Sueña con formarse como acompañante terapéutico en 2024

Tiene 72 años, volvió a estudiar y está por terminar la secundaria

Sara Mazal atravesó distintas circunstancias en la vida y en el 2016 retomó la cursada. “Es cuestión de mentalidad, no de edad biológica”, reflexionó
martes 05 de diciembre de 2023 | 5:30hs.
Tiene 72 años, volvió a estudiar y está por terminar la secundaria
Tiene 72 años, volvió a estudiar y está por terminar la secundaria

Sara Mazal (72) está a punto de concluir la secundaria en Posadas y sueña con seguir estudiando acompañamiento terapéutico el año próximo. Cuando era más joven pudo finalizar el ciclo básico en lo que hoy es la Epet 2, pero tras atravesar distintas circunstancias en la vida, el tiempo fue pasando hasta que 2016 motivada por su compañero de vida retomó la cursada.

“Cumplí los primeros 72 años de vida, estudié hace varios años e integré la primera promoción que estudió con un ciclo básico. Después fueron pasando cosas y no pude seguir estudiando. Me ocupé de criar a mis hijos y ya de grande, charlando y tomando mate con mi compañero le comenté que me hubiese gustado seguir estudiando y que mi sueño era ser psicóloga pero que ahora ya era tarde”, comentó la mujer en cuanto a su decisión de volver a estudiar.

En tanto, su pareja le dijo que no era tarde y que la edad no le impedía cumplir una meta. A partir de ese momento, la respuesta le quedó dando vueltas y en una charla con su sobrina, se enteró de que en la Casa de la Mujer funciona el núcleo 404 del Sipted y que la educadora era una persona muy amable.

En este sentido, Sara buscó la manera de integrarse al grupo de estudio y en el 2017 rindió las equivalencias que le faltaban del ciclo básico. “Primero fue mi marido que me motivó a empezar y después conocí a Rosa, la profesora. Rosa es una persona muy especial, se nota que enseña con total vocación y es muy dedicada a sus alumnos. Es nuestro ángel guardián, cuando yo decaigo ella me motiva, me incentiva, me hace un seguimiento y por eso sigo”.

Durante el 2018 tuvo que pausar sus estudios porque fue intervenida quirúrgicamente y atravesó un cuadro complicado. En estos momentos difíciles, su profesora la siguió acompañando y pese a que costó retomar, rindió las materias faltantes. Ahora con el proyecto ya finalizado, aguarda recibir la calificación que determinará la finalización de la secundaria.

“Ya tengo decidido que quiero seguir estudiando acompañante terapéutico. Siempre me encantó psicología pero hablando con mi terapeuta me aconsejó una carrera más corta y esta que elegí me entusiasma. Tengo dos hijos varones que tienen 45 y el otro casi 50, son unos hijos de oro que ya hicieron su vida y viven en Buenos Aires”, mencionó.

A su vez, contó que sus hijos están muy orgullosos de la decisión de seguir estudiando y una vez que concluya la carrera, planea desempeñarse como acompañante terapéutico. En el Sipted los horarios son bastante flexibles al igual que la cantidad de materias a rendir o la modalidad de cursado que puede ser online o presencial. Esto permitió que la alumna pueda organizar sus horarios junto a su oficio que es la costura.

“También soy pedicura matriculada en Buenos Aires pero hace un tiempo que no me dedico a eso. Tengo mucha costura siempre desde siempre, de toda la vida me dediqué a coser y soy la costurera del barrio. Actualmente estoy pensionada porque enviudé y como no tengo que cumplir horarios, me acomodo. Generalmente me gusta coser a la tarde, después del almuerzo hasta la noche. Ahora que ya entregué los trabajos estoy un poco libre de las tareas del estudio a la mañana hasta que empiece la otra carrera”, hizo hincapié en cuanto a la flexibilidad de los horarios de estudio y de su trabajo.

Asimismo, resaltó que el Sipted es un sistema único, no es rígido o estructurado y cada estudiante se acomoda según sus horarios disponibles. Para quienes están indecisos de si volver a estudiar o no porque ya son adultos, la posadeña aconsejó a que razonen y hagan aquella meta pendiente.

“Es cuestión de mentalidad, no de edad biológica. Hay que confiar que uno puede y se merece y si aparece alguna barrera o bloqueo emocional podemos recurrir a terapia. Siempre hay alguna cosita que uno no puede resolver solo y para esto está el psicólogo, para contener y ser un sostén en la toma de decisiones. Si yo no me ocupo de mí -más allá de mis afectos que están pendientes- nadie más lo hará”, expresó.

De igual forma, animó a los que quieran estudiar. “Si yo pude, cualquier puede. Tengo una compañera de 85 que nos enseña que es una cuestión de mentalidad. Al principio no creía que estoy a punto de tener el título de nivel secundario completo. Ahora me siento entusiasmada y obviamente súper agradecida por todo lo que recibo y sobre todo, estoy muy agradecida a Dios”, concluyó Sara.

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