Violencia previa y un hijo de la víctima a Cámara Gesell

A más de una semana del traumático crimen de Ramona Isabel Morínigo (39), quien fue presuntamente quemada por su pareja Jonatan Jordan Campedo Páez (34) en su casa del barrio San Onofre de Posadas -y a la espera de las próximas indicaciones por parte del Juzgado de Instrucción Uno-, un expediente en el Juzgado Dos de Familia podría complicar al sospechoso de femicidio.

Es que, según la abogada de la familia de la víctima -quien se presentará como parte de la  querella el próximo lunes-, Campedo tiene en su contra varias denuncias por violencia, siendo uno de los expedientes intervenido por el Juzgado de Familia de la capital provincial.

“Efectivamente la causa existe, está en el Juzgado de Violencia Familiar. Todavía no pude ver el expediente, pero efectivamente esa causa está y está con medidas vigentes”, advirtió en comunicación con El Territorio la abogada Nancy Jara, quien agregó que esto podría “echar un poco por tierra la coartada del hombre de que la violenta era ella y la que intentaba siempre autolesionarse era ella”.

En tanto, fuentes judiciales consultadas por este medio manifestaron que una de las pruebas claves que tendrá la causa es la declaración en Cámara Gesell de uno de los tres hijos de la víctima, quien sería el que escuchó lo sucedido y el que auxilió más rápido a su progenitora cuando se estaba quemando.

Recuerdo del horror

Jara indicó al respecto que el adolescente de 15 años sostuvo que “él venía de la iglesia con la abuela, entró y escuchó que ellos (Campedo y Morínigo) estaban discutiendo y se fue a la pieza, porque era recurrente el tema de las discusiones”.

En esa línea, la letrada expresó que “cuando se fue a su habitación, escuchó una explosión y ahí vio que la mamá se estaba prendiendo fuego. Corrió a buscar un balde, y en esos instantes ella salió corriendo para afuera”.

Asimismo, siempre según lo dicho por la abogada, el adolescente habría asegurado que el ahora imputado por homicidio calificado por el vínculo de pareja fue el que estaba manipulando el alcohol, “porque él se friccionaba las piernas con alcohol por alguna dolencia”, siendo esto lo último que el menor pudo mencionar, además de que “Isabel logró decirle cuando subió al auto que fue Campedo el que le hizo eso”.

Si bien estas declaraciones serían una parte clave para la causa, todo lo mencionado tiene que ser ratificado en Cámara Gesell con los especialistas de la justicia.  

Acompañamiento psicológico

Por otra parte, Jara ahora la preocupación son los tres hijos de Morínigo, a quienes le toco de vivir una experiencia traumática en la cual su madre perdió la vida. “Queremos recurrir a la justicia para que los chicos tengan un acompañamiento psicológico. Porque los tres estaban muy unidos. Si bien el del medio fue el que vio todo, los otros dos chicos también estaban en la casa”, explicó la mujer, quien alegó que todavía los tres menores no volvieron a su casa y que están con sus abuelos.

“Esos chicos necesitan un urgente acompañamiento psicológico y por los escasos recursos tiene que ser a través de una orden judicial, ya sea en el hospital o con un agente del cuerpo médico”, cerró.

Desligarse del hecho

Sobre la coartada que mencionó en un momento Jara, se refiere a las declaraciones hechas por Páez ante el magistrado Marcelo Cardozo en la instancia de completar la ampliación de indagatoria el pasado sábado 24 de febrero.

Como informó este medio, en su segunda visita al juzgado interviniente, el acusado fue notificado formalmente del fallecimiento de la víctima y fue imputado por homicidio calificado por el vínculo, que prevé la condena de prisión perpetua.

Luego de conocer la carátula en su contra, según fuentes con acceso al expediente, Páez en su declaración buscó desligarse del crimen.

Esto último corresponde a que el acusado expresó que fue Morínigo quien se prendió fuego sola. A su vez, el hombre de 34 años aseguró que su pareja era muy celosa y que siempre amenazaba con quitarse la vida. Incluso, llegó a señalar que seguía en pareja con ella porque tenía miedo de que se hiciera daño.

Después de estas declaraciones, el hombre de 34 años fue trasladado a la Comisaría Decimoprimera para continuar alojado mientras se prosigue con las investigaciones pertinentes.

En tanto, las declaraciones se condicen con la primera indagatoria que realizó el hombre cuando la víctima luchaba por su vida en terapia intensiva, producto de haber sufrido quemaduras graves en el 50 por ciento de su cuerpo. En esa oportunidad, Campedo sólo se limitó a decir que él no había sido el que le prendió fuego a su pareja.

Lo cierto es que, según fuentes oficiales, el hecho ocurrió entre la noche del sábado 17 y la madrugada del domingo 18 en una vivienda ubicada sobre las calles 168 y Humahuaca del barrio San Onofre de Posadas.

Según el relato de los familiares, Páez le vació una botella de alcohol en la cara y luego le prendió fuego con un encendedor a Ramona, quien era su pareja y madre de tres hijos menores de edad.

Ante esto, el padre de la víctima la trasladó en vehículo particular hasta el Hospital Madariaga. Ramona llegó consciente al hospital e incluso habló con uno de sus hijos a quien le contó lo que había pasado, pero el diagnóstico con el correr de las horas fue desalentador: tenía la mitad del cuerpo quemado, afectando la cara, el cuello, una de sus manos y uno de sus brazos. Finalmente, Morínigo falleció cinco días después del presunto ataque.