El pozo de Amado

Elemento vital, a su alrededor surgen poblaciones porque ella es riego para semillas, bebida para animales, elemento para aseo, para cocinar. Agua, un tesoro que cuando falta se busca, se anhela, se procura.

En Bonpland aún permanece en pie una construcción en derredor de una vertiente que, según los memoriosos pobladores, “nunca quedó sin agua, ni siquiera en tiempos de sequía”. Ellos la llaman El Pozo y está a metros de un histórico edificio que reza en el frente Usina Eléctrica Municipal 1939. Fue durante años la principal fuente de provisión. Forma parte de la historia. Cuántos sedientos bebieron de su frescor cuando todavía brotaba simplemente de entre las piedras. Luego vendría en 1926 la edificación que aún se mantiene. El pozo testigo privilegiado de tantos acontecimientos, junto con otros elementos urbanos como la usina, la tabacalera, Krieger Hnos, edificios públicos y religiosos que relatan la historia de una de las zonas que supo tener vida intensa en el pasado y que procura, gracias a la educación y acción de los vecinos, recuperar su sitial.