Informe de Domingo
Trastornos mentales: los cuidados en salud y los prejuicios de la sociedad
Luego de conocerse sobre un cuadro de trastorno mental que padecía el vecino de 52 años de Itacaruaré quien hace pocas semanas fue abatido por efectivos de la Policía de Misiones luego de atrincherarse durante 12 horas en su casa y lesionar a tiros a dos uniformados de la fuerza provincial que intentaban notificarlo de una medida judicial en su contra, El Territorio recuerda algunos episodios en donde otros cuadros de salud similares salieron a la luz.
Uno de los sucesos más recientes ocurrió el año pasado en Oberá. Un incendio intencional e innumerables peleas derivaron en el homicidio de Eloir Euclides Dresch (61) a manos de su hijo Fabio Luis Dresch (33). Quienes conocían a los involucrados definieron lo ocurrido como la crónica de una tragedia anunciada y un hecho que tal vez se podría haber evitado.
El trágico desenlace tuvo lugar durante el mediodía del 7 de mayo. El parricida llegó alterado a la casa de un vecino y su sola presencia denotaba que algo muy malo había pasado, ya que el hombre estaba bañado en sangre.
La peor de las sospechas se confirmó cuando habló. Fue una frase corta, pero estremecedora: "Llamá a la Policía, le corté… maté a mi papá". El victimario y su padre residían solos en una vivienda sobre calle Bélgica, en el barrio Bella Vista, de Oberá.
La pericia psicológica y psiquiátrica del Cuerpo Médico Forense al detenido fue concluyente: "No comprende ni tiene control sobre sus actos", y por ello, como en muchos otros casos, terminó internado en la Unidad de Salud para Inimputables (USI) de Posadas, dependiente del Servicio Penitenciario Policial (SPP).
Pero cuando se analizan casos criminales como los anterioremente mencionados, en donde se ven reflejados distintos trastornos mentales y especialmente aquellos que caen bajo la categoría de psicosis, generalmente el imaginario colectivo relaciona dichos cuadros de salud con la figura de un "loco peligroso".
Esto es definido por muchos profesionales de la salud como un estereotipo persistente. En ese contexto, la psicoanalista Karina Moreira y la psicóloga Olga Acevedo abordaron distintos aspectos vinculados a esta problemática en salud mental. "Corresponde llamar trastornos mentales en lugar de enfermedad", señaló Moreira.
Ambas especialistas coinciden en que la desinformación y el estigma siguen siendo grandes obstáculos para la comprensión y el tratamiento adecuado de los trastornos mentales.
"El prejuicio sigue estando cuando se habla sobre todo de trastornos psicóticos", aseguró Moreira. Acevedo añadió, por su parte, que "falta mucho la información en la sociedad, porque nadie está exento de las patologías mentales".
Entre los trastornos más comunes se encuentran los de ansiedad, la depresión, los alimentarios y los trastornos psicóticos como la esquizofrenia y la paranoia.
Las profesionales de la salud coinciden en la importancia crucial del tratamiento. "Si tienen síntomas muy marcados, sí o sí necesitan estar bajo un tratamiento para poder estar estabilizados", enfatizó Moreira.
Además, se resaltó que la combinación de una patología mental no tratada con el consumo de sustancias puede aumentar el riesgo de comportamientos peligrosos, lo que subraya la necesidad de un enfoque integral en el tratamiento.
En el contexto de la Unidad de Salud para Inimputables (USI), las personas con trastornos mentales que cometieron delitos son monitoreadas de cerca. "El acompañamiento debe ser integral", explicó Moreira, destacando la importancia de la revinculación familiar y un tratamiento psicofarmacológico riguroso.