Tito Cucchiaroni se convirtió en figurita en Italia

El posadeño es uno de los ídolos de la historia de Sampdoria y una asociación lanzó un número especial con el futbolista misionero, que hasta tiene una hinchada con su nombre
viernes 12 de enero de 2024 | 5:00hs.

Ultras Tito Cucchiaroni. Así se llama una facción de lo que sería la barra de Sampdoria. Así de grande es la historia del futbolista misionero en tierras italianas, donde logró conquistar a una parte del país y hacerse ídolo del club de Genoa. Ernesto ‘Tito’ Cucchiaroni llegó al Viejo Continente en 1956. Se sumó al Milan, en el que compartió plantel con Cesare Maldini, padre de Paolo (ídolo del club y de la selección italiana). Estuvo un par de temporadas y luego emigró a Genoa. Ahí encontró su lugar.

Jugó 148 partidos y convirtió 42 goles, que lo transformaron en uno de los jugadores más queridos de la historia del club. Por eso parte de la barra lleva su nombre y por eso el sitio Figurine Forever decidió homenajear al futbolista de la tierra colorada.

Figurine Forever se creó, según su propia página web lo define, “para difundir la cultura del coleccionismo de pegatinas y utilizar el encanto inmortal y el éxito de las pegatinas para crear y/o apoyar proyectos solidarios, culturales y de desarrollo”.

Es decir, además del valor de volver a traer estos tiempos a figuras que marcaron el deporte italiano, más específicamente el de la región de Bologna, y mundial, Figurine Forever ayuda con distintos programas de beneficencia. En ese marco crearon la figurita conmemorativa N°63, la de Tito Cucchiaroni.

La estampita cuesta 7 euros y es parte de una larga serie que también recuerda al “Pueblo argentino”, una figurita que salió tras la consagración de Argentina en la Copa del Mundo de Qatar y que tiene a Lionel Messi y Diego Maradona como protagonistas.

Una tribuna, gracias a Tito

Ernesto ‘Tito’ Cucchiaroni es, para muchos, el mejor futbolista de la historia de Misiones nació en Posadas, el 16 de noviembre de 1927, y a sus 22 años se sumó a Tigre. En el club de Victoria logró, en 1953, el ascenso a Primera y el misionero fue figura. Al año siguiente lo compró Boca por, según las crónicas de la época, “una cifra millonaria”.

Con ese dinero, Tigre construyó una platea, muy parecida a la de los estadios del fútbol inglés de esa época. Es la platea que suele salir en las transmisiones de la televisión cada vez que juega el equipo de Victoria.

Tito continuó su camino en el fútbol argentino. Boca lo hizo aún más conocido y llegó a la Selección, con la que jugó 11 partidos y ganó la Copa América 1955 en Chile. En el Xeneize disputó 13 partidos y marcó seis goles, entre 1954 y 1956, momento en el que se fue a Italia.

Con Milan ganó el scudetto de la temporada 1956/57 y en 1958 pasó a Sampdoria para escribir su etapa más gloriosa en el Viejo Continente.

Volvió a Argentina, a su Misiones natal y fue entrenador de Mitre y Guaraní. Con la Franja armó el equipo que ganaría el torneo Regional 1971 y, entonces, el equipo de Villa Sarita se convirtió en el primer equipo misionero en jugar en Primera División. Lamentablemente, Tito Cucchiaroni murió el 4 de julio de ese 1971 y no pudo dirigir a Guaraní en ese Regional.

El estadio de Mitre lleva su nombre y también una de las calles que rodean al club de Rocamora, en el que el futbolista arrancó su carrera como jugador.

Otro misionero que siguió sus pasos

Cuando Sergio Romero empezó a jugar a la pelota no tenía idea que el fútbol lo llevaría a seguir los pasos del gran Tito Cucchiaroni. De hecho, Chiquito Romero ni siquiera estaba interesado en el fútbol, sino más bien en el básquet.

El de Bernardo de Irigoyen empezó a jugar en Racing y pasó, con un puñado de minutos en primera, al fútbol holandés. Jugó en el AZ Alkmaar hasta 2011 y se fue a Sampdoria. Sí, a la Sampdoria de Tito Cucchiaroni, con la que logró el ascenso a la Seria A.

Tras un breve paso por Mónaco, Romero regresó una temporada más al equipo de Genoa. A la par, Chiquito era arquero de la selección argentina y ya tenía un par de mundiales en la espalda.

En 2022, el misionero pegó la vuelta a la Argentina para jugar en Boca, otro club por el que pasó Cucchiaroni, y se convirtió en pieza clave del equipo xeneize que jugó la final de la Copa Libertadores en 2023.

Tito Cucchiaroni se convirtió en figurita en Italia
Tito Cucchiaroni se convirtió en figurita en Italia
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