Los 21 cañonazos en Dominicana

sábado 11 de marzo de 2017 | 6:00hs.
1919. Muere en Montevideo Amado Nervo y la nación uruguaya dispone que el cuerpo del poeta (embajador de México) sea devuelto a su patria en una de sus unidades navales. Argentina se suma al homenaje: uno de sus buques de guerra acompañará al buque uruguayo. Por disposición del presidente Yrigoyen se le ordena al comandante del crucero “9 de Julio” (capitán de fragata Francisco de la Fuente) que escoltase al crucero “Uruguay”, y que al regresar hiciera escala en República Dominicana (pegada a Haití, al sur de Cuba, entre Jamaica y Puerto Rico) entonces ocupada militarmente, desde 1916, por fuerzas de EE.UU, cuya bandera flameaba en el país caribeño.
El 6 de enero de 1920, al entrar en puerto asignado De la Fuente consulta acerca de cuál bandera debía saludar: si la de las fuerzas de ocupación o la dominicana. Yrigoyen fue tajante: "Salúdese al pabellón dominicano”.
El 13, el capitán iza a tope ese pabellón. En respuesta, los pobladores cosen con grandes paños una bandera dominicana y la izn en el torreón de la fortaleza. Nuestro buque responde con una salva de 21 cañonazos. El pueblo se lanza a las calles. El invasor, aturdido, pide instrucciones a Washington. Recibe una sensata orden: responder los saludos con las salvas de práctica.
Ante la difusión internacional que tuvo el suceso, Washington resolvió que fueran levantadas de inmediato las disposiciones que conculcaban la libertad de expresión oral y escrita de los dominicanos. Así se constituyeron las Juntas Patrióticas Dominicanas que exigieron con firmeza el fin de la ocupación.
1921. El Congreso de esas Juntas envía un mensaje de agradecimiento a Yrigoyen, y al recuperar la completa independencia (1925) Santo Domingo honrará al presidente argentino imponiéndole su nombre a una calle céntrica.
1965. La fragata Libertad transporta y entrega en Dominicana el cañón del crucero “9 de Julio” con el que se habían disparado las históricas salvas en honor a su bandera.