La Noche estrellada en azul y oro

domingo 23 de abril de 2023 | 6:00hs.
La Noche estrellada en azul y oro
La Noche estrellada en azul y oro

“Ven, noche antiquísima e idéntica”, rogaba Fernando Pessoa. Noche estrellada en aceptable uso, con pálidos reflejos y opacidad lustrosa, ven a posarte en el 6454 de la avenida Alicia Moreau de Justo. No es la ventana del manicomio San Pablo de Saint Remy, donde en junio de 1889 el genial Vincent Van Gogh realizaba el famoso óleo y transformaba el lienzo en una de las famosas pinturas de la historia del arte.

Cristina Piriz, comerciante, artista en el tiempo que le permite su trabajo despuntar el vicio, a veces creando seres de otros mundos, a veces retocando, cuando consigue pintura, el homenaje doble que realiza en la pared frontal de su casa y que puede observarse y distinguir desde la calle. Homenaje a la pasión inculcado por el maestro Carlos Miranda, el mismo que inmortalizara el astillero de Tabbia en el frente de su casa ahí en la zona de la Bajada Vieja, en Villa Sarita. Cristina, fanática bostera, decidió pintar el ciprés y el cielo estrellado resaltando el azul y oro para reflejar el amor al arte y al equipo de la ribera, dos pasiones aunadas.

Van Gogh no tenía permitido pintar en su habitación, pero sí podía bosquejar y pintar luego en el sótano del hospicio y bien les caben las palabras de ángel González a él y a Cristina, Yo, sin embargo, te llevo en la cabeza vieja noche de copa, y cuando vuelvo sorteando viejos gatos y farolas, te levanto en un gesto final ceremonioso, destinado a tus brillos y a mi sombra, y te dejo colgada, allá en lo alto -¡hasta mañana, noche!-, negra, deshabitada, misteriosa.

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