Por haber atacado y abandonado a su hija recién nacida en 2020

Rita Cervantes, condenada pero con la posible libertad en un corto plazo

La mujer hallada culpable de intento de homicidio recibió, por voto dividido, la pena de 4 años de prisión en un juicio al que llegó con más de tres cumplidos. El 20 de diciembre, los fundamentos.
domingo 10 de diciembre de 2023 | 5:00hs.
Rita Cervantes, condenada pero con  la posible libertad en un corto plazo
Rita Cervantes, condenada pero con la posible libertad en un corto plazo

Luego de siete extensas jornadas de debate oral en el Tribunal Penal Dos de Posadas, la joven Rita Cervantes Martínez fue hallada culpable, el último miércoles, de intentar matar y abandonar a su hija recién nacida al costado del arroyo Mártires el 7 de septiembre de 2020, por lo que recibió una pena de 4 años de prisión efectiva, siendo menor de la mínima que prevé este delito.

Esto significó que la mujer deberá permanecer alojada en la Unidad Penal V, pero con la posibilidad de poder salir en libertad en poco tiempo, debido a que se encuentra detenida desde hace más de 3 años.

El fallo fue dictado en disidencia, ya que los jueces César Yaya y Gregorio Busse votaron por condenar a la mujer, mientras que el magistrado Carlos Giménez votó por la absolución de la acusada -lo solicitado por la defensa-, argumentando el beneficio de la duda.

En referencia al voto de Giménez, la defensora Luciana Sommer Aromí manifestó que "fue el único voto con el que coincidimos. Sostenemos que hay elementos suficientes para manifestar que no hay pruebas. Lo único que tenemos es que Rita fue la última persona vista con la niña".

"No estamos conformes. No es lo que hemos planteado y obviamente vamos a seguir en la instancia recursiva", amplió la abogada, posterior al conocimiento de la sentencia.

Lo cierto es que el tribunal, por mayoría, se apoyó en lo solicitado por el fiscal Vladimir Glinka, quien en sus alegatos planteó que Rita cometió el delito con un plan previo y descartó que la mujer haya olvidado lo sucedido, por consecuencia de la psicosis puerperal.

En su argumento sobre la planificación del delito, el fiscal mencionó que “se anotó con otra identidad porque sabía que ese bebé no iba a volver. El objetivo era atentar contra la vida”.

Psicosis como estrategia
Sobre la psicosis puerperal, el fiscal desacreditó los informes de las peritos de parte que dieron ese diagnóstico, explicando que se trató de una estrategia para que la mujer sea vista como la víctima.

En tanto, señaló que ninguna de las profesionales había visto a la acusada e incluso indicó que esos documentos no servían, ya que "durante tres años generaron una victimización absurda" que "produce tener que tratar de explicarle a Rita que ella no es la víctima, la víctima es la bebé".

A su vez, manifestó que la hipótesis de la psicosis se deslizó "porque la imputada no confiesa. Está imputada de un delito gravísimo y como dice que no se acuerda es una psicosis puerperal. Eso es un sesgo, es volver a tratar cualquier cosa con cualquier ideología. ¿Cuándo un imputado vino y confesó? Ella dice que no se acuerda de nada porque es lo que le conviene, porque mentalmente no tiene nada", remarcó.

En ese sentido, se apoyó en los informes de los profesionales del Poder Judicial, citando jurisprudencia del STJ al decir que son las pericias más objetivas y que tiene un mayor valor.

Por otra parte, el fiscal trazó una línea del tiempo para determinar cómo sucedieron las cosas, comenzando con el robo del DNI de la amiga de la acusada-perpetrado el 7 de junio de ese año hasta la salida de su casa para ir a tener a la bebé el 5 de septiembre.

En ese marco, Glinka recordó que durante esos meses la mujer se hizo dos ecografías con un médico del sector privado, sospechando que la primera consulta fue un intento de aborto no concretado por el avanzado embarazo que gestaba.

Familia involucrada
En esa línea, explicó que parte de su familia sabía de la existencia de esa gestación y que incluso cuando Rita estaba desaparecida "buscaron en lugares clandestinos". Luego señaló que precisamente sus familiares congeniaron para ocultar el intento de crimen y proteger a la acusada.

En esa línea de tiempo, se describieron las secuencias del delito que comenzó con el alta de la mujer, cerca de las 12.30 del 7 de septiembre. Fue así que, mostrando un video registrado a las 14.57 en cercanías a la zona donde fue encontrada la bebé, Glinka manifestó que "tenemos certezas de que definitivamente Rita aparece filmada".

"Pero lo que nos convoca acá es lo que pasó desde las 12.31 a las 14.56. Rita salió del hospital, fue a la casa y lesionó de gravedad al bebé en la casa", detalló, señalando que después comenzó una etapa de encubrimiento.

Justamente, haciendo referencia al encubrimiento del delito, Glinka volvió a remarcar sobre el rol de la familia, apuntando que hubo contradicciones en sus declaraciones y que "quedó en evidencia que ellos hicieron un acuerdo. ¿Para qué? Nunca lo vamos a saber", lamentó.

En ese contexto, dijo que la familia tuvo dos horas -antes de que llegue la policía-, para planificar el abandono de la menor.

Fue en ese periodo, según el fiscal, cuando se llamó a la persona que se ve la acompañaba en el video, de quien no se pudo determinar su identidad.

"Quiero creer que le dijo a esta persona 'tuve un aborto, está muerto y lo tengo que desechar'". Entonces mostró las prendas de la bebé, remarcando que las cinco puñaladas fueron con la ropa (por las manchas de sangre) y que luego fue tapada con un polar y cerrada con la bolsa. Eso demostró, para el fiscal, la planificación.

Con todo esto, Ginka consideró que Rita actuó en consecuencia de sus propias decisiones, explicando que "ella decidió en su momento no contar el embarazo que fue avanzando. Y en un momento tiene que empezar a resolver. Y no resolvió, hasta que tuvo el problema enfrente".

Finalmente, en el momento de solicitar la pena, el fiscal se inclinó a un monto menor a la mínima que establece el intento de homicidio agravado por el vínculo, figura que para él era innegociable. Tuvo en cuenta, dijo, el contexto de pandemia donde ocurrió todo, el castigo que sufrió en la cárcel por otras reclusas y el genuino dolor y arrepentimiento que vio en la acusada durante las audiencias, quien decidió declarar en la jornada anterior a los alegatos de las partes, ratificando que no se acordaba de haber abandonado a su bebé y expresando su amor a sus hijos.

Olvido y negación
"No puedo entender qué pasó hace tres años con mi bebé. Traté mil veces y no puedo", manifestó, recordando que al quedar detenida y ser trasladada a la comisaría, "una agente me preguntó 'por qué le hiciste eso a tu bebé' y me dijo que estaba internada, que le apuñalé con un cuchillo y yo le decía que era mentira".

Por su parte, la abogada Sommer Aromí aseguró que no hay ninguna prueba que pueda determinar que la que cometió el intento de homicidio y posterior abandono sea Rita, por lo que es inminente conocer los fundamentos -que serán de público conocimiento el 20 de diciembre-, para entender la decisión del tribunal.

"No existen pruebas materiales contra Rita. No hay sangre de Rita en la bebé ni de la bebé en Rita", explicó la abogada en sus alegatos, agregando que tampoco existieron huellas de la acusada en la hoja de cuchillo que se utilizó para atacar a la bebé, ni hay testigos o imágenes en que se la pueda observar con la pequeña en cercanías al arroyo.

Esto también lo sostuvo con la prensa, posterior a la sentencia, declarando que "creemos firmemente que esto se va a revisar. Creo que este es un caso testigo, en el que vimos una sentencia sin pruebas y esto no puede quedar así".

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