Historias generosa

El espíritu festivo enseña a emprender y compartir

domingo 20 de diciembre de 2020 | 6:04hs.
El espíritu festivo enseña a emprender y compartir
El espíritu festivo enseña a emprender y compartir

El espíritu navideño llegó a los merenderos de las 2.000 hectáreas de la mano de aprendices.

El propietario de una panadería de Puerto Iguazú se unió con la oficina de empleo municipal para obsequiar conocimiento a diez jóvenes, quienes además fueron los encargados de una tarea solidaria que puso una sonrisa a más de 150 chicos que concurren a tres merenderos ubicados en la zona rural de las 2.000 hectáreas.

Todo nació cuando Omar Sosa, propietario de la panadería El Pan de la Abuela, buscó la forma de retribuir las bendiciones que recibió este año. Ya que a pesar de la pandemia y el esfuerzo empeñado, pudo abrir sucursales en la Ciudad de las Cataratas creando más puestos de trabajo.

“Este año trabajamos más que los demás, nos expandimos, fuimos bendecidos, nos fue bien y queríamos cerrar el año devolviendo algo de lo que nos regaló Dios”, indicó Sosa. Así, surgió la idea de un taller navideño para un grupo reducido de personas, teniendo en cuenta las normas sanitarias vigentes y el espacio disponible para capacitar. Luego se propuso la iniciativa a la Oficina de Empleo, que tenía un grupo de personas en lista de espera para capacitarse en panadería y pastelería.

Fue la oficina de empleo la que se encargó de organizar el taller y fue diagramado de tal forma que no solamente las personas que capacitaran fueran beneficiadas, sino que otras personas también pudieran recibir un favor. “El taller tenía ese plus solidario, todos los productos que los participantes elaboraban en la última clase, iban a ser donados a merenderos de la zona de las 2.000 hectáreas. Creo que fue la mejor parte del taller”, indicó Damaris Fernández, desde la Oficina de Empleo municipal.

El taller navideño consistió en dos clases teóricas con los maestros panaderos y pasteleros de El Pan de La Abuela Juan Hope y Ricardo Ríos. En tanto la tercera, fue una clase práctica donde se elaboraron una partida de pan dulce y otra de budín que el pasado viernes fueron entregadas por todo el equipo en tres merenderos. Más allá de la ayuda que pueden recibir de organizaciones o el Estado, los tres merenderos son llevados adelante por los vecinos y atienden a aproximadamente 50 niños cada uno.

“Nosotros aprendimos mucho, todos nos trataron muy bien, nos enseñaron, nos sacaron todas las dudas y como frutilla del postre nos hicieron partícipes de una buena acción que fue llevar alimentos a los merenderos, donde más se necesita. Yo estoy muy agradecida y feliz por todo esto”, indicó Miriam Castillo, una de las participantes del taller.

El taller fue pensado para ayudar, aquellos que se capacitaron no debieron abonar ningún costo ya que todos los materiales fueron donados por la panadería y acumularon saberes además de impulsar el espíritu navideño que viene a renovar el amor en los corazones, sobre todo teniendo en cuenta que “Amar es dar, sin mirar a quien y sin esperar nada a cambio”, remataron.

 

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