Una fiesta con más de 30 años de compromiso y disfrute

Concepción de la Sierra respira carnaval. Las diferentes comparsas trabajan todo el año recaudando fondos, preparando temas, ensayando coreografías y música, reciclando y creando nuevos trajes. Durante meses, se preparan para salir a las calles en verano y contagiar brillo y color al pueblo entero.

“El carnaval es vida. Trabajamos mucho y lo disfrutamos. Es una de las fiestas más importantes”, supo resumir Beto Comparín, presidente de la comparsa Bahiana.

Allí, los carnavales llevan más de 30 años de trayectoria y se han convertido en una costumbre viva, que forma parte del día a día de los vecinos, genera sentido de pertenencia, amistad y trabajo en equipo.

“Llega un momento del año en el que se vive como el Boca-River. Maringá y Bahiana son los ‘rivales’ clásicos de esta fiesta y no sólo los que forman parte del grupo se identifican con una u otra comparsa; sino también sus familiares, sus amigos, los vecinos de la zona, los barrios. La gente consigue remeras de su comparsa favorita y va al carnaval a alentar al grupo con el que se siente identificado. Acá el carnaval se vive a flor de piel”, explicó Jorge Fagundez, vicepresidente de Bahiana y encargado de la batería.

Ambos grupos -los más destacados de la ciudad- se encuentran ultimando preparativos para esta nueva edición carnavalera que se llevará a cabo el 5, 12 y 19 de febrero en la localidad; tras más de un año sin poder celebrar por la pandemia de coronavirus.

El Territorio visitó el taller de carrozas de la comparsa Maringá, donde Gustavo Sanabria, Juan Pablo Sanabria, Rodrigo Nacimento, Oscar Maidana y Marcelo Antúnez llevaban adelante la enorme tarea de montar y decorar las grandes estructuras de hierro, en base a la temática de este año; secreto que será develado en la primera noche de calle.

Sorteando la pandemia, el numeroso equipo de Maringá se divide en grupos para cumplir con el armado de trajes y tocados, los ensayos, la música, las coreografías de baile y más. Todos aúnan esfuerzos y trabajan por un bien común: Que la alegría y el brillo de Maringá invada toda la ciudad -como resaltó Gustavo Dombina, presidente de la comparsa-.

Por su parte, del otro lado de la vereda, Bahiana también se prepara para dejar, como todos los años, una buena impresión.

Despidiéndose de la gestión, Beto Comparín comanda a su equipo hacia una presentación que será “inolvidable”, resumió. “La pandemia nos atrasó un poco las actividades de recaudación fondos, ensayos y más. Pero también nos dio la posibilidad de tener casi dos años para planificar el evento. Así que podemos decir que tuvimos mucho tiempo para organizarnos y encaminar esta edición. Estamos muy ansiosos y emocionados por volver a las calles. Vamos a salir con todo. Creo que será una de nuestras mejores presentaciones”, alegó.

La comparsa se reúne todas las tardecitas a ensayar y ajustar detalles para llegar impecables a un carnaval que ya comenzó su cuenta regresiva. “Todos los años tratamos de superarnos, de dar un buen espectáculo, estamos en todos los detalles y trabajamos con mucho esfuerzo para que todo salga bien. El carnaval es trabajar en equipo mientras disfrutamos. Es alegría y compromiso”, cerró Beto.

Vuelve la alegría de carnaval En Apóstosles, el carnaval le rinde homenaje a las raíces y la naturaleza Posadas quiere volver a brillar como Capital del Carnaval Yasi Bera, el bastión carnavalesco de Pipó Municipios se organizan para no pasar por alto la fecha festiva Para mantener vivo el espíritu carnavalesco En Eldorado, los carnavales serían del 26 al 28 de febrero