En 2002 inició el camino a la elite

OTC y un proyecto que se mantuvo en el tiempo

La actualidad del Celeste es fruto del trabajo, el esfuerzo y compromiso de casi dos décadas. El club pasó de jugar la Liga Provincial a ser parte de la Liga Nacional desde la temporada anterior
domingo 05 de diciembre de 2021 | 6:05hs.
OTC y un proyecto que se mantuvo en el tiempo
OTC y un proyecto que se mantuvo en el tiempo

En el deporte muchas veces se habla de proyectos, aunque también es cierto que la mayoría de esas veces, lamentablemente, las intenciones se evaporan con la decepción que provocan las derrotas, las malas administraciones o la falta de apoyo.

Hoy, los hinchas del Oberá Tenis Club (OTC) disfrutan de un momento histórico. Su equipo participa de la segunda temporada consecutiva en la Liga Nacional y tienen su pasaje para la Liga Sudamericana, un logro inédito para el deporte de la Tierra Colorada.

Pero esta realidad sólo fue posible gracias al trabajo, el esfuerzo y compromiso de casi dos décadas en la que la institución fue escalando peldaños en las diferentes categorías: Liga Provincial, Campeonato Argentino de Clubes, Liga Nacional B, Torneo Nacional de Ascenso (TNA), actual Liga Argentina, hasta desembocar en la Liga Nacional.

Dirigentes, jugadores, cuerpos técnicos y auspiciantes, sostenes de la continuidad de un proyecto que tuvo altibajos, claro que sí, pero que nunca retrocedió.

Para entender el presente que hoy vive el celeste obereño, hay que remontarse a la consagración en el Provincial del 2002. El equipo era dirigido por Dante Collavino (quien dirigió a Luz y Fuerza de Posadas en el TNA) y tenía como figura a José Fabio, el último ídolo del básquet obereño.

El Celeste militó seis temporadas en el Campeonato Argentino de Clubes. Los entrenadores fueron Collavino, luego Miguel Zandomeni y finalmente Juan José ‘Huevo’ Bidarra, el entrenador del ascenso a la Liga B, en 2006.

Esos ascensos de categoría también significan para un club un cambio en su estructura. La categoría pide. Pide que seas más profesional, no solamente en la parte deportiva, sino también en la dirigencial. Te pide que crezcas en infraestructura, que las formativas tengan más chicos, que, en definitiva, cambie la cabeza de quienes están al frente de la institución.

Los ascensos
Para la Liga B llegó José Luis Pisani. En la primera temporada el equipo se armó de apuro y con poco presupuesto, pero la campaña fue espectacular y llegó a semifinales.

Esos fueron los cimientos para la segunda campaña, con una identidad de equipo y de trabajo bien definidas. Además, se logró mantener la base del plantel.

El 14 de mayo del 2008, OTC derrotó como local a Banda Norte de Río Cuarto, Córdoba, por 80 a 77 y ascendió al TNA.

En ese momento se produjo un click en la historia del Celeste y que sería vital para el básquet misionero. Pese a quienes estuvieron al frente de los gobiernos en la provincia y la cantidad de dinero que recibió en sus diferentes campañas, OTC nunca se bajó del ex TNA y eso le dio una base para volver a crecer internamente.

En las siguientes temporadas se alternaron buenas y malas campañas, con problemas financieros en el medio, al extremo que al asumir la actual dirigencia presidida por Sergio Feversani la prioridad era sanear las arcas del club y hasta hubo dudas sobre la continuidad del básquet profesional.

De todas formas, los dirigentes redoblaron el esfuerzo, recompusieron las finanzas y revitalizaron el proyecto que había comenzado casi dos décadas atrás.

El 15 de febrero de 2020, justo antes de la pandemia, OTC se impuso por 84 a 75 ante Barrio Parque de Córdoba y se consagró campeón del Súper 4 de la Liga Argentina. En el peor momento de la pandemia, el Celeste le compró la plaza a Estudiantes de Concordia y desembarcó en la Liga Nacional.

Cambiar la cabeza
Jugar el torneo elite del básquet argentino exige mucho más que buenas intenciones. OTC llegó tras varios años de hacer bien las cosas en la Liga Argentina, de dar pasos cortos a veces, pero constantes.

Esos 12 años en la segunda división le mostraron al club cómo hay que manejarse en el alto nivel y, claro, que cuando llegó a la Liga Nacional sufrió los coletazos de ser un debutante, pero los pudo sostener con la tranquilidad de que la base estaba.

El trabajo de OTC no solamente pasó por lo deportivo. “Cuando un jugador se va de OTC por el motivo que sea, nosotros queremos que hable bien del club”, comentó en su momento el presidente Sergio Feversani.

Ese boca a boca en el mundo del básquet no es simplemente una propaganda. Es la chance para un club como el de Oberá de poder traer a jugadores con renombre o con varios años en la elite. Es mostrar que, a pesar de la lejanía geográfica del centro del país, se pueden hacer bien las cosas y soñar en grande.

Hoy OTC atraviesa su época dorada, pero el sueño de la Liga Nacional comenzó hace casi dos décadas y se cimentó junto a un crecimiento puertas adentro.

 

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