario “el trabajo intenso que hace la Policía, incluso otras fuerzas de seguridad. Y necesitamos que ese trabajo, cuando existan pruebas suficientes, también termine en una sentencia. Eso va a llevar a que el autor y otros varios implicados se cuiden más”.

También comentó que en el último tiempo se ha logrado muchísimo en virtud de que muchos municipios iniciaron cursos de capacitación entre personal policial, de tránsito y de bromatología con el Senasa. Y que a partir de esto se instruye en qué tipo de documentación se debe exigir en la calle cuando detienen un vehículo que transporta algún bien que podría ser de origen ilícito. 

 

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