El próximo miércoles el Tribunal Penal Uno de Oberá dictará sentencia

Homicidio de Napy Ferreyra: confesión y dudas de cara al fallo

El relato de la viuda complicó a los imputados, entre ellos su propio hermano. El principal acusado confesó, pero argumentó defensa propia. Las posturas de la fiscalía y las defensas
domingo 30 de abril de 2023 | 12:00hs.
Homicidio de Napy Ferreyra: confesión y dudas de cara al fallo
Homicidio de Napy Ferreyra: confesión y dudas de cara al fallo

El cine es pródigo en escenas donde el acusado se quiebra y confiesa su crimen, pero en la vida real esa secuencia no es habitual y pocas veces ocurre que el imputado reconoce su culpabilidad. La ficción permite ciertas concesiones que clarifican la trama.

En cambio, la realidad siempre es más compleja, por más que el acusado confiese, como quedó plasmado en el juicio oral por el homicidio de David Anselmo “Napy” Ferreyra (20), ultimado de una puñalada la noche del 1 de mayo de 2021 en el paraje Kilómetro 28 de Campo Viera.

“Me hago cargo de que lo lastimé, pero nunca fue con intención de matarlo. Fue por susto, porque sale y le pega el serruchazo a mi compañero, que se larga a correr, pero yo me quedo ahí; entonces le largo el cuchillazo de la nada y salgo corriendo, también con el cuchillo, que después escondí en el jardín de mi casa”, declaró Pablo Daniel Espíndola (21) el jueves ante el Tribunal Penal Uno de Oberá.

El joven llegó al debate como el principal acusado, ya que desde un primer momento lo sindicaron como el autor material del hecho.

Además de confesar, también avaló las coartadas de los otros tres imputados: Darío Alejandro Pío (23), Laura Viviana Batista (24) y su novio Alexandro Mario Becker (20), acusados de ser partícipes primarios y secundarios del crimen.

Espíndola negó que Pío haya sujetado a la víctima para que él lo apuñale, tal como declaró Karina Pío, hermana de Darío y viuda de la víctima. También desestimó que Batista y Becker hayan perseguido a Ferreyra, como mencionaron varios testigos.

Contrario a ello, el testimonio de la viuda fue demoledor para los implicados -entre ellos su propio hermano-, ya que los puso en situación de persecución de patota armada.

La acusación
Según el requerimiento de elevación a juicio, entre las 21.30 y las 23 del 1 de mayo de 2021 todos los involucrados se hallaban en la casa de Batista y Becker, circunstancia en que discutieron con Ferreyra, quien escapó del lugar y los acusados lo persiguieron.

Testigos de la instrucción declararon que los imputados persiguieron a la víctima, lo alcanzaron y lo golpearon. Fue entonces que Pío lo sostuvo y Espíndola le asestó un puntazo en el abdomen. Ferreyra falleció en el hospital local.

Entre los testimonios más comprometedores se halla el de Samuel Pellizzer, quien afirmó que Ferreyra pasó corriendo por el patio de su casa y era seguido por una “pandilla con piedras, palos, machete y cuchillo”. Luego escuchó que pidió auxilio porque iba a morir.

Siempre a partir del aporte de los testigos de la instrucción, Ferreyra se hallaba bajo los efectos del alcohol y, en primera instancia, lesionó a Gladis Barboza, la madre de la imputada Batista.

En ese contexto, la señora Barboza mencionó que para defenderla, su hija corrió a Ferreyra con un palo.

Ya en la ampliación, la madre de la imputada indicó que entre Espíndola y Pío dijeron “vamos a correr porque le hinqué y va a venir la gorra”, en alusión al puntazo que sufrió la víctima.

Testigo clave
Ya en el juicio, Karina Pío citó que fueron seis quienes persiguieron a la víctima, sumando a la madre y un hermano de Batista, quienes lanzaron piedras a su casa.

“Yo les pedía por favor que se vayan por mi bebé y porque estaban todos tomados. Mi hermano y Pablito entraron a mi casa a buscarlo a Napy, pero corrió. Laura Batista tenía un machete”, dijo entre lágrimas, y agregó: “Mi hermano le puso un palo en el cuello a Napy y Pablito le dio una puñalada”.

“Le arrinconaron contra la pared, le sacaron el abrigo y el pantalón, le empezaron a pegar. Napy decía ‘ya está, ya hicieron la maldad, suéltenme’, pero le seguían golpeando y tirando piedras”, relató.

Ante una pregunta de la fiscal Estela Salguero, remarcó que “todos estaban encima de Napy, mi s lo agarró y Pablito le hincó”.

En cambio, afirmó que no vio que ninguno de los agresores estuviera sangrando, en alusión a las supuestas lesiones de Becker y la madre de Batista.

Respecto a lo que declaró al otro día del hecho, cuando dijo que no vio quién le hincó a la víctima, argumentó que “fue un shock, mi bebé tomaba teta y estaba preocupada”.

La chispa de la tragedia
Ante el Tribunal, la imputada Laura Batista reconoció que posee una condena previa de cinco años de cárcel por infracción a la Ley de Estupefacientes, aunque fue beneficiada con prisión domiciliaria por ser madre de una niña.

Mencionó que era amiga de la víctima, aunque comentó que era violento y maltrataba a su esposa e hijo, pero sobre todo insistió en que esa noche actuó en defensa de su mamá.

Además, Becker ratificó la versión de su pareja, negó haber perseguido a la víctima y no vio qué hicieron Espíndola y Pío.

Alegato fiscal
Luego de escuchar a testigos e imputados, además de analizar las pruebas que contiene el expediente, la fiscal Estela Salguero desestimó la versión de Espíndola y consideró que atacó adrede a la víctima en complicidad con los otros tres acusados.

En consecuencia, solicitó 15 años de prisión para el confeso asesino de Napy Ferreyra.

Para Pío pidió una pena de 13 años, ya que consideró que su participación “fue muy importante e indispensable porque lo agarró del cuello y le impidió defenderse”.

Respecto a Batista y Becker, consideró que su rol “no fue indispensable para que Espíndola lo apuñale, pero sí colaboraron para que se puede llevar a cabo el hecho”, por lo que solicitó 6 años de cárcel para ambos.

“Hubo una primera etapa, hubo una segunda etapa y fueron los acusados los que participaron en ambas. Ferreyra se escapó del lugar (donde estaban celebrando) y aparecen corriendo todos atrás de él. Eso anula toda posibilidad de defensa”, indicó la fiscal.

Remarcó que Karina Pío -viuda de Ferreyra y hermana de uno de los acusados- fue “la única testigo directo” del hecho.

Indicó que Pío se refirió a los atacantes como “una manada” que “había entrado a su casa de manera violenta”, y que “después de sujetar y golpear a su marido contó que Darío (su hermano) lo tomo el cuello y Espíndola lo lesionó”.

 

“Estaba buscando su muerte”

Para las respectivas defensas los acusados fueron primero víctimas de Espíndola, a quien calificaron como un “violento” y “pendenciero” que estaba armado, por lo que lo único que hicieron fue defenderse de sus agresiones.

José Bridier, defensor particular de Espíndola, insistió en menoscabar la figura de la víctima y opinó que esa noche “estaba buscando su muerte”.

En tal sentido, tomó los dichos de los imputados respecto a que durante el festejo por el Día del Trabajador Ferreyra estuvo manipulando un puñal y lanzándolo contra la pared de la casa, al tiempo que decía “hoy me matan a mí o yo mato a alguien”.

Calificó a la víctima como “un pendenciero que molestaba a todo el barrio. Era violento, tanto que hasta a su hermana y a su propia madre golpeaba”. Bridier solicitó el cambio de carátula a exceso en la legítima defensa.

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