Melodías que conectan historias, raíces y porvenir

Frente a un paisaje que parecía un montaje de película, a orillas del río Paraná y ante una imponente luna llena, Nicolás Guanes fue protagonista de un video que se volvió viral en muy pocas horas en las redes sociales, cautivando a los presentes -y a quienes vieron el video minutos más tarde- con melodías dulces y armoniosas, que emergieron de la mano de su gaita.

Misionero -y como tantos- descendiente de Europa, el artista encuentra en la música una conexión especial con la vida y con sus antepasados asturianos. Y es que, aunque la gaita es conocida en el mundo por los escoceses como lo cuentan las famosas películas de Hollywood, los españoles cuentan con una tradición de antaño en la ejecución y tradición con este instrumento.

“Mis antepasados eran constructores de iglesias en Pendueles, Asturias y en la comarca de Liébana en Cantabria, provincias vecinas de Galicia. Mis raíces provienen de Asturias”, dijo el artista que siempre se vio atrapado por la música de sus ancestros pero hace poco más de un año decidió darle espacio a esta nueva pasión.

“Empecé hace muy poco y la verdad que es un instrumento que requiere mucho tiempo para aprender a tocarlo, ejecutarlo, no es tan sencillo”, dijo el artista que viene de todas formas familiarizado con la música, ya que su primera escuela fue su hogar -su padre fue músico toda la vida-.

Ayer, junto a un amigo percusionista, se presentó en un geriátrico de la ciudad.

“Vengo haciendo música desde toda la vida y ya tenía conocimientos previos que me permitieron aprender más rápido a tocar algunas canciones, por lo menos las básicas”, dijo destacando que ,de todas formas, la gaita representa un mundo aparte en el lenguaje musical.

“Es herencia cultural de esos pueblos en los que vivieron mis antepasados. Y ahora puede no ser tan común, pero hace mil años era el instrumento más difundido por todo el mundo, por todo Occidente, por todo lo que es Europa, norte de África, el oeste de Asia”, detalló alegando que todo es porque se trata de un instrumento muy económico de construir, ya que sólo se necesita la piel de un animal y madera dura.

Además, como tiene un sonido muy fuerte, con una sola gaita se puede “o podía cuando no existían los equipos y amplificadores de sonido” animar grandes fiestas populares.

Respecto a su elección personal y muy austera de retomar la práctica y ejecución de un antiguo instrumento, Guanes reflexionó: “Creo que es un gusto que desperté desde muy chico escuchar este estilo de música, que ahora se reconoce como tradicional, creo que tiene que ver con mis raíces, sí. Pero también siento que más allá de eso yo soy tan asturiano gallego como guaraní y africano, afrodescendiente. Uno absorbe de todas esas corrientes”. x

Más allá de conocerse como tradicional, los ritmos como la muñeira, la jota y otros varios que ejecuta con la gaita, son actualmente muy populares y sobre todo vigentes en Galicia.

Se tocan desde el siglo XVI aproximadamente y al día de hoy se siguen reproduciendo y bailando. Es decir, que no se trata de una música olvidada ya que, aunque antigua, perdura y forman parte del folklore popular, de ese saber del pueblo que se transmite de generación en generación.

Música y trabajo

Sobre su día a día, explicó que “en realidad soy guitarrista, empecé a tocar de muy chico, guitarra criolla y eléctrica. Mi idea siempre fue laburar de la música, es algo que siempre discutí con mi papá porque él fue laburante de esto también y sabe lo difícil que es dedicarse a la música, sobre todo en las crisis que atravesamos acá. Pero fui explorando varios instrumentos: de cuerda, de viento, de percusión y la gaita me resultó muy fácil por el conocimiento que ya tenía de estos instrumentos”.

Destacando un poco que la razón no nubla sus ganas de vivir del arte, y haciendo alusión a las charlas con su padre sobre si es potable o no vivir la música, Guanes destacó que actualmente recorre las calles tocando la gaita. Pero al margen intenta terminar sus estudios en profesorado y licenciatura en música popular en Buenos Aires, donde vive.  

“Estoy estudiando, empecé mi primer tramo de la carrera acá, en la Escuela de Música. Soy técnico en intérprete de música popular y también trabajo de docente en La Plata, en una localidad cercana que se llama City Bell, más los distintos proyectos musicales que también ayudan al sustento de un estudiante, aunque todavía no es nada consolidado como para la manutención completa. De noche soy sereno y a veces no duermo”, dijo entre risas, destacando que así nomás es “la vida del artista”.