El trasfondo del narcotráfico como la principal hipótesis

Cristian Díaz (31), padre de cuatro hijos, tenía un comercio en su vivienda, ubicada en las esquinas de las 74 y 95, en el barrio Yohasá. Recibió varios disparos tras recibir un llamado por la ventana la madrugada del último domingo.

Fuentes de la investigación expresaron ayer que la sospecha es que en el kiosco de Díaz funcionaba una boca de expendio de estupefacientes y que la víctima actuaba en complicidad con su pareja, de 30 años, que fue quien llamó a la Policía y advirtió lo sucedido.

Se cree que la mujer tuvo tiempo de deshacerse de la mercadería e incluso de un arma, ya que en la escena había dos proyectiles de diferente calibre. En el lugar incautaron un teléfono celular que pertenecía a la víctima.

En este contexto de la comercialización de drogas, uno de los datos con los que cuentan los investigadores es la incautación de un cargamento de marihuana por parte de Gendarmería Nacional justo enfrente de la casa donde fue hallado el Duna y que funcionó como “aguantadero” de los dos brasileños, en la esquinas de las calles Montecarlo y E. Semilla.

El procedimiento se concretó en octubre del año pasado y no se reportaron detenciones. La carga estaba en un vehículo utilitario que tenía los vidrios bajos. Entre marihuana prensada y flores, pesó 155 kilogramos.

En la casa vivía quien por estos momentos se encuentra prófugo de la Justicia por el homicidio de Díaz. Se trata de un hombre sospechado de brindarles alojamiento y armamento a los brasileños, quien además seria la persona que manejó el Fiat Duna hasta el lugar de los hechos y espero a que se concrete el crimen para huir de la escena. 

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