Los Pigerl, una familia dedicada a curar a los vecinos de Santo Pipó

miércoles 03 de mayo de 2023 | 18:32hs.
Los Pigerl, una familia dedicada a curar a los vecinos de Santo Pipó
Los Pigerl, una familia dedicada a curar a los vecinos de Santo Pipó

En Santo Pipó también están aquellos vecinos comprometidos en atender a sus pacientes, reconociendo que la medicina es una vocación que se transmite de generación en generación. Este es el caso de los hermanos Alan y Heno Pigerl, quienes heredaron la profesión de su padre, Otto Pigerl, y optaron por seguir sus pasos.
Heno se especializó en medicina general y continuó la noble actividad de su padre y hermano en servicio a la comunidad, mientras que Alan se encariñó con la forma en que su padre trabajaba y se convirtió en anestesiólogo.
“Desde chico quería ser doctor como mi papá, tenía mi maletín con gasas, tela adhesiva entre otras cosas y por eso siempre pensé en la medicina como carrera para ir a estudiar”, dijo Heno. Alan contó una experiencia similar, ya que desde su niñez veía a su papá trabajar ejerciendo la medicina, por lo que decidió abrazar la misma profesión.
Ambos hermanos consideran que la profesión médica implica ayudar al prójimo y acompañar a los pacientes en la resolución de sus problemas, acompañándolos desde el nacimiento hasta los momentos más difíciles.
Nacidos y criados en Santo Pipó, los hermanos sienten un fuerte lazo con su municipio y han creado una clínica en el mismo lugar, en la que ofrecen servicios de enfermería, rayos x, cesáreas, histerectomías, cirugías generales y laparoscópicas. También destacan la importancia de la salud pública de Santo Pipó y la necesidad de continuar mejorando la atención médica en la comunidad.
“La medicina es muy gratificante para los que tenemos una vocación de servicio y sobre todo -como en otros rubros- porque dejás tu vida en lo que hacés “, dijo Heno y añadió diciendo que, como desventaja, se tiene muchas horas de preparación, lo que a veces hace perder muchas otras cosas de la vida.
La pérdida de su papá fue un dolor profundo que no sólo tuvo de duelo a los familiares, sino que también a todo un pueblo que lloró la partida física de un gran trabajador que dejó una huella imborrable en la sociedad.
“La baja de papá es un agujero que no lo podemos llenar ya que era un hombre demasiado completo y dedicado a todo”, sostuvo Alan. Además, y con sano orgullo, Alan y Heno contaron que sus hijos han seguido sus pasos y se han dedicado a la medicina.
Alan afirmó que una de sus hijas ya es doctora. Heno también tiene una hija que decidió ser médica, un hijo que estudia psicología y la más chica se va a dedicar a la odontología.
La clínica es un proyecto en el que trabajaron en familia, y la madre de los hermanos, quien se encarga del consultorio, ha sido un gran apoyo para el centro de salud. La medicina es una profesión gratificante y de vocación de servicio, pero también requiere muchas horas de preparación y a veces puede hacer que se pierdan otras cosas de la vida. Los hermanos Pigerl son un ejemplo de dedicación y compromiso en su labor como médicos y en su comunidad.
“Por supuesto que siempre van a faltar cosas, pero puedo dar fe de que hay avances, la idea es continuar con la mejoría como nos enseñaron nuestros padres y es el mensaje que queremos transmitir a las futuras generaciones”, cerró Alan.

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