Odontólogos formados en la UBA prestan servicio en Caraguatay

El programa de salud bucal gratuita de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en la que participan estudiantes avanzados de la carrera de odontología, desembarcó esta semana en la localidad de Caraguatay y cumple 40 años de ejecución del programa. Si bien en algunas oportunidades se realizó en Posadas y Montecarlo, se afianzó el servicio en Caraguatay.

“Hace 32 años que me hice cargo del programa. Algunos de los que atendimos en cada viaje ya son adultos y los atendí cuando eran chicos, ya atendemos a sus hijos y así. Los alumnos que vienen se inscriben voluntariamente, todos los años tenemos una lista extensa, este año teníamos 120 inscriptos y tuvimos que sortear a ver quiénes venían, la respuesta es excelente, estamos dispuestos para trabajar”, destacó Carlos Capuano, odontólogo y docente coordinador del grupo en diálogo con El Territorio.

Ayer llegaron a Caraguatay 39 alumnos acompañados por docentes y estarán hasta el viernes estarán trabajando en dos escuelas primarias y una secundaria de Tarumá,  donde en una semana atienden a la totalidad de los niños y jóvenes que asisten a las instituciones. En tanto, a partir de las 18, atienden a vecinos de la comunidad y estiman que van atendiendo alrededor de 70 personas adultas desde que llegaron.

Muchos alumnos aprovechan el servicio gratuito que se realiza en las aulas.

“El año pasado por la pandemia el grupo fue más acotado, teníamos que ver cómo era la revinculación con la comunidad luego de eso y este año somos un poco más. Tuvimos respuesta de Caraguatay que es el lugar base, contamos con el apoyo de la Municipalidad con alimento, logística. Lo que fue compra de material y viaje se complicó un poco en lo económico, pero hicimos unos ajustes ya que la universidad tiene fondos destinados para algunos programas de extensión y esta fue una de las prioridades”, mencionó.

“Además es muy necesario el trabajo con la comunidad para que se sostenga en el tiempo y es eso lo que hace que podamos continuar ya por 40 años aquí”, detalló Capuano.

La atención clínica se realiza en las aulas escolares adaptadas para la intervención.

Todos los años se preparan las aulas de las escuelas con camillas rústicas, muchas de ellas construidas por padres, montando un pequeño consultorio. Se trabaja con luz provista por lámparas comunes, micromotores eléctricos, turbinas, suctores de saliva, lámparas de luz halógena, esterilizadoras a seco y autoclaves, bajo las normas de bioseguridad que impone la Facultad de Odontología de la UBA.

El programa dio prioridad a los niños pequeños y se lleva a cabo en forma intensiva, ya que los futuros profesionales atienden durante cinco días cada año, con demanda y atención programada.

Este programa de salud bucal tiene como objetivo primordial la promoción y educación para la salud, y lo persigue incentivando a la población para que adopte conductas saludables, especialmente mediante la higiene bucal.

“Cada vez que venimos nos encontramos con la salud bucal bárbara de los chicos, las escuelas ayudan con el mantenimiento y tienen un odontólogo que las visita y luego se comunica con nosotros, es una tarea en conjunto con la comunidad, donde somos una gran familia. Es una experiencia importante para los alumnos de la carrera porque ven también otras realidades y contextualiza el trabajo  y esto es positivo para los odontólogos y para cualquier agente de salud”, concluyó.