Niño a la deriva: no resultó su adopción y el hogar no puede contenerlo

Se trata de un nene de 10 años que fue adoptado en julio pero el proceso de vinculación no resultó. El chico padece problemas psiquiátricos y desde la Fundación Tupá Rendá, donde estuvo un año, aseguraron que no cuentan con las herramientas cognitivas para recibirlo y contenerlo
martes 08 de agosto de 2023 | 11:04hs.
Niño a la deriva: no resultó su adopción y el hogar no puede contenerlo
Niño a la deriva: no resultó su adopción y el hogar no puede contenerlo

Un caso dramático pone al desnudo la necesidad de revisar varias cuestiones en los procesos de adopciones o revinculación: la salud mental y el acompañamiento a la familia adoptante.
Se trata de la historia de un nene de 10 años que el 24 de julio pasado fue retirado del Hogar Tupá Rendá, en Posadas, por una familia de Resistencia a la cual la Justicia le asignó la guarda con fines adoptivos. La vinculación entre el chico y la pareja no resultó y el matrimonio decidió devolver al niño, en tanto desde el hogar convivencial plantearon de antemano que no tenían las herramientas cognitivas para recibirlo y contenerlo ya que padece ataques de ira, poniendo en riesgo la integridad de los otros niños que viven allí.
Ante esta situación, y teniendo en cuenta que el niño es oriundo de Eldorado, desde la Dirección de Niñez de esa comuna tuvieron que buscar otro albergue. Así, en horas de la tarde de ayer y luego de varias horas, se consiguió alojarlo en un hogar convivencial en la capital misionera, que en realidad es para mayores de 14 años pero era la única opción disponible y la urgencia del caso no permitía esperar más.
En diálogo con El Territorio, Eusebia Concepción Valdez, conocida en la comunidad como “Neni”, presidenta de la Fundación Tupá Rendá, explicó la delicada situación: “este chico estuvo con nosotros antes de ser adoptado. Tiene un problema psiquiátrico serio en cuanto al manejo de las violencias. Tiene reacciones violentas y nosotros somos limitados, hay que reconocerlo. No tenemos herramientas profesionales como para atender sus cuadros y corren peligro los otros compañeros que compartían la casa con él como también corren peligro adultos que tienen temor ante sus ataques de ira porque no lo pueden controlar”.
La situación del chico es compleja desde hace tiempo y las demoras judiciales para resolver la cuestión de fondo agravaron el escenario.
“Presentamos informes al juzgado pidiendo, por favor, que le retiren del hogar, porque ya no teníamos herramientas para controlarlo. La voluntad está, pero a veces la voluntad y el afecto no alcanzan, se necesita profesionalismo y nosotros no tenemos herramientas profesionales para ese perfil. Tenemos que reconocer nuestras limitaciones”, señaló Valdez.
Buscar caminos
Lo costoso y complejo de trabajar con un niño con discapacidad por enfermedad mental limitaron la atención que desde Tupá Renda le pudieron dar.
“No es cuestión de generar polémica hogares versus salud mental, o versus Poder Judicial, no es una competencia entre poderes. Sino que se trata de buscar los mejores caminos para contener a los más desprotegidos de la sociedad que son los pequeños que no tienen ni siquiera una familia biológica que los contenga y puedan algún día transformarse en adultos que autogestión en su vida”, reflexionó al tiempo que agregó “no nos vamos a negar recibir a un chico si estamos en condiciones de acompañarlo; solo nos negamos cuando nos vemos limitados en esa capacidad de contención; porque el niño tiene problemas que debe ser atendido por otros profesionales”.
Valdez detalló que la estadía del pequeño fue bastante compleja e incluso los vecinos denunciaban los gritos que escuchaban, ya que desconocían la realidad que se vivía puertas adentro del hogar.
“Pasaron cosas que gracias a Dios pudimos controlar pero nosotros tuvimos la brigada acá, se cerró la calle. Entró la policía, rompiendo puertas y ventanas por los gritos que había dentro y era un ataque de ira y claro los vecinos denunciaron asustados. Hemos tenido brazos sangrando, intervención del médico forense, tener que hacer la exposición policial y discutir que no se puede hacer denuncia porque son menores. No se usaban cuchillos ni tenedores, todas las comidas eran con cuchara y los otros chicos tenían miedo de ir al baño por la noche, amanecían las camas con pis” relató, dejando en evidencia la necesidad de un acompañamiento profesional que amerita este caso puntual.
Volver a Misiones
Ante la incompatibilidad con la familia chaqueña que lo llevó en guarda con fines de adopción hacia Resistencia, el menor de 10 años volvió a quedar bajo la órbita de la Secretaría de Niñez y Adolescencia de Eldorado, ente que en primera instancia buscó restituirlo en el Hogar Tupá Rendá de Posadas, lugar en el cual no fue recibido porque, no cuenta con recursos para contenerlo. Finalmente el menor quedó alojado en un hogar para adolescentes mayores de 14 años a la espera de encontrar una nueva familia.
Ante esta situación y otras similares, Daniel Moschner, director de Niñez de Eldorado, se mostró disconforme con la ayuda del Estado provincial a los distintos hogares que posee la tierra colorada.
“Llegamos a Posadas con una orden judicial que decía que el menor debía ser restituido al hogar en el cual fue adoptado. Cuando llegamos al lugar nos encontramos con las puertas cerradas, el portón con candado y sin que nadie nos atienda”, señaló el funcionario en diálogo con Acá Te Lo Contamos por Radioactiva 100.7
“Fue una situación realmente difícil porque no encontrábamos respuestas, el chico estuvo internado en el lugar durante un año y había generado lazos de fraternales, de camaradería con otros chicos y el personal del lugar y lo más lógico era que vuelva a ese lugar hasta que se pueda conseguir una nueva familia”, añadió.
Sin respuestas, se dirigieron a la Defensoría de la Niñez de la Provincia y luego de varias horas pudieron encontrar una solución a la problemática.
“Los organismos provinciales deben ser los que velen por nuestro trabajo en cualquier municipio de la provincia, el cual ayer lastimosamente no lo tuvimos”, señaló.
Si bien Moschner contó que la Provincia otorga todas las facultades judiciales a cada municipio para resguardar la integridad de un menor por cualquier circunstancia, muchos hogares no poseen los recursos necesarios para recibir y albergar a los chicos.
“En ese sentido nos encontramos solos y así como sucedió el lunes hay muchos casos similares en que los lugares de contención, las fundaciones no pueden recibir a los chicos, sea por falta de lugar o falta de recursos”, sostuvo y añadió “esto está sucediendo de forma recurrente en diferentes hogares y cuando uno habla con las autoridades los hogares también plantean la soledad de parte del Estado para con ellos”.
Por último manifestó que esta situaciones debe generar un “debate en la cuestión de niñez, porque en el medio de todo están los niños, existen las leyes que velan por los niños, pero a la hora de llevar a la práctica los organismos se esconden o no están trabajando como corresponde, o dejan mucho que desear y a partir de eso se generan las situaciones como esta, donde te cierran la puerta en la cara”.

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